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¿Y dónde están los pobres de Colombia?

Una tercera parte de los habitantes de la Costa Atlántica y Pacifica viven en situación de pobreza y en algunas ciudades representa casi la mitad de la población.

7 de mayo de 2019

A pesar del leve repunte de la economía en 2018, la tendencia a la reducción de los niveles de pobreza y desigualdad en el país se habría detenido durante el año anterior. Según los expertos, la falta de generación de empleo y la migración venezolana habrían incidido en esta tendencia.

En 2018, 27,0% de los colombianos estaban en condición de pobreza monetaria, lo cual representa un aumento de 0,1 puntos porcentuales frente a 2017 cuando fue 26,9%. Esto significa que entre 2017 y 2018, 190.000 personas entraron a la pobreza monetaria y que hoy habría alrededor de 13‘073.000 de personas en situación de pobreza en el país.

Se trata de personas que viven en un hogar cuyos ingresos mensuales por persona no les daba para adquirir una canasta básica de alimentos, servicios y otros bienes mínimos. Este ingreso denominado “línea de pobreza” se estimó para el año pasado en $257.433 mensuales. Si es un hogar de 4 personas, por ejemplo, el ingreso total mínimo para “salir” de pobres sería un poco más de un millón de pesos (1‘029.732).

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Y si ese ingreso no alcanza ni siquiera para una canasta de alimentos que garantice unas necesidades calóricas básicas –un ingreso estimado en $117.605– se considera un pobre extremo. La pobreza extrema fue 7,2% en el total nacional, 0,2 puntos porcentuales menos que la registrada en 2017 cuando fue 7,4%. Esto significa que 26.000 personas salieron de la “indigencia” pero que al finalizar el año anterior 3‘508.000 personas se encontraban en situación de pobreza monetaria extrema.

Pero si la situación se mide por el nivel de privaciones que tienen los hogares respecto a ciertas condiciones vitales como educación, trabajo, salud, situación de la niñez/juventud y acceso a los servicios públicos – una medición multidimensional de la pobreza –, la situación es mucho más preocupante.

En 2018, para el total nacional, el porcentaje de personas en situación de pobreza multidimensional fue 19,6% y aumentó 1,8 puntos porcentuales respecto a 2016, cuando fue 17,8%. Con esto, entre 2016 y 2018, 1‘107.000 personas entraron a la pobreza multidimensional a nivel nacional. La medición se realiza contra el 2016 pues el Comité de expertos de pobreza que revisa estas cifras encontró unas inconsistencias metodológicas en la medición que estarían subestimando los datos del 2017.

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El fuerte incremento en el número de personas que entraron en la pobreza se dio principalmente en la región caribe – donde aumento más de 7 puntos porcentuales al pasar del 26,4% al 33,5%– y en la zona oriental del país ante la desmejora en condiciones habitacionales, como iluminación y acceso a agua potable, y mayores barreras de acceso a servicios de salud.

En 2018, las tasas de incidencia de pobreza multidimensional más altas se presentaron en las regiones Caribe y Pacífica (sin incluir Valle del Cauca), la primera con 33,5% y la segunda con 33,3%, con respecto a 26,4% y 33,2% en el año 2016. En tercer lugar, se ubica la región Central con 19,0%. La menor incidencia de pobreza multidimensional se presentó en Bogotá con 4,3% con respecto a 5,9% en 2016, seguida de Valle del Cauca con 13,6% con respecto a 12,0% en 2016, Oriental con 16,4% con respecto a 16,8% en 2016 y la región Antioquia con 17,1% con respecto a 15,1% en 2016.

Estas cifras son corroboradas con los indicadores de pobreza por nivel de ingresos (monetaria). La ciudad con menor porcentaje de pobreza monetaria en 2018 fue Manizales con 11,9% seguida de Bogotá con 12,4%. En contraste, las ciudades con mayor incidencia de pobreza monetaria en 2018 fueron Quibdó, Riohacha, Cúcuta, Valledupar y Santa Marta.

Las ciudades que presentaron el mayor incremento en la pobreza monetaria son ciudades fronterizas como Pasto, Cúcuta y Bucaramanga, lo que para algunos es muestra de la incidencia de la migración venezolana en los aumentos de los niveles de pobreza en el país.

Ciudades como Quibdó y Rioacha son tambien de las más desiguales del país.  En 2018 el coeficiente de Gini en el total nacional fue 0,517 y en 2017 fue 0,508. Esto significa un aumento en la desigualdad del ingreso de los hogares y que seguimos teniendo altos niveles de inequidad. Dicho incremento se explica por una caída en los ingresos de los hogares más pobres (-0,9 por ciento en el primer quintil) frente al incremento de los hogares con más altos (3,3 por ciento el quintil más alto).

Si bien los porcentajes de la población por niveles sociales siguen siendo similares - el 27% es pobre, 39,8% es vulnerable, 30,8% de clase media y tan solo el 2,4% es de clase alta – hay que cuidar los avances que hizo el país en materia de reducción de la pobreza y crecimiento de su clase media en los últimos años, pues aún la mayoría de las personas está en una situación vulnerable y hay que considerar las grandes diferencias regionales.