Inversión

Inversión extranjera directa en Latinoamérica cayó 9,1% en 2015

A diferencia de los resultados del promedio mundial, la inversión extranjera directa en Latinoamérica cayó 9,1% en 2015. En Colombia, esta disminuyó un 26% en el año anterior, según cifras reveladas por la Cepal.

21 de junio de 2016

Las entradas de inversión extranjera directa (IED) en América Latina y el Caribe disminuyeron 9,1% en 2015 en comparación con 2014, llegando a 179.100 millones de dólares, el nivel más bajo desde 2010, informó la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).

Según la Cepal, para 2016 se proyecta que la IED se mantenga en niveles inferiores a los mostrados en los últimos años, de acuerdo con las perspectivas económicas.

Podría disminuir hasta un 8%, aunque seguirá siendo un factor importante en las economías de la región, por lo que urge atraer flujos de calidad, dice la Comisión.

El resultado registrado en el 2015, se explica por la caída de la inversión en sectores relacionados a los recursos naturales, principalmente minería e hidrocarburos, y la desaceleración del crecimiento económico, sobre todo en Brasil, señala el organismo de las Naciones Unidas en su informe anual ‘La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2016’.

En 2015 Estados Unidos se posicionó nuevamente como el principal inversor en la región latinoamericana (con 25,9% de la IED), seguido de los Países Bajos (15,9%) y España (11,8%).

IED recibida en Latinoamérica (2014-2015)

Fuente: Cepal

En contraste, los flujos mundiales de inversión extranjera directa aumentaron un 36%, alcanzando un monto de US$1,73 billones, siendo el valor más alto en 9 años.

La mayor parte del crecimiento se explica por una ola de fusiones y adquisiciones transfronterizas focalizada en los países desarrollados, principalmente en los Estados Unidos.

Las entradas de IED hacia los países desarrollados crecieron un 90% en 2015, mientras que las dirigidas a los países en desarrollo registraron un incremento de solo un 5,3%.

En cuanto a las tendencias de mediano y largo plazo, el estudio destaca importantes cambios en los proyectos anunciados entre 2005 y 2015: disminuye la relevancia de los sectores extractivos, se observa un particular dinamismo del sector automotriz y aumenta la importancia de las telecomunicaciones, las energías renovables y el comercio minorista.

La Secretaria Ejecutiva de la Cepal, enfatizó que las inversiones en energías renovables y en otros proyectos medioambientales están en la base de la propuesta de la Cepal para potenciar el desarrollo de la región con un gran impulso o ambiental para avanzar hacia un patrón de producción, energía y consumo bajos en carbono.

Salidas de inversión extranjera

Las salidas de IED de los países de la región  disminuyeron considerablemente a US$47.362 millones, un 15% menos que el año anterior, lo que refleja la moderación de la expansión que habían iniciado las llamadas empresas translatinas entre 2007 y 2012.

Según el informe, a partir de 2012 las corrientes de inversión directa en el exterior comenzaron a disminuir, afectadas por el enfriamiento del crecimiento regional y los cambios en los mercados internacionales de materias primas, sector en el que operaban algunas de las mayores empresas translatinas.

“En 2015 se acentuó el descenso de los precios de los recursos naturales y las condiciones económicas de los países empeoraron. Las inversiones directas en el exterior de las empresas brasileñas disminuyeron de manera más acentuada que las de sus pares de otros países de la región”, afirma la Cepal.

IED en Colombia

En el país la IED disminuyó un 26% en 2015 se ubicó en US$12.108 millones, el nivel más bajo en cinco años. No obstante, la Cepal anunció que las empresas colombianas sí han demostrado convicción para expandir sus operaciones por fuera del país.

La inversión colombiana en el exterior aumentó un 8% en 2015 y alcanzó los US$4.218 millones. Entre las grandes inversiones en el exterior se destaca la compra de la empresa sanitaria chilena Aguas de Antofagasta por parte de Empresas Públicas de Medellín (EPM), por US$967 millones.