Foto: Archivo Semana

Calidad de vida

Ciudadanos creen que la seguridad es la mayor problemática en Latinoamérica

La seguridad e insuficiencia de ingresos fueron clasificadas por los ciudadanos como dos de las principales problemáticas en la región latinoamericana, según una encuesta del BID ¿Por qué?

5 de julio de 2016

En una reciente publicación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), tras una investigación que implicó la aplicación de encuestas individuales realizadas durante cuatro años, dio a conocer las opiniones y percepciones de casi 85 millones de latinoamericanos y caribeños sobre la calidad de vida urbana en la región.

‘Voces emergentes, percepciones sobre la calidad de vida urbana en América Latina y el Caribe’, fue el resultado final del análisis de las percepciones de los ciudadanos sobre 21 diferentes temáticas. Sin embargo, la seguridad e insuficiencia de ingresos resaltaron como dos de los aspectos más preocupantes en la región.

Dichas temáticas permiten conocer las prioridades, percepciones, indicadores cualitativos y cuantitativos y puede ser un instrumento de gran utilidad para que los gobiernos tengan en cuenta el desarrollo de políticas públicas.

Para la realización del estudio y las encuestas, participaron megaciudades (como Bogotá, Ciudad de México o Buenos Aires) y ciudades Ices (Iniciativa Ciudades Emergentes y Sostenibles, entre las cuales se encuentran ciudades intermedias con áreas urbanas de entre 100.000 y 2‘000.000 de habitantes, como Pasto, Mar de Plata, Bucaramanga o Valdivia).

Estos fueron algunos de los aspectos más destacados de acuerdo a los resultados obtenidos:

La mayor problemática

Según la población encuestada la seguridad es la dimensión más problemática y la que mayor incidencia posee en el bienestar de las personas. En efecto, la falta de seguridad ocupa el primer lugar en el ranking, tanto en el caso de las ciudades Ices como en las megaciudades.

De todos modos, el porcentaje de habitantes que se sienten seguros en las ciudades ICES (28%) es superior al porcentaje de habitantes que se sienten seguros en las megaciudades (16,4%). Además, solo un 34,6% de las personas encuestadas señalan que confían en la policía.

“No puede dejar de señalarse, como reto y como denuncia, que la triste ratificación de que los ciudadanos hayan ubicado la seguridad como primer problema público no es sino la expresión del fracaso, que se nos hace palpable, en la gestión de las ciudades”, planteó el experto docente y asesor Fabio Quetglas, quien hizo parte de la realización de la investigación.

Además, Quetglas afirmó que la región ostenta el triste privilegio estadístico de ser la más violenta del planeta, con una tasa de 25 homicidios cada 100.000 habitantes (casi el cuádruple del promedio global) y que de las 50 ciudades más peligrosas del mundo, 41 son latinoamericanas.

¿Sí hay con que cubrir las necesidades?

Los ciudadanos de las Ices ubicaron la problemática de ingresos insuficientes en el segundo lugar y los de las megaciudades en el séptimo puesto. No obstante, el 43,9% de los ciudadanos de las megaciudades señalaron que el ingreso total familiar no les permite cubrir satisfactoriamente las necesidades del hogar, mientras que en la población de las Ices, la cifra representó el 30%.

En cuanto a la capacidad para afrontar los costos de servicios básicos como el agua o la luz, las megaciudades también presentaron la situación más crítica. El 38,8% de los encuestados que habitan en las grandes ciudades indicaron que han tenido dificultades para pagar esas cuentas en el último año.

Con los resultados se observó que el nivel educativo alcanzado condiciona en gran medida la posibilidad de afrontar los costos que suponen la satisfacción de las necesidades básicas de los hogares, en la medida en que más años de estudios se relacionan con mayores posibilidades de acceder a un empleo mejor remunerado.

Otro factor preocupante, correspondió a que 17 de 24 ciudades relevadas muestran una población con muy baja suficiencia económica. De esta forma, el dato más frecuente es que entre el 5% y el 10% de la población tiene una adecuada capacidad de ahorro.

Finalmente, “el hecho de que las grandes ciudades operen como atractores demográficos muy intensos en el continente, pone en crisis la idea que surge de las encuestas de que es en las ciudades intermedias donde menos gente padece dificultades económicas”, afirmó Quetglas a modo de observación.