La nueva moneda de 2 euros en homenaje a Charles De Gaulle.

Maastricht en problemas

Para el fianancista George Soros, los alemanes tendrán que “reflexionar sobre lo impensable”: retirarse de la eurozona para revivir el marco.

24 de junio de 2010


El financiero George Soros les propuso a los alemanes en una columna del diario Financial Times, pensar lo que dice, es impensable: la opción de retirarse del euro. La propuesta la hace, dice, como un ejercicio hipotético porque si eso ocurriera “las consecuencias políticas serían impensables”.

El escenario que describe con la salida de Alemania de la zona euro sería el siguiente. El marco alemán restaurado se dispararía, mientras que el euro del resto de los países europeos se derrumbaría. Con eso, el resto de Europa se volvería más competitivo y podría exportar sus productos con más facilidad. Con esto saldría de sus dificultades más temprano que tarde.

Mientras tanto “Alemania encontraría qué tan doloroso puede ser tener una moneda sobrevaluada”, dijo. En este escenario, la balanza de pagos germana se deterioraría y aumentaría el desempleo. “Los bancos sufrirían pérdidas severas por el tipo de cambio y requerirían grandes inyecciones de fondos públicos. Pero el gobierno encontrará que es más aceptable rescatar los bancos alemanes que a Grecia o España”, añadió el financiero.

Pero además habría otras compensaciones en este escenario. Los pensionados alemanes podrían vivir en España como reyes y con ello le ayudarían al mercado de finca raíz española a recuperarse.

Las dificultades
El problema, dice Soros en su columna del Financial Times, es que Alemania está en el corazón de la integración europea que se consolidó en el tratado firmado en la ciudad de los Países Bajos de Maastricht.

Alemania ya ganó del pacto porque, como lo señala, la reunificación de las dos alemanias solo era posible en un escenario de una Europa unida. “Estaban dispuestos a hacer algunos sacrificios para asegurar la aceptación europea. Los alemanes contribuirían un poco más y tomarían un poco menos que otros para facilitar el acuerdo”, afirma.

Pero ahora están llegando los problemas. El diseño del euro tiene líos desde el inicio, destaca Soros. “El Tratado de Maastricht propuso una unión monetaria sin una unión política – un banco central, pero sin un tesoro central. Cuando se llega al tema del crédito soberano, los miembros de la eurozona están solos”.

Este hecho no fue visto con claridad, incluso por cuanto el Banco Central Europeo les prestaba a los países de la eurozona prácticamente con las mismas tasas de interés de Alemania. “Los bancos estaban felices de ganar unos centavos extra sobre activos que supuestamente estaban libres de riesgo y llenaron sus balances con deuda de gobiernos de los países más débiles”.

Los problemas de Lehman Brothers primero y luego de Grecia, que fueron atendidos según George Soros, con lentitud, han sido costosos y hasta ahora, las recetas que se ofrecen para salir de ellos parecen contraproducentes.

Las medidas de recorte fiscal que se les piden a los países en dificultades, dice, detienen el crecimiento, aumentan el desempleo y por eso hacen más difícil consolidar su situación fiscal. “En la ausencia de una depreciación del tipo de cambio, el proceso de ajuste deprimirá los salarios y los precios, levantando el fantasma de la deflación”.

Considera además que las medidas de disciplina a ultranza que están sobre la mesa aumentan el descontento social. Si ganan terreno, el efecto podría ser devastador.“La UE puede ser paralizada o destruida por el auge de los extremismos xenofóbicos o nacionalistas”. Si eso ocurre, opina, Alemania se llevaría buena parte de la responsabilidad.

Señala que a pesar de que no se puede culpar a los alemanes por querer una moneda más fuerte y un presupuesto balanceado, considera que están tratando de imponer medidas que afectan a sus vecinos. “El publico alemán difícilmente reconocerá el daño que hacen las políticas alemanas al resto de Europa, porque, como funciona el euro, la deflación le ayudará a Alemania a ser más competitiva en los mercados mundiales, a la vez que empuja a los países más débiles más hacia la depresión y aumenta el peso de su deuda”.

Como los alemanes no quieren ser más el bolsillo de la eurozona, la invitación de Soros es tremendamente llamativa ¿Qué pasaría?