Monedas de A.L se moverían por la influenza

Estas podrían registrar correcciones esta semana por tomas de ganancias, por los altibajos de la economía de EE.UU., o por los temores a la gripe porcina, que el lunes golpeaban al peso mexicano.

27 de abril de 2009

Los factores domésticos de la región también serán clave para definir la dirección de las principales monedas de América Latina, donde la agenda interna de cada país hace difícil establecer una tendencia uniforme.

Los Gobiernos de todo el mundo se movilizaban el lunes para contener la expansión de una posible pandemia de gripe, mientras un virus que habría dejado 103 muertos en México ya se presentó en Estados Unidos, España, y posiblemente haya llegado incluso hasta Nueva Zelanda.

En las operaciones de Europa y Asia, antes de la apertura oficial en México, el peso mexicano se hundía casi 3 por ciento a sus mínimos en tres semanas.

Al cierre de la semana pasada, antes de la aparición de los preocupantes reportes sobre la influenza el fin de semana, los activos emergentes subieron junto a los mercados desarrollados.

Esta semana, las acciones estadounidenses enfrentarían turbulencias por la inminente publicación de "pruebas de tensión" a grandes bancos, una reunión de la Reserva Federal y una oleada de resultados empresariales que mantendrá en alerta a los inversores.

"Sin el contexto de Estados Unidos, deberíamos de observar una lenta depreciación de las monedas debido a variables estacionales, toma de ganancias", dijo David Duarte, analista de la consultora 4Cast.

"Si la aversión al riesgo continúa cayendo, entonces puede jugar el papel de revertir esta tendencia", agregó.

El peso mexicano se mantendría entre 13,20 y 13,40 unidades por dólar dentro de "una cierta estabilidad", según el pronóstico de Gustavo Hernández, analista económico de FGI Global Investment. Pero esta proyección fue anterior a los informes de la propagación de la gripe porcina.

El lunes, antes de la apertura mexicana, el peso se cotizaba a 13,6400, luego de descender hasta 13,6990.

El real brasileño, que viene fortaleciéndose gracias al mejor panorama externo y al ingreso de dinero de extranjeros en Brasil, podría variar su tendencia por la proximidad del vencimiento de un lote de contratos de "swaps" cambiarios que preocupa a los inversores.

Según datos del ente emisor brasileño, los contratos de swaps cambiarios, que vencen el 5 de mayo, suman poco más de 5.500 millones de dólares, sin que hasta el momento haya avisos de renovación de dichos instrumentos.

Factores domésticos
Para el peso chileno la semana estará marcada por la publicación de cifras de producción y ventas industriales, cuyas pobres expectativas ya estarían asimiladas por el mercado, y por el dato de desempleo.

"Creo que la próxima semana el peso va a estar en un canal lateral de entre 580 a 590 pesos (...) Será una semana más corta por el feriado del viernes, lo que también quita algo de movimiento al mercado cambiario", dijo un operador en Chile.

Para el Banco de Bogotá, el peso colombiano reducirá su fuerza alcista por el declive de los efectos de tres hechos puntuales, que fueron la solicitud de una línea de crédito al Fondo Monetario Internacional, la reapertura de deuda externa y la oferta de dólares de extranjeros interesados en deuda interna.

En tanto, según analistas, el peso argentino no contempla un cambio brusco en su nivel de cotización y se inclinan por augurar una suave alza del dólar, apoyada por la reaparición de compras de la divisa del banco central local, que trata de recuperar reservas internacionales.

"En el mercado mayorista el dólar se mantiene en torno a 3,70 pesos para la venta", indicó un reporte de Portfolio Personal.

Analistas en Perú no esperan una mayor apreciación del sol, que cerró la semana pasada a 3,044/3,045 unidades por dólar, su mejor nivel en más de seis meses.

"No esperamos que (el dólar) caiga más, de hecho bajó de manera considerable y por debajo de los niveles en los que se encuentra uno esperaría una intervención del Banco Central (comprando dólares)", dijo Roberto Flores, analista de la correduría Centura SAB.

 

Reuters