Uno de los primeros desarrollos tecnológicos de ese tipo fue el Deep Blue, un ordenador que se hizo famoso en 1997 por haberle ganado una partida de ajedrez al ruso Gary Kaspárov. | Foto: Bloomberg

Tecnología

¿Aceptaría que su mejor consejero fuera una máquina?

Un superordenador desarrollado por la compañía estadounidense IBM interactúa con los seres humanos para ayudarlos a tomar decisiones complejas en sus profesiones. El sistema se encarga de asimilar grandes cantidades de información y dar solución a todo tipo de preguntas de manera eficaz.

18 de julio de 2015

Watson es el nombre de esta solución tecnológica que es capaz de analizar las tendencias del mercado para saber si es bueno o no invertir en un determinado momento o dar pistas a los médicos sobre el tratamiento que debería aplicarse a una persona con cáncer.

Juan José Figueredo,  uno de los voceros de IBM en Colombia, considera  que Watson “modela el pensamiento de una forma diferente” y se aproxima de una manera única a  la realidad porque su diseño está “inspirado en el cerebro humano”.

Figueredo comparó el funcionamiento de Watson con el del ojo, que percibe una infinidad de información, la procesa y la descompone en patrones para  llegar a una conclusión determinada del mundo real. 

El sistema “crea hipótesis,  las evalúa y las contrasta con un corpus de información adquirida para responder”,  dijo  en una entrevista concedida a Dinero el jefe de Tecnología e Innovación de IBM en Colombia, Bogdan Djoric.  

Todos los días se publican cientos de estudios del más alto nivel sobre el cáncer, ningún médico es capaz de estar actualizado con toda esa información”, precisó Djoric.

“El tema no es cuánto cuesta si no lo que realmente proporciona, y nosotros creemos firmemente que hay un retorno a la inversión”, concluyó.  

IBM trabaja de la mano de compañías e institutos de investigación para identificar en qué casos podría utilizarse esta solución, y luego de este proceso ‘entrena’  a la máquina para que pueda dar respuestas a las necesidades del usuario.

El sistema  tiene la facultad de aprender de cada experiencia y aplicar esos conocimientos en distintos campos, a diferencia de los primeros dispositivos que solo aprendían determinada función y la ponían en práctica de manera repetitiva.

Uno de los primeros desarrollos tecnológicos de ese tipo fue el Deep Blue, un ordenador que se hizo famoso en 1997 por haberle ganado una partida de ajedrez al ruso Gary Kaspárov, campeón de esa categoría durante varios años.

La relación entre hombre y máquina parece haber cambiado desde ese entonces. El objetivo dejó ser la competencia, ahora surge la necesidad de sacarle provecho a la tecnología y fortalecer los distintos sectores económicos con herramientas como el big data y la computación cognitiva.

“Watson no reemplaza la mente humana, es una solución consejera”, insistió  Djoric, y argumentó que son las personas las que al final deciden si quieren aplicar o no las recomendaciones y conceptos de la máquina.

Incluso,  Watson le permite conocer a las personas ‘la ruta’ que ha tomado para emitir determinada conclusión.  Las personas  “pueden  investigar,  hacer el camino solos y sacar sus propias deducciones si lo desean, expresó.

Finalmente, Djoric manifestó que Watson “está rompiendo las barreras de la computación” y está impulsando “el avance de la propia humidad”,  al crear una relación de doble vía entre las máquinas inteligentes y las personas.