Las empresas con más mujeres directivas generan más ganancias

La equidad de género ya no es propiamente un tema de inclusión, es un tema de negocios. Las organizaciones que tienen mínimo un 25% de mujeres en sus equipos de trabajo, especialmente en cargos ejecutivos, han obtenido mayores ganancias anuales, han elevado su margen de liquidez y ahora se considera que son más rentables en términos de eficiencia.

Estos resultados se obtuvieron después de realizar una encuesta a más de 4.400 empleados y directivos, incluidas 2.200 mujeres en 15 países, a partir de la cual se realizó el estudio “Mujeres, tenemos un problema. Directivos, llegó el momento de sentarse a conversar” de Right Management, el líder global en desarrollo de carrera y talento humano de ManpowerGroup.

Por su parte, Myrian Vidalón, Vicepresidenta global de Programas de Diversidad e Inclusión de Nielsen, explicó que la diversidad de género en las empresas genera mejores resultados financieros más allá de ser moralmente correcto. Y destacó que es importante incluir no sólo al personal de las organizaciones en programas de diversidad, sino a todos los grupos de interés como proveedores, clientes, consumidores, accionistas y comunidad, ya que la diversidad es una buena inversión, no solo económica sino social.

Le puede interesar: Las dos emprendedoras caleñas detrás de La Manicurista

En esta misma línea, durante la ejecución de la encuesta se encontró que en 95 de 144 países se gradúan más mujeres que hombres de las universidades, lo que ha llevado a que en los últimos cinco años la cantidad de personal femenino en puestos senior haya aumentado en 3%, alcanzando un 24%.

Además, según el Fondo Monetario Internacional, si los países de América Latina aumentan su participación laboral femenina como en los países nórdicos, que es el 60%, el PIB per cápita puede ser hasta un 10% más alto. Es así como el empoderamiento de las mujeres en términos sociales puede impulsar el crecimiento y reducir la desigualdad. Y esto se debe a que las compañías fundadas, co-fundadas y lideradas por mujeres reflejan una mayor inversión e implementan una serie de prácticas guiadas por valores como el trabajo en equipo, la escucha, la intuición, la empatía, la versatilidad y el diálogo.

“El trabajo realizado por mujeres genera un estilo de dirección más práctico, participativo y directo que favorece el apoyo entre el líder y su grupo de trabajo; sin embargo, en la actualidad la representación empresarial femenina en áreas como ingeniería, tecnología, arquitectura y matemáticas es mínima”, explica Patricia Vargas Rojano, Gerente de Right Management Colombia.

Le sugerimos: Cinco consejos para las mujeres que quieren entrar y ascender en la industria tecnológica

A esto se suma que la proporción media total de las mujeres ejecutivas está en un rango de 7,1% en las empresas con éxito y en un 3,1% en las compañías que no obtienen grandes beneficios.

Por otra parte, Susana Martínez, Cofundadora y directora Ejecutiva de CoreWoman en el marco del Primer Foro de Mujeres en el Mundo Empresarial, explica que por cada 10 personas que estudian ingeniería de sistemas solo 3,9 son mujeres y en el caso de ingeniería eléctrica y electrónica, solo el 1,4 de los que estudian estas carreras son mujeres. Por esto es importante girar hacia un modelo de empoderamiento femenino en las organizaciones.

Este desbalance en estas carreras es el que propicia, a su vez, que en en el país la brecha salarial se mantenga. En Colombia, “por cada $1.000 que gana un hombre en zonas urbanas, una mujer gana $800 pesos; y en zonas rurales las mujeres ganan sólo $520”, explica Martínez.

Vea también: Las mujeres más influyentes del mundo en 2018, según Forbes

Asimismo, Claudia Varela, experta en liderazgo estratégico y balance de género, con más de 10 años de experiencia en posiciones de liderazgo y manejo de equipos de alto desempeño, añade que en la mayoría de los países las mujeres en promedio ganan solo entre el 60% y el 75% del salario de los hombres. Esto quiere decir que todavía hay que trabajar mucho para lograr la paridad salarial. Además, también hay una desigualdad en la participación de las mujeres en el mercado laboral en el mundo en una proporción de  72% hombres y 27% mujeres.

En este sentido, es importante hablar de cómo los negocios con mayor diversidad en su fuerza de trabajo generan un mejor rendimiento y están mejor preparados para adaptarse a los cambios.

En palabras de Patricia Vargas, “este es un momento donde se deben entender las tendencias, actitudes emprendedoras y las actividades que las mujeres quieren ejecutar en cada uno de sus espacios, pues según el estudio alrededor del 20% de las mujeres ven “la oportunidad” como la razón principal para aventurarse en los negocios y por eso terminan arriesgándose”.

En contexto: Mujeres emprendedoras se reúnen para hablar de últimas tendencias

Un dato que es necesario rescatar es la importancia para las dinámicas del mercado que resultan del hecho de que el 70% de la decisión de consumo está en cabeza de las mujeres. Por lo tanto, las juntas directivas y las empresas deberían incluir más mujeres y tener una mezcla balanceada entre géneros que permitan enriquecer las decisiones para el negocio.

“Combinar las características típicamente femeninas como el sentido protector y las habilidades de negociación que suelen ser más masculinas permite establecer equipos de trabajo en los cuales se fomente la cohesión y el trabajo mancomunado bajo los pilares del respeto y la  tolerancia por el recurso humano” explica Claudia Varela.

Ahora bien, entre las tendencias destacadas a nivel global se encuentran tres puntos clave donde las mujeres enmarcan sus momentos para llegar a sus objetivos y generar un posicionamiento importante en comparación con los hombres:

• Más mujeres que hombres ven las oportunidades como motivo de negocio: Las mujeres emprendedoras tienen un 5% de mayor probabilidad de innovación que los hombres.

• Las mujeres se inclinan hacia las propuestas que impulsan a la comunidad: En la economía de hoy las mujeres encuentran el liderazgo en negocios como salud, educación y servicios sociales que aporten a la comunidad. 

• Las mujeres en la economía son agentes clave: Su disposición y actitud genera prosperidad, empleo e innovación.