Se requiere de mayores y mejores fuentes de información local confiable, que permitan construir intervenciones efectivas en materia de inversión en la infancia.

Infancia

Razones y cifras de la inversión en la infancia en Colombia y Latinoamérica

La inversión en la primera infancia es un tema que aún preocupa a la región, ya que constituye las bases de la salud mental, física y del aprendizaje de los niños. Las políticas sociales vinculadas con la primera infancia representan entre 0,5% y 1,6% del PIB de países de la región.

16 de marzo de 2016

Las complicaciones económicas y desigualdades sociales en la región latinoamericana, intervienen directamente en el desarrollo sano e integral de los niños y niñas.

“Actualmente el 30% de los niños latinoamericanos vive en hogares de alta precariedad y va en aumento”, afirmaron el Director de Equidad para la Infancia, Alberto Minujin y la Directora para América Latina de Equidad para la Infancia, Verónica Bagnoli, del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Los expertos, afirman que aunque la mayoría de las ciudades en la región disponen de una infraestructura adecuada para garantizar el bienestar y el desarrollo integral de la infancia, las ventajas urbanas no estarán disponibles para todos.

Dada la gran importancia del tema, se definió que la igualdad y equidad en la niñez “no se trata sólo de acceso a los servicios; es necesario contar con las condiciones adecuadas en la comunidad, la familia y la sociedad con el fin de aprovechar al máximo los recursos y servicios disponibles”, plantean Minujin y Bagnoli.

¿Por qué invertir en la primera infancia?

Según el boletín sobre La inversión en la primera infancia en América Latina, elaborado por Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la importancia de dicha inversión radica en este aspecto clave:

“El cerebro, durante los primeros años, se desarrolla a un ritmo que no vuelve a repetirse en ninguna otra etapa de la vida: en los primeros tres años establece de 700 a 1000 nuevas conexiones por segundo, las cuales dependen en gran medida de las interacciones que las niñas y niños establecen con sus cuidadores y de la influencia de los estímulos positivos y negativos de su entorno".

Esas conexiones tempranas, constituyen la base de la salud mental, física, el aprendizaje y las competencias sociales de los niños y niñas.

Las cifras de inversión en países latinoamericanos

Según el boletín de la Unesco, las políticas sociales vinculadas con la primera infancia en la región representan de manera acumulada entre 0,5 y 1,6 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB) de cada país. En el caso de Colombia, representan un 0,5% y en países como Perú y Honduras representan el 1,6%.

Por otro lado, “las políticas dirigidas a la primera infancia representan proporciones de entre 2,1% y 9,1% del gasto público total (GPT) de cada país. Si se analiza solamente el gasto social (GPS), esas relaciones alcanzan desde el 3,1% hasta el 14,1%”, se aclara en el boletín.

Además, Argentina es el país con mayor inversión per cápita en primera infancia (US$2.295,2 por niño al año), superando en más de 7 veces al país con menor inversión por niño, Guatemala. En el caso de Colombia, la inversión per cápita registró un promedio de US$376,3 al año.

¿Cuál es la situación en Colombia?

Según Minujin y Bagnoli, se requiere de mayores y mejores fuentes de información local confiable, que permitan construir intervenciones efectivas en materia de inversión en la infancia.

“En algunas ciudades Colombianas, más de la mitad de las muertes infantiles (60%) de menores de 5 años se habrían podido evitar, a partir de medidas dirigidas a reducir las desigualdades”, declaran Minujin y Bagnoli.

Dentro de las observaciones de los expertos, al interior de las ciudades en el país se evidencia la inequidad de gran manera. Los hallazgos mostraron que “la tasa de mortalidad infantil fue casi cinco veces más alta en las zonas más desfavorecidas de Bogotá, y casi cuatro veces más en la ciudad de Medellín”.

De igual forma, otro ejemplo que muestran los expertos hace referencia a que “en Cali, la disponibilidad de espacios de recreación muestra brechas tan altas que en algunas localidades existen 178 metros cuadrados de parques por niño, mientras que otras ofrecen menos de 1 metro cuadrado para el esparcimiento”.

Los expertos del BID, concluyeron en su publicación reciente, que es urgente impulsar políticas públicas dirigidas a niños y niñas en situación de mayor desventaja. Puntualizan que de esta manera, se podrán tener sociedades más justas, participativas y con un mayor grado de desarrollo humano.