Roberto Steiner, director de Fedesarrollo.

Reparos al presupuesto

Fedesarrollo recomienda revisar el subsidio al combustible, que beneficia a los más ricos y recortar el presupuesto de gasto de 2009 en $3,9 billones.

20 de agosto de 2008

“El Gobierno debería reconsiderar su política de precios de los combustibles, pues en la coyuntura actual fiscal no resulta apropiado gastar una suma equivalente a $5,9 billones en subsidios que benefician ante todo a consumidores de ingresos medios y altos, propietarios de vehículos particulares, a pesar del potencial impacto sobre el transporte urbano de los pobres” , Esa es la opinión del centro de investigación Fedesarrollo, sobre el proyecto de presupuesto de gasto para 2009 que se encuentra en discusión en el Congreso.

Así mismo, sugieren que el presupuesto de gastos para 2009 debería ajustarse a un crecimiento nominal no mayor del 10%, que equivale al crecimiento previsto del PIB nominal. La propuesta del gobierno establece un aumento del gasto de 13,12%.

Así, en lugar de los $140,4 billones propuestos, el gasto del año entrante debería ser de $136,6 billones, $3,8 billones menos.

Para reducir la cifra, Fedesarrollo estima que se deberían recortar los gastos totales en 2,8%. “Esta reducción permitiría utilizar una proyección más realista de recaudos en el impuesto a la renta y reducir el financiamiento neto del Gobierno a niveles similares a los del 2008”, señala.

Pero además de su monto, la entidad encuentra problemas serios en la estructura presupuestal propuesta. De un lado sostienen que los ingresos corrientes (que fundamentalmente son impuestos) sólo financian el 79% de los gastos corrientes, que incluyen el subsidio a los combustibles. Esto, dicen, “perpetúa el problema estructural de financiamiento del presupuesto”.

Demasiado gasto
De otra parte, advierten que el gasto ha sido demasiado procíclico en el país. Esto es que crece en los períodos de bonanza y declina en los de recesión.


Esto les preocupa a los economistas de la entidad porque a pesar de la bonanza de ingresos debida al ciclo económico y los altos precios del petróleo, el superávit primario de la Nación se está deteriorando. “Se está dando un cambio preocupante en la tendencia observada en los balances fiscales, tal como lo advirtió el Banco de la República al Congreso”.

Señalan que el superávit primario del sector público no financiero, que había llegado a 3,8% del PIB en 2006, se redujo a 3% en 2008 y se proyecta en apenas 1,9% en el presupuesto para el 2009. Algo similar ocurre con el superávit primario del Gobierno Central, que pasaría de 1,2% del PIB en 2007, al 0,7% en 2008 y apenas 0,4% en el 2009.

Este balance vuelve al país más vulnerable a los golpes internacionales y le genera mayores presiones inflacionarias y sobre la tasa de interés.

Finalmente Fedesarrollo señala que la proyección del aumento del impuesto de renta (18,9%) les parece demasiado optimista por la reducción en la tarifa de renta a 33%, el costo creciente de las exenciones y beneficios tributarios, y la desaceleración económica. Mientras tanto, los gastos de funcionamiento crecen 21,8% al incluir el subsidio a la gasolina.