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Economía

Microcréditos privados, ¿nueva revolución económica en China?

Cientos de miles de pequeñas compañías chinas son financiadas por préstamos privados, frecuentemente ilícitos. Pero como muchos se vuelven incobrables, el gobierno anunció un esquema piloto para crear instituciones financieras nuevas y más pequeñas que ofrecen microcréditos y capital privado. ¿Es el próximo paso de nueva revolución económica?

Alianza BBC
30 de abril de 2012

En ese país es muy común el financiamiento privado; es decir, prestar dinero fuera del sistema bancario estatal.

Por ejemplo, la ciudad de Wenzhou, en la provincia de Zheijang, es considerada el hogar de los empresarios chinos. Wenzhou tiene más de 400.000 pequeñas empresas que crean una alta proporción de los "bienes" del mundo, como encendedores, zapatos y anteojos.

Muchas de las fábricas de la ciudad comenzaron a operar gracias a préstamos privados porque los bancos estatales de China no están involucrados en el negocio de prestarles dinero a las incipientes empresas de manufacturas.

Así que, para financiar sus nuevos proyectos, los empresarios han puesto sus ojos en los financieros privados.

Estos prestamistas son, con frecuencia, dueños también de negocios y buscan conseguir un mejor interés para su dinero que el que consiguen en los bancos estatales. Y tienen mucho capital para prestar.

Zhou de Wen es el líder de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas de Wenzhou. Le dijo al programa In Business, de BBC Radio 4, que la cantidad total de préstamos privados en Wenzhou llegó a US$19.000 millones.

En la provincia de Zheijang la suma supera los US$237.000 millones, que es más o menos la mitad del total de préstamos privados en China, de US$586.817 millones.

Negocio riesgoso


El problema con este financiamiento privado es que muchas veces no ocurre de manera abierta. Oficialmente es ilegal, pero la línea es muy delgada entre lo que está permitido y lo que no lo está.

El gobierno chino se hace la vista gorda con buena parte del mercado de financiamiento privado, siempre y cuando las tasas de interés que reciben los prestamistas no excedan las tasas de interés de los bancos estatales.

Muchos prestatarios, sin embargo, pagan con frecuencia una tasa mucho mayor.

En Wenzhou, la tasa oficial del estado es de 0,6% al mes, mientras los prestamistas privados pueden cobrar entre 3% y 6% al mes por sus préstamos, que frecuentemente son de corto plazo y hasta por seis meses.

Esta práctica estuvo en los titulares de prensa hace poco cuando una corte halló a una empresaria de 31 años, Wu Ying, culpable de "trampas financieras".

Wu, que pasó de ser una peluquera a una de las mujeres más ricas del país, fue sentenciada a muerte, si bien el viernes pasado la corte suprema del país anuló la sentencia y ordenó un juicio nuevo.

Ganadores y perdedores

Con el rápido crecimiento de la economía de China, el financiamiento privado ha sido una situación en la que todos ganan.

Los empresarios han podido tener acceso al capital que necesitan para desarrollar sus negocios, que a su vez les permiten beneficiarse de la bonanza china. Los inversionistas, mientras tanto, consiguen una mejor tasa en la devolución de su dinero.

Pero el debilitamiento reciente de las condiciones económicas chinas y mundiales ha generado grietas en el sistema.

Como ahora muchos se ven enfrentados a ventas débiles y una competencia más fuerte, varios dueños de fábricas que recibieron dinero prestado no han podido pagar su deuda. Algunos, incluso, han desaparecido y otros se suicidaron, dejando a los prestamistas con pocas esperanzas de recuperar su dinero.

Y mientras un alto número de prestamistas son hombres o mujeres de negocios, otros son personas comunes y corrientes que ahorraron y tenían dinero para invertir. A veces hacían préstamos sólo a punta de confianza y un apretón de manos porque sus acuerdos eran entre amigos, familiares y socios cercanos.
"Misiones importantes"

El gobierno chino recientemente anunció planes para reformar este sector de la economía, por lo que desarrolló un esquema piloto para crear instituciones financieras nuevas y más pequeñas.

El esquema comenzará en Wengzhou y creará instituciones como bancos rurales, compañías de microcréditos y, más importante, un fondo de capital privado dirigido por el gobierno de la ciudad para que sea invertido en sus compañías privadas.

Esta decisión no tiene antecedentes en China y podría ser el comienzo de la próxima fase de su desarrollo económico.

Llega casi al tiempo del anuncio del primer ministro, Wen Jiabao, de que debería ponerse fin al monopolio de los bancos estatales.

Y el gobierno no es el único que tomó la iniciativa de mejorar la situación en Wenzhou.

Desde mayo de 2010, un joven abogado, Yen Yi Pan, maneja una página web en la que tanto prestamistas como prestatarios pueden comerciar. La idea le llegó después de que se dio cuenta de una serie de casos en su oficina sobre negocios de préstamos.

"La página tiene dos misiones importantes", explica. "Una es ser una plataforma de intercambio de información para prestamistas y prestatarios. La segunda es para cuando las dos partes ya tienen un acuerdo".

"Ofrecemos apoyo legal en línea, preparamos contratos, acordamos tasas de interés y damos una especie de garantía. De esta manera estamos en una posición en la que podemos ayudar a regular el mercado".

Zhou de Wen, el influyente líder de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas de Wenzhou, cree con tanta firmeza que el financiamiento privado debe regularse que escribió un borrador sugerido de ley para tal efecto.

Dice que el sistema financiero debe cambiarse porque el monopolio de los grandes bancos estatales promovió el crecimiento del sector financiero privado.

"Tenemos un sistema financiero muy irracional en este país. No puede suplir las necesidades económicas del desarrollo de este país. Por eso se ven muchas crisis en estas pequeñas y medianas empresas".

"Si el sistema financiero no cambia entonces la economía de nuestro país no puede seguir adelante", dice.