Estas son las ofertas y peticiones para el salario mínimo de 2018

Este jueves en la sesión de negociaciones para concertar el incremento del salario mínimo que regirá desde el primero de enero hasta el 31 de diciembre del 2018, los gremios revelaron sus cartas tras escuchar los cálculos de productividad e inflación esperada para el cierre de este año, así como las peticiones de los sindicatos.

La propuesta más alta para incrementar el salario la presentaron Fenalco y la Andi, con un 4,70% que equivaldría a $34.34.673 mensuales y dejaría el pago mínimo a los trabajadores formales en $772.390 cada mes.

Les sigue la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) con una propuesta de incremento de 4,60%, es decir una adición de $33.935 mensuales para un salario mínimo de 4771.652 para el 2018.

Por su parte, Asobancaria y la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi) sugirieron que el incremento para el próximo año sea de 4,50% equivalente a $33.197 para un total mensual de $770.914.

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Sin embargo, otras son las peticiones de los sindicatos. Por un lado, la Central General de Trabajadores CGT pidió el pasado martes que el incremento del salario mínimo del próximo año sea de 9%, equivalente a la suma de cuatro puntos adicionales al estimado de inflación para el cierre de este año, que estaría alrededor del 4%, más un punto adicional para compensar la pérdida de poder adquisitivo que dejó la reforma tributaria aprobada en el 2016.

La Central Unitaria de Trabajadores fue más allá y pidió un 12%, que equivaldría a $88.526 mensuales y llevarían el salario mínimo del próximo año hasta los $826.243 argumentando, entre otros motivos, que en los últimos 11 años el cálculo de productividad que realiza el DNP no fue correcto y a los trabajadores se les dejaron de pagar 13 puntos de productividad que equivalen a $16 billones.

Sin embargo, el Banco de la República ha sido enfático en solicitar que se tengan en cuenta las proyecciones de inflación tanto para el cierre de este año, que están alrededor de 4% y para el próximo año, que están cerca del 3,5%.

La razón es que el incremento salarial es uno de los factores de indexación de la inflación, lo que significa que un gran incremento en el salario mínimo empujaría al alza el Índice de Precios al Consumidor (IPC) y de este modo dificultaría su regreso al rango meta y al 3% que se proyecta a largo plazo.

Por otro lado, debe tenerse en cuenta que por ley el incremento del salario mínimo debe corresponder mínimo a la proyección de inflación para el cierre del año en curso más un punto porcentual.

Dado que el cálculo del Ministerio de Hacienda para la inflación de este año es de 3,9%, el salario mínimo debería incrementarse en por lo menos 4,9%. Pero ningún gremio hizo una oferta que por lo menos iguale dicha cantidad.

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