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COMERCIO

Perú levanta sanción a productos de confitería y azúcar colombianos

Las exportaciones totales de Colombia a Perú en 2017 sumaron US$1.138 millones y este país se convierte en uno de los socios comerciales más sólidos en la región.

31 de agosto de 2018

La Comunidad Andina de Naciones (CAN), es el mercado natural para los productos colombianos y es allí en donde en realidad los productores locales han logrado consolidar sus ventas, que entre 2001 y 2017 registraron un monto de US$40.400 millones; según análisis de la firma consultora en negocios internacionales Araújo Ibarra, siendo Perú uno de los principales y más sólidos socios.

Sin embargo, desde hace cerca de una década el gobierno de ese país decidió imponer una sanción contra Colombia, la cual consistió en un sobrearancel a 11 productos colombianos de hasta 10%, entre ellos, azúcar crudo y refinado, algunos artículos de confitería y chocolatería, preparaciones de café y malta.

Como resultado de los acercamientos bilaterales que los ministros de Comercio, Industria y Turismo, José Manuel Restrepo, y de Agricultura y Desarrollo Rural, Andrés Valencia, sostuvieron la semana anterior con sus homólogos del vecino país, se logró el levantamiento de dicha medida, lo que abre la posibilidad de que las exportaciones locales puedan incrementarse en los próximos años.

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El año pasado, el valor de las exportaciones colombianas a Perú de los productos objeto de la sanción, fue de US$150 millones. “Lograr el levantamiento de la medida significa la posibilidad de recuperar ingresos para el sector exportador colombiano y dar solución a un problema de más de 10 años”, dijo José Manuel Restrepo, ministro de Comercio, Industria y Turismo.

Datos de Procolombia indican que en 2017 las exportaciones de Colombia a Perú, en productos no minero energéticos sumaron US$910 millones, de los cuales US$180 millones corresponden a bienes agroindustriales.

Las ventas mineras; por su parte, alcanzaron US$227 millones; para un gran total de US$1.138 millones, cifra ligeramente superior a la registrada en 2016, cuando el dato fue de US$1.050 millones; pero inferior a la de 2015, año en el que alcanzó US$1.148 millones. En el primer semestre de este año, el dato total de las ventas colombianas de productos no mineros al vecino país alcanzaron US$474,3 millones, según análisis de Procolombia.

Decisiones en arroz

Además, como resultado de la negociación de los ministros colombianos con sus homólogos de Perú, Colombia implementará de manera progresiva la eliminación de las restricciones a las importaciones de arroz peruano; y por su lado Perú, reitera que su mercado está liberalizado para el arroz colombiano.

El ministro Andrés Valencia, por su parte, sostuvo un encuentro con el gremio arrocero y aclaró que “a la fecha no se ha autorizado ninguna importación de arroz proveniente del Perú. Se realizará un ejercicio cuidadoso en la reglamentación que establecerá la modalidad de ingreso, que contendrá disposiciones en materia de origen para evitar la triangulación, y será transparente y pública salvaguardando los intereses de nuestro sector productivo”.

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El acuerdo entrará en vigencia en el momento en que Perú levante la medida impuesta a las exportaciones de azúcar, confitería y café colombianas y Colombia y a su vez, reglamente la administración del contingente del primer año, así como su aumento gradual durante los próximos cuatros años.

En aras de trabajar para que con las apertura de los mercados no ingrese producto de contrabando, los funcionarios manifestaron que se fortalecerán las instancias de vigilancia mediante el establecimiento de un Puesto de Control Unificado.

Frente a estos logros, le presidente de la Asociación de Comercio Exterior (Analdex), Javier Díaz, consideró positivo que Perú haya levantado la sanción, pero también llamó la atención sobre la necesidad de que a futuro se cumpla con los compromisos establecidos en los acuerdos, con el fin de lograr un intercambio libre con el cumplimiento de los cronogramas establecidos en Cartagena.

Esto sin desconocer que debe haber un control del comercio ilegal para evitar el contrabando y de esta manera evitar riesgos en materia fitosanitaria y que los industriales colombianos compitan en igualdad de condiciones.