La volatilidad en el mercado cambiario será bastante alta el próximo año en medio de la incertidumbre con respecto a los precios del petróleo.

Economía

El peso colombiano se mueve al ritmo del petróleo

La moneda presenta una depreciación acumulada del 25% desde julio, cuando alcanzó su nivel mínimo del 2014 ($1.844), ubicándose actualmente en su nivel más alto desde mayo de 2009.

4 de diciembre de 2014

En lo corrido del año, la depreciación del peso colombiano se sitúa en 14.8%, siendo este el segundo peor desempeño de la región, al situarse únicamente por detrás del Peso Argentino que ha registrado una depreciación del 23.6%.

El equipo de analistas de Credicorp Capital esperaba un debilitamiento del peso colombinao en la última parte del año, principalmente por la finalización tanto del rebalanceo de los índices de deuda soberana de JP Morgan, como de la inyección de liquidez de la Reserva Federal en Estados Unidos. Sin embargo la depreciación ha sido mucho más fuerte de la esperada, en medio de un contexto en el que se ha presentado una fuerte caída en los precios del petróleo durante los últimos meses.

Cabe recordar que la reciente tendencia bajista en los precios del petróleo responde a diversos factores tales como el incremento en la producción de crudo en Estados Unidos, la desaceleración de China y Europa, y la decisión de la OPEP de no recortar sus cuotas de producción.

A pesar de que una gran cantidad de variables jugarán un papel importante sobre el comportamiento de la tasa de cambio en el 2015, la firma considera que los precios del petróleo continuarán siendo el factor más relevante.

De hecho, el peso colombiano ha actuado recientemente de tal manera que evitaría grandes desviaciones del déficit fiscal observado frente a la meta estipulada para 2015, consistente con las estimaciones del Gobierno en relación con la sensibilidad de las cuentas fiscales a los precios del petróleo y la tasa de cambio.

Así, el peso nacional se ha comportado como un estabilizador automático que previene un fuerte deterioro del balance fiscal. Por supuesto, se mantiene la alta incertidumbre con respecto al futuro de los precios del petróleo.

A pesar de esto en Credicorp continúan siendo relativamente optimistas con respecto a la actividad económica del país en el 2015, basándose en la fuerte dinámica presentada por la demanda interna, la continuidad del gasto de regalías por parte de los gobiernos regionales y un mejor desempeño esperado de otros sectores transables diferentes al petrolero.

Obstante aclaran que, es claro que los riesgos están sesgados a la baja, debido al impacto que puede tener el débil crecimiento económico mundial y la fuerte reducción de los precios del petróleo sobre las cuentas fiscales y externas.

En cuanto a esto último, después de que la cuenta corriente alcance un déficit cercano al 4% del PIB en el 2014, esperan una mejora durante el próximo año sustentada en la consolidación de la actividad económica en EEUU (el principal socio comercial de Colombia, a donde se dirigen cerca de 30% de las exportaciones totales), la recuperación gradual esperada de las economías europeas y suramericanas, una tasa de cambio más competitiva y la reapertura de la refinería de Cartagena estipulada para el primer semestre del 2015.

Por otro lado, en un escenario alternativo en donde la reducción de los precios del petróleo afecta la demanda interna en forma importante (escenario pesimista), Credicorp espera una importante reducción en las importaciones, contribuyendo de esta manera a una mejora gradual en la balanza comercial, cómo ha ocurrido en los últimos meses, por ejemplo, en economías como las de Perú y Chile.

Por consiguiente, la comisionista considera que las preocupaciones están enfocadas en mayor medida sobre las cuentas fiscales, debido a que cerca del 20% de los ingresos del Gobierno provienen del sector petrolero, lo que ha permitido al sector público ser un importante motor de crecimiento de la economía en los últimos años.

Por tal razón sostienen que no es una coincidencia que el peso colombiano se haya comportado recientemente de tal manera que esté previniendo grandes desviaciones del déficit fiscal observado frente a la menta establecida para 2015 (la meta del gobierno es 2.4% del PIB), según los estimativos hechos por el Gobierno en términos de la sensibilidad de las cuentas fiscales a cambios en el precio del petróleo y en la tasa de cambio.

Concluye la firma señalando que en general, estos factores, conjuntamente con la visión general de que los precios del petróleo se encuentran cercanos a un piso (debido al costo marginal de producción en EEUU), no deberían permitir una depreciación adicional importante en el peso colombiano desde los niveles actuales. De cualquier manera, la volatilidad en el mercado cambiario será bastante alta el próximo año en medio de la incertidumbre con respecto a los precios del petróleo.