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REFORMAS

BNP: tensiones sociales frenarán reforma pensional y fiscal en el país

Las tensiones sociales y políticas actuales en Colombia provocarán que la reforma pensional y fiscal que el Gobierno prevé tramitar tengan un lento avance en el corto plazo, advirtió este miércoles la entidad financiera BNP Paribas.

7 de octubre de 2020

“Lamentablemente, su futuro depende de dos factores importantes: por una parte, la popularidad del presidente (Iván) Duque y, por la otra, la creciente agitación de las masas”, explica BNP.

Es por esto que BNP evaluó los riesgos de impacto positivo y negativo que facilitarían o dificultarían la aprobación de estas reformas en el Congreso de la República.

Por el lado positivo, BNP considera que el presidente Duque recientemente recuperó parte de su popularidad debido a cómo ha manejado la pandemia y por la detención del exmandatario Álvaro Uribe en un caso de supuesta manipulación de testigos. 

Esto puede fortalecer aún más su capital político y podría ayudarlo a lograr la aprobación de las reformas antes de las elecciones presidenciales de 2022.

Sin embargo, las recientes manifestaciones en varias ciudades (que inicialmente se desencadenaron por la brutalidad policial) son un recordatorio del descontento social de Colombia. 

Las huelgas y manifestaciones nacionales del año pasado fueron la respuesta a los problemas sociales que por tanto tiempo han sido ignorados y a algunas de las reformas propuestas.

“En un contexto de descontento popular, los riesgos de cambios en el panorama político van en aumento, creemos, y es poco probable que se alineen con un espíritu reformista”, agrega BNP Paribas.

A principios de abril el Gobierno le pidió al Comité de la Regla Fiscal que activara la cláusula de gasto contracíclico que le permitiría manejar un espacio de déficit más amplio. En mayo se corrigió el déficit del 4,9% del PIB al 6,1%. 

Además, a medida que se fue profundizando la crisis económica, el comité estimó en junio que se ampliaría el espacio de déficit al 8,2%.

En ese punto, el Gobierno suspendió la regla fiscal para 2020 y 2021. Ahora la Administración espera déficits del 8,2% y 5,1% para este y el próximo año, respectivamente.

En este contexto, el Gobierno está convencido de la necesidad de tener un apoyo fiscal contracíclico (actualmente ubicado cerca del 3% del PIB) y una reforma fiscal para hacer frente a los retos estructurales y fiscales recientes. 

Según el Ministerio de Hacienda, con la reforma se buscaría mantener la sostenibilidad fiscal por medio de fuentes más permanentes de ingresos públicos, una mejor implementación del gasto y un Estado más pequeño.

Aunque los altos funcionarios públicos han declarado que es posible que la reforma no se dé antes de que se inicie la recuperación económica, a mediados de agosto se dio un primer paso cuando se formó un comité de expertos para reportar los posibles cambios de los beneficios fiscales para febrero de 2021. 

Por otra parte, los debates sobre las reformas de pensiones también arrancaron este año, pero para BNP es probable que haya poco avance a corto plazo.

En el pasado, las reformas de pensiones han demostrado ser controversiales (la última reforma importante se hizo en 1993). 

Además de abordar los problemas conocidos por asuntos demográficos, tasas de reemplazo bajas y posibles costos fiscales, todavía no están claros los detalles de esta posible reforma.

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