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Lavado de activos el que más goza con el crecimiento económico

Colombia es un ejemplo para varios países de América Latina en la lucha contra el lavado de activos pese a la vulnerabilidad de los sectores económicos que crecen y se vuelven cada vez más atractivos para que las organizaciones criminales los utilicen para la comisión de delitos.

28 de julio de 2012


"Los esfuerzos en la lucha contra el lavado de activos en Colombia en los últimos años se han multiplicado, ha sido creciente, ha sido una política de Estado", dijo a periodistas el fiscal general de Colombia, Eduardo Montealegre.

Al término del XII Congreso Panamericano de Riesgo de Lavado de Activos y Financiación del Terrorismo, Montealegre señaló que Colombia es un país modelo de "cómo utilizar mecanismos contra el lavado de activos, cómo crear nuevas figuras para evitar que la economía sea utilizada indebidamente en el blanqueo de capitales".

Puntualizó que "en la medida en que se vayan transformando las relaciones económicas y jurídicas, los sectores económicos que obtienen un importante crecimiento "se convierten en sectores vulnerables para el lavado de activos".

El fiscal advirtió que "las organizaciones criminales siempre tratan de utilizar esos sectores crecientes de la economía real, del sector financiero para utilizarlos e instrumentalizarlos en la legalización ilícita de bienes provenientes de delitos".

Frente al escándalo de dos bancos de Estados Unidos que presuntamente habrían lavado activos o sido cómplices en la comisión de esta clase de delitos, Montealegre dijo que en Colombia, "en los últimos años nunca hemos visto temas de que el sector financiero, que la banca estuviera involucrada en temas de lavado de activos".

Aseguró que esto obedece primero a la "gran ética de la banca colombiana, y porque también se han multiplicado los factores de control frente al lavado de activos".

"Por eso Colombia es un modelo en este momento para muchos países de América Latina, precisamente los mexicanos tienen mucho interés de fortalecer las relaciones bilaterales entre los dos países en la lucha contra el crimen organizado", agregó.

Por su parte, expertos reunidos en el congreso plantearon que los que trabajan en la mitigación de riesgos deben identificar, no solo operaciones sospechosas de lavado y narcotráfico, sino también de posibles casos de corrupción.

La Asociación Bancaria de Colombia (Asobancaria) propuso trabajar en cuatro frentes comunes para avanzar en la mitigación de los delitos relacionados con el lavado de activos y la financiación del terrorismo.

Sugirió que al interior de la comunidad internacional se deben adoptar estándares mundiales en la lucha contra estos delitos y que se practique el intercambio de información entre las entidades y los Gobiernos.

Específicamente sobre el tema del narcotráfico, Asobancaria coincidió en afirmar que la problemática generada por la producción, comercialización y consumo de drogas ilícitas atañe a todos en el sistema internacional y debe ser combatida de forma conjunta.

Sobre el lavado de activos relacionados con el tráfico de estupefacientes, los expertos participantes en el foro indicaron la necesidad de reforzar los controles en los países desarrollados y no dejar la carga sólo a los países productores.

Advirtieron que el combate de todos los delitos relacionados con el narcotráfico por parte de las autoridades en las naciones consumidoras se equivoca porque se basa en ir detrás del pequeño productor y no buscan a quienes están detrás del gran negocio y de los sistemas financieros donde están las grandes cantidades de dinero.

Además, se propuso fortalecer y articular el aparato institucional de la justicia, es decir que los organismos de investigación financiera y judicial, Fiscalía y Policía, deberían estar coordinados incluso al interior de sus mismas estructuras para lograr eficacia en las labores de judicialización.

Asobancaria recordó que en 2011 formó bajo la coordinación del Programa Internacional para el Adiestramiento en la Investigación Criminal (Icitap) del Departamento de Justicia de los Estados Unidos a 140 investigadores de la policía judicial y 40 fiscales delegados, y se llegó a ciudades diferentes de Bogotá, como Barranquilla, Medellín, Cali y Cúcuta.

Finalmente, resaltó la importancia de articular los sectores público y privado, ya que considera que el sector privado tanto el financiero como las empresas deben participar en el combate de esta clase de delitos y sugirió que la lucha debe fundamentarse en la detección de los factores de riesgo.


EFE