- Conozca muy bien para qué decide tercerizar la función o el proceso.
- Calcule los costos y el impacto financiero que representará a la compañía.
- Conozca a la empresa que se contrata para hacer el outsourcing. Recuerde que va a entregar a un tercero un proceso, no el control. La pérdida de control del proceso por parte de la empresa es uno de los factores de riesgo; al igual que la excesiva dependencia de externos.
- Defina claramente los acuerdos de nivel de servicio para determinar qué espera y qué le dará el proveedor.
- Determine indicadores de gestión. No olvide que lo que no se mide no se puede controlar.
- Planee estrategias de comunicación para minimizar una eventual resistencia interna, que pueda afectar la cultura organizacional.
- Desarrolle contratos en los que los equipos de trabajo de ambas partes busquen la misma meta.
- La evolución de los esquemas de outsourcing tiende hacia la posibilidad de compartir riesgos con los proveedores y prestadores de los servicios.
- Aproveche la posibilidad de acceder a capacidades y talento de clase mundial.