La propuesta presentada por el senador del Polo Democrático, Alexander López, busca recuperar los derechos que los trabajadores perdieron cierto ingreso con la promulgación de la Ley 789 de 2002. | Foto: Archivo Semana

Economía

¿Resucitarán las horas extras?

Especialistas en el tema laboral y líderes sindicalistas le respondieron a Dinero.com sobre la conveniencia del proyecto que pretende revivir el pago de las horas extras nocturnas y dominicales, y si podrá sobrevivir al Congreso o no.

10 de mayo de 2013

La propuesta presentada por el senador del Polo Democrático, Alexander López, busca recuperar los derechos que los trabajadores perdieron en ingresos con la promulgación de la Ley 789 de 2002, y que ya fue votada en la Comisión VII el mes pasado; y ahora se enfrentará al Congreso.

Es así como Stéfano Farné, director del Director Observatorio del Mercado de Trabajo y la Seguridad Social, señaló que nadie puede afirmar cuál es el impacto real de la eliminación de las horas extras y otros beneficios en la generación de empleo. “Yo no puedo decir ni que aumenta ni disminuye el empleo por esta medida”, explicó. Según él, no hay estadísticas fehacientes que ratifiquen alguna posición frente al tema. Consideró, sí, que será muy difícil que la iniciativa avance en el Congreso. “La dificultad es ésta: uno no tiene la información suficiente para determinar qué tanta parte de un probable aumento en el empleo se debe sólo y exclusivamente en los costos de las horas nocturnas”, aseguró el experto.

“Si uno se deja guiar de la intuición teórica, puede afirmar que hay actividades, sobre todos los grandes almacenes, que han sido favorecidos por esta medida y que de pronto han sido favorecidos los consumidores, porque las grandes superficies han podido extender sus horarios, sin muchos recargos en términos de costo de trabajo”, explicó.

Para él, el debate no es clave en este momento, porque el Congreso debería abordar más rápidamente asuntos como las reformas a la salud y las pensiones, que sí son claves para el futuro del país.

Farné no le ve futuro al proyecto. “El hecho es que esto ya pasó y creo que será imposible devolverlo, es como un impuesto, una vez que te lo han puesto no te lo quitan. La gente ya se ha acostumbrado y hay resistencia a regresar a viejas reglas”.

Por su parte, Jairo Núñez, economista y especialista en temas laborales, que a su vez fue partícipe de la creación y diseño de la Ley 789 de 2002, aseguró que los cambios que se realizaron en el pasado Gobierno fue con la lógica de darle oportunidad a que más trabajadores pudieran tener un trabajo formal.

“Hicimos los cambios con la siguiente lógica: si los empresarios contaban con un trabajador para realizar el turno de 6 am hasta las10 pm, con la Ley la industria podía empezar a contar con dos turnos, (de 6am a 2pm y de 2pm hasta las 10pm), sin necesidad de pagar horas extras. Anteriormente lo que sucedía era que la empresa pagaba horas extras a una sola persona, no se contrataba a la persona adicional”, argumentó.

El economista enfatizó que el Proyecto que cursará en el Congreso para recuperar el pago de las horas extras, para la mayoría de personas puede sonar beneficioso, cuando en realidad puede afectar verdaderamente el desarrollo de la economía, sobretodo para la industria, el sector servicios y el comercio. “En la industria esto significaría eliminar muchos puestos de trabajo, y para las empresas bajar su producción, y pagar más dinero, (en horas extras). Y todos sabemos que a una mayor producción, bajan los precios y al bajar los precios aumenta la demanda. La lógica de la Ley fue esa, bajar costos de producción y el costo de nómina, por medio del aumento de empleos”.

A su vez, se mostró convencido sobre la poca probabilidad de que el proyecto pase en el Congreso, en razón a las políticas sobre empleo del Ministro de Hacienda y el Ministro de Trabajo.

Sin embargo, Julio Roberto Gómez, presidente de la Confederación General del Trabajadores, (CGT), como representante de los trabajadores considera que este proyecto hace justicia para con los trabajadores colombianos sobre la forma como se pagan las horas extras, pues luego de ser pagadas tras pasar las 6pm, fue extendida arbitrariamente hasta las 10 pm, “eso castigó sobretodo a los sectores trabajadores más empobrecidos, en aquellas empresas en donde se trabajan turnos sucesivos y demás”, señaló Gómez.

“Volver nuevamente a esta situación es lo lógico, por la justicia y respeto de los trabajadores, por lo cual ante este proyecto el sector empresarial debe responder como corresponde, porque cuando se hizo efectiva la Ley 789 de 2002 ni se generó empleo, ni se respetó los derechos de los trabajadores”, reiteró y ejemplificó su argumento, “Si la producción de una empresa está hecha para 50 trabajadores, como gerente no voy a contratar cinco personas más por la Ley, sencillamente porque no los necesito. Antes voy, como empresario, a aprovechar esa ventaja que me da el Gobierno en el pago de nómina”.

Frente a la aprobación del proyecto, el directivo de la central obrera se muestra optimista, y considera que “si el Congreso de la República tiene un mínimo de decencia debería devolverle a los trabajadores lo que les corresponde, teniendo en cuenta que no corrieron 'ríos de leche y miel' en cuanto a empleo y es hora de devolverles a los electores los beneficios que les arrebataron bajo el sofisma de la generación de empleo”, replicó.

De otra parte, el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, publicó en 2005 un estudio sobre el tema. El texto titulado: “La Reforma Laboral de 2002: ¿funcionó o no?” revelando que el principal impacto de esa reforma se vio reflejado en la contratación de “aprendices”. Además, que la eliminación de las horas extras y otros beneficios, pudieron haber ayudado a reducido el subempleo. Sin embargo, “los resultados no sugieren un efecto sustancial de la reforma sobre la generación de empleo”, destacó (consultar el estudio aquí).

Este estudio sirvió a muchos críticos de la reforma para advertir que la eliminación de esos beneficios que sólo ayudó a las finanzas de las empresas, a costa de los empleados.

Así las cosas, el debate sobre la resurrección de esas horas apenas comienza, y sólo tras la discusión que se genere en el Senado, se conocerá si estas horas se volverán a sentir en el bolsillo de los colombianos, o no.