En los próximos tres meses, el Congreso tendrá que aprobar el presupuesto de 2021. La primera tarea será definir el monto, tasado inicialmente en $314 billones. | Foto: León Darío Peláez

PRESUPUESTO

Gobierno pasa al tablero con el Presupuesto del 2021

El Congreso inicia los debates del presupuesto de 2021 con la tarea de mitigar la crisis. Una nueva emergencia económica podría desajustar todos los cálculos.

6 de agosto de 2020

Como cada año, el Gobierno destapó sus cartas sobre los ingresos y gastos que prevé para el próximo año. Pero en esta ocasión los debates estarán más que nunca para alquilar balcón.

Con una pandemia al rojo vivo y las necesidades sociales cada vez más marcadas, el Ejecutivo y el Congreso comenzarán duros debates para sacar adelante el Presupuesto General de la Nación (PGN) de 2021.

La cosa no es tan sencilla como parece y el gabinete lo sabe. Cuando se trata de reformas tributarias o leyes de presupuesto, se aplica la máxima de que todos saben cómo entra el articulado, pero nadie sabe cómo sale. Ahora, con el coronavirus encima, esta situación puede acrecentarse.

A pesar de lo anterior, hay unos puntos inamovibles. "Este gobierno está comprometido con recuperar la senda de crecimiento y la generación de empleo desde antes de la llegada de la pandemia", dijo el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla. Lo anterior incluye la inversión, el funcionamiento y el pago de deuda, que llevan el monto de $314 billones.

Infraestructura, vivienda, tecnología, transición energética, transformación digital y economía naranja, así como otras inversiones públicas serán las piedras angulares de la reactivación, que debería comenzar este año. 

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Así lo cree el Gobierno, que le apuesta a que durante el último trimestre del presente año ya se hayan reiniciado buena parte de los sectores económicos. Si esto sucede, el plan de impulso al empleo podrá consolidarse, mientras llega la reactivación plena.

El problema está en que puede no suceder así. Año a año, el Ministerio de Hacienda plantea los ingresos y gastos con base en el potencial crecimiento de los sectores. Pero también sin perder de presente que puede haber riesgos al alza o a la baja.

Una pandemia forma parte de los riesgos más elevados, más aún si sigue en fase de expansión o de posible rebrote. En cualquiera de los casos, hasta no tener una vacuna, nunca habrá certeza plena. Teniendo en cuenta esto, y que la cura aún está lejos, las cuentas pueden resultar muy acertadas o simplemente alegres. 

En el caso del PGN de 2021 podría ser más lo segundo. Para José Ignacio López, director de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, desde el Marco Fiscal se advertía que las cuentas lucían relativamente optimistas. "Se espera un crecimiento importante de ingresos corrientes por una recuperación muy importante de la economía. Los ingresos tributarios crecerían 13% y eso nos parece ambicioso, porque sabemos que hay sectores que se van a seguir viendo afectados, y por tanto, pensamos que la recuperación será más lenta", explicó.

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En esta misma línea está Fitch Ratings, que señala que por impuestos habría un recaudo $7 billones inferior al previsto por el Ministerio de Hacienda, lo cual haría flaquear las cuentas.

El proyecto se enreda más al considerar que hay $26 billones cuya fuente aún está pendiente por determinar (se haría por recompra de deuda) y que se planea conseguir $12 billones por privatizaciones de empresas.

En cualquier caso, el gobierno nacional planea sacar adelante esta iniciativa, que trae consigo un plan de recuperación por más de $4 billones.

Si nada extraordinario sucede, estos recursos alcanzarán para hacerle frente al impacto económico y social del coronavirus. La cuestión, una vez más, es que todo pueda cambiar de la noche a la mañana y, en esta ocasión, por una decisión interna.

En el país toma cada vez más fuerza la idea de que el Gobierno decrete una tercera emergencia económica. Tal decisión le daría nuevamente poderes extra para expedir decretos con fuerza de ley, pero podría cambiar todas las cuentas hechas por Hacienda.

En plata blanca, habría que rehacer las sumas y restas casi desde cero.

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La propuesta tiene cada vez más acogida. Según Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, es necesario un nuevo paquete de alivios, "que les brinden la oportunidad de sobrevivir a aquellas unidades empresariales que continúan batallando entre la vida y la muerte, especialmente aquellos sectores que se encuentran cerrados total o parcialmente".

En el Congreso también resuena la idea. Según el senador Richard Aguilar, "urge trabajar para reconstruir nuestro tejido social, por nuestras empresas, por la renta básica y por la generación de empleo".

La decisión, al final, dependerá de los recursos disponibles para mitigar la pandemia y de qué tan dispuesto está el Gobierno de jugársela por una tercera emergencia. Si esto sucede, el Congreso podría poner el ritmo y tomar el control del presupuesto.