Del total producido en mayo, 107.000 barriles correspondieron a los contratos de producción de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), mientras 820.000 a las operaciones de Ecopetrol y asociados.

Productos Básicos

¿Petróleo a US$200?

La probabilidad de llegar a precios de más de US$150 por barril no es muy alta. Si se presentará, los efectos sobre la economía mundial dependerán de la rapidez y persistencia del choque sobre la oferta de petróleo. Opinión del economista jefe de Escenarios Económicos de BBVA Research, Juan Manuel Ruiz.

23 de marzo de 2011

De la rapidez y persistencia de un escenario con altos precios de petróleo, dependen los efectos sobre la economía mundial. La probabilidad de que se agudicen los problemas en Medio Oriente es baja y el efecto sobre los precios es temporal.

El actual móvil de los precios del petróleo es un choque de oferta temporal, debido a las tensiones geopolíticas de los países del Norte de África y Medio Oriente. Diferente al choque de demanda, liderado por los países emergentes, que llevó a cuadruplicar los precios del crudo entre 2004 y 2008 y que no produjo un efecto dañino sobre la economía mundial, que se vino abajo básicamente por la crisis financiera.

Ahora es diferente, el choque de oferta sin duda generaría un efecto negativo sobre la economía. Pero dependería de la rapidez y de la persistencia de la escalada de los precios lo profundo que tocaría la recuperación de la economía mundial.

La probabilidad de un escenario de precios de petróleo a US$200 es baja, dado que para que esto suceda, grandes productores de petróleo como Irán y Arabia Saudita tendrían que sufrir los problemas de orden público que hoy vive Libia. En ese caso los precios no solo llegarían a US$200, si no podrían ser mayores. Es un evento sin precedentes y no se sabe cuál sería la reacción de los mercados y los gobiernos.

Al mirar la historia, los choques de oferta presentados entre 1973 y 1979, el crudo alcanzó un aumento del 2.300%, no tuvo un efecto devastador sobre la economía, pues fueron aumentos graduales en donde los gobiernos y las empresas tuvieron tiempo de ajustar sus aparatos productivos y estructuras de costos de la energía.

En este caso, el aumento sería rápido y tendría algunos efectos sobre las cadenas de producción que demoran más tiempo en ajustarse a esos incrementos de precios. Pero entonces la pregunta completa sería a qué velocidad se llega a los US$200 y cuánto tiempo duraría ese pico de precios.

Mientras dure solamente dos o tres meses y después regrese a los niveles de equilibrio determinados por oferta y demanda, se consideraría un choque transitorio y la economía podría absorberlo fácilmente.

Un incremento del precio a US$200 sería por causas involuntarias, en el sentido que no sería un acuerdo del cartel de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep). Por lo tanto no es probable que sea un evento se prolongue con el tiempo.

Por lo tanto, el hecho de que el aumento se produzca por el lado de la oferta y que sea temporal, sería un choque relativamente fácil de sobrellevar por parte de la economía mundial.

Quiénes estarían más afectados

Por otro lado, hay economías más vulnerables al choque. Hay tres dimensiones que determinan la vulnerabilidad de una economía frente a choques al petróleo. Una es el grado en el cual ha tenido avances para reducir la intensidad energética de la producción. La intensidad en términos reales es menor por lo tanto las economías serían más capaces de absorber estos choques, hoy en día los países desarrollados tienen diferentes tipos de energía diferente al petróleo.

En ese sentido, las economías emergentes serían un poco más vulnerables pues las desarrolladas son las que han logrado mayores avances en reducir la intensidad energética.

Otro aspecto que haría a los emergentes más vulnerables es la existencia de subsidios al consumo de energía. Al haber menos traslación de los precios internacionales a los domésticos, la demanda se ajusta menos que en donde si se traslada.

Por otro lado, los países que están en peores condiciones para enfrentar altos precios del petróleo, son aquellos que cuentan con tasas de inflación elevadas y que sus índices de precios son más sensibles a los precios de la energía y de las materias primas en general. En ese sentido las economías emergentes que parten de inflaciones más elevadas y las materias primas tienen un componente mayor sobre los índices de precios sufriría más que las desarrolladas.

Sin embargo, la posición cíclica de las economías emergentes es mucho mejor que el de las desarrolladas. Un efecto negativo del 1% sobre el Producto Interno Bruto (PIB) que pueda causar una escalada repentina de los precios del crudo, no es lo mismo en economías que crecen a tasas entre el 5% y el 8% como ocurre en los emergentes, que a tasas de entre el 1% y el 2% como se proyecta que lo hagan los desarrollados.

Probabilidad baja

Mientras las tensiones geopolíticas continúen en Libia, el mercado de crudo se mantendrá presionado y los inversionistas seguirán cobrando una prima de riesgo sobre el precio de equilibrio. Sin embargo, las tensiones no elevarán los precios a unos niveles mayores pues se asume que otros productores tienen la capacidad de suplir la oferta de crudo de ese país. Incluso si los disturbios se trasladaran hasta a Argelia y cerrara su producción, los países de la Opep podrían sustituir esa oferta.

Sin embargo, que Argelia se sume al cierre de la producción adicionaría una mayor incertidumbre, pues la capacidad de reacción de los mayores productores de petróleo disminuye a medida que sus excedentes de producción bajan. En este escenario, el precio llegaría a los niveles récord vistos en 2008, cerca de los US$150.

En ese mismo sentido, aunque la probabilidad de que los problemas de orden público tomen el mismo rumbo en Irán y Arabia Saudita es muy baja, de presentarse el petróleo podría llegar no solo a los US$200.

Un choque de oferta tan grande como es la disminución en la producción del más grande proveedor mundial de crudo, es un evento que no tienen precedente y que no se puede calcular qué tipo de reacción se daría. En este escenario, no habría manera de suplir la oferta incrementándola, entonces el aumento del precio tendría que ser muy elevado para reducir la demanda.

La demanda de petróleo es muy poco sensible al precio. Entonces para ajustar el precio a las cantidades ofrecidas, el precio tendría que ser tan alto que los gobiernos en ese escenario buscarían otros mecanismos para ajustar la demanda.