Iván Zuluaga, gerente de la ARL Sura | Foto: Archivo Particular

SEGUROS

ARL, ahora más enfocadas en teletrabajadores

En la ARL Sura, la firma con más afiliados en el país, dicen que para que el trabajo en casa funcione debe haber una buena relación de confianza entre empleadores y empleados. Riesgos ergonómicos, eléctricos y cibernéticos surgen bajo esta modalidad laboral.

6 de mayo de 2020

Además de las polémicas que se han generado por la responsabilidad que se les dio a las Administradoras de Riesgos Laborales (ARL) para que provean los elementos de bioseguridad de los trabajadores del sector salud, estas firmas enfrentan un nuevo panorama con un gran porcentaje de sus afiliados trabajando desde casa y con nuevas condiciones y riesgos para quienes regresen a sus respectivas oficinas y fábricas.

Iván Zuluaga, gerente general de la ARL Sura, firma que tiene 4,23 millones de trabajadores afiliados de 314.816 empresas, explica que bajo la coyuntura actual su sector tiene que trabajar cada vez más como asesor de las compañías en temas de salud y seguridad en el trabajo. Para esto desarrollaron siete guías sectoriales, que comprenden aspectos como la adaptación operativa de los espacios de trabajo, medidas en desplazamientos hacia y desde lugares de trabajo, así como recomendaciones para la gestión de salud mental de líderes y equipos.

Las guías están en la página web de la ARL y a ellas se puede acceder de manera gratuita, pero la recomendación de Zuluaga es que además de las guías, las empresas hagan un mayor esfuerzo por conocer a sus empleados, que les insistan en el autodiagnóstico, para que se queden en casa si se sienten mal.

“En Sura somos conscientes de nuestro rol en los sistemas de protección social y contamos con información detallada de nuestros afiliados para establecer lo que técnicamente llamamos un cerco epidemiológico para aquellos trabajadores diagnosticados con covid-19. Esto es muy importante en el cuidado de las personas contagiadas y sus familias, al tiempo que facilita a los empresarios tomar decisiones y acciones rápidas que promuevan ambientes de trabajo seguros y saludables y, por ende, la continuidad de los negocios y la competitividad de las diferentes industrias”, puntualiza el directivo.

En lo que respecta al teletrabajo, Zuluaga considera que las empresas no solo deben estar pendientes de los temas de ergonomía de sus trabajadores, sino también generar un nuevo esquema de confianza, en el que se trabaje por resultados y no por el número de horas que la persona pase frente al computador. “Es necesario que la gente sepa qué se quiere lograr en la semana o en un mes y cuando se reúnan en videoconferencia no solo hablen de trabajo, también de la vida, pues eso es parte del ambiente de comunidad de una oficina”, sostiene y a los trabajadores les recomienda no olvidar las pausas activas, pues en la casa el riesgo ergonómico es mayor pues muchos no trabajan en los ambientes adecuados. A eso se debe sumar un acompañamiento en salud mental y en contención grupal, en caso de que haya algún contagiado. Otros riesgos que están evaluando las ARL con el teletrabajo son los eléctricos y cibernéticos de los equipos que están usando las personas que ahora laboran desde sus casas.

Así van las entregas

La emergencia sanitaria desatada por el coronavirus llevó al Gobierno, a través del decreto 488 de 2020, a autorizar a las ARL para que dispongan 7% de las cotizaciones totales a la provisión de elementos de protección (batas, monogafas, mascarillas, guantes y visores, entre otros) a los trabajadores del sector de la salud.

Zuluaga explica que anteriormente esa responsabilidad era de los empleadores y que las ARL para cumplir con esa tarea lo primero que hicieron fue crear equipos de comprar los artículos de bioseguridad en el mercado externo y también el local y deben enfrentar el desabastecimiento.

Según Fasecolda, gremio que reúne a las ARL, hasta el 29 de abril había entregado 7,3 millones de elementos de protección por un valor de $23.571 millones. La meta es atender a 690.000 trabajadores.