Jeff Bezos, el más rico del mundo y su pelea para proteger Amazon

Por estos días, los titulares de los diferentes medios de comunicación del planeta resumen el comportamiento de la acción de Amazon. Muchos de ellos aseguran que este hombre podría ser nuevamente el ser humano más rico del mundo.

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¿Qué está pasando? Que los movimientos accionarios pueden, en un solo segundo, hacer subir la fortuna de una persona o incluso disminuirla en miles de millones de dólares.

Este jueves, hacia las 4 de la tarde, aseguraban muchos medios internacionales, Jeff Bezos acumulaba una fortuna que ascendía aproximadamente a US$83.500 millones. Pero minutos después se conoció que su compañía: Amazon, reportó ganancias que superaron las expectativas y gracias a ello el valor de la fortuna del multimillonario repuntó alrededor de $ 6,5 mil millones hasta los US$90 mil millones.

¿A qué se debió esto? A que las acciones de la compañía repuntaron más de 8% a US$1,055 por acción.

No obstante muchos se preguntarán por el fundador de Microsoft, Bill Gates. Pues bien, hay que recordar que Gates donó el 5% de su fortuna es decir cerca de US$4.600 millones a la caridad en agosto, lo que le dio una ventaja a Bezos y le permitió volverse el hombre más rico del mundo.

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La pelea por su marca

Sin embargo, lo que no han dicho los medios es que Amazon Technologies, Inc. con domicilio en Seattle, Washington, Estados Unidos de América se subió al ring de las peleas internacionales con el fin de marcar su territorio y recuperar en internet el dominio.

Este capítulo, desconocido por muchos lectores, tuvo como enfrentado a TuSite Administración de Dominios con domicilio en Monterrey, México (Titular registral) y Almacenadora Mercantil Amazon, S.A. sociedad también de ese país.

Dicha controversia inició el 1 de junio de 2017 cuando el centro de arbitraje de la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI) envió a Registry MX por correo electrónico una solicitud de verificación relacionada con el nombre de dominio.

El procedimiento inició formalmente el 12 de junio de 2017 y se nombró a Kiyoshi Tsuru como miembro único del grupo de expertos de la Ompi el 17 de julio de 2017.

En esta pelea Amazon Technologies, Inc., demostró ante los tribunales que es una compañía estadounidense dedicada a la venta y entrega de productos, y al comercio electrónico y que es titular, entre otros, de los siguientes registros de marca:

¿Qué alegó Amazon?

Los documentos que reposan en el expediente de la Ompi muestran lo siguiente:

Que el nombre de dominio en disputa es similar en grado de confusión a la marca Amazon por estar completamente comprendida esta marca en dicho nombre de dominio.

Que los registros de las marcas Amazon amparan servicios de logística, por lo que la inclusión de la palabra “logistics” en el nombre de dominio en disputa genera aún mayor confusión con las marcas.

Que la compañía de la cual hace parte Bezos no ha otorgado a la mexicana ninguna licencia o autorización para el uso de las marcas Amazon.

Que la mexicana eligió de manera intencional registrar el nombre de dominio en disputa a efecto de incrementar el tráfico hacia su sitio web.

Que la mexicana no es un distribuidora autorizada de Amazon y que nunca ha existido una relación comercial entre ambos.

Que la mexicana no es conocida comúnmente por el nombre de dominio en disputa.

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Que la mexicana ha utilizado el nombre de dominio en disputa aprovechándose de la fama de los registros marcarios propiedad de Amazon, a efecto de incrementar el tráfico hacia su sitio web, haciendo creer al público consumidor que existe algún tipo relación entre la Amazon y dicho sitio web.

Lo que dicen los mexicanos

Los abogados de la sociedad mexicana aseguraron, según los reportes de la Ompi lo siguiente:

Que la mexicana cuenta con una autorización de uso de la denominación social “Corporación Integral Amazon Logistics, S.A. de C.V.” desde el 23 de junio de 2013.

Que la mexicana ha utilizado su denominación social para ofrecer servicios de carga, descarga y almacenaje, preferentemente de azúcar.

Que los clientes de la mexicana no están relacionados con la venta de productos en Internet, como sucede con los de Amazon, sino que proceden de una cartera de clientes construida mediante sus actividades empresariales a lo largo de años.

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Que la Mexicana no requiere de licencia o autorización alguna para el uso del nombre de dominio en disputa, debido a que cuenta con autorización oficial para utilizar la denominación “Corporación Integral Amazon Logistics, S.A. de C.V.”

Que los servicios que presta la mexicana no tienen relación con los servicios ofrecidos por Amazon.

Que la mexicana no eligió intencionalmente registrar el nombre de dominio en disputa atendiendo a la marca de Amazon.

Que la mexicana no utiliza el nombre de dominio en disputa de mala fe, pues los servicios prestados por Amazon no corresponden a la forma en que opera en el comercio.

Que la mexicana no ha llevado a cabo acciones que generen confusión entre el público consumidor.

En medio de este lio, el tribunal internacional en sus considerandos reconoció que Amazon probó ser la titular de registros de marca en México.

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Además, la marca Amazon es famosa mundialmente y en México, debido a la presencia que tiene en el mercado, al volumen de usuarios y clientes que utilizan sus servicios y a la publicidad de que es objeto, lo cual se traduce en un vasto reconocimiento de la marca entre el público en general, por tanto, el nombre de dominio en disputa es similar en grado de confusión a la marca Amazon de la mexicana, dado que éste contiene a dicha marca en su totalidad.

Sumado a lo anterior la mexicana, agrega la Ompi, no ofreció pruebas que permitieran confirmar la existencia de la autorización de la denominación social y tampoco demostró que efectivamente se hubiera constituido una sociedad denominada “Corporación Integral Amazon Logistics, S.A. de C.V.”, ni cuál sería la relación existente entre la Amazon y dicha sociedad.

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Incluso, consultados más expertos, estos señalaron que el registro de un nombre de dominio con conocimiento de que éste contiene una marca perteneciente a un tercero - en especial una marca famosa - puede llevar a un hallazgo de mala fe en contra del titular, en este caso de la mexicana.

Con base en lo anterior el experto aseguró que la mexicana tenía pleno conocimiento de la existencia de la marca Amazon al momento de registrar el nombre de dominio en disputa, lo cual realizó con posterioridad a la concesión de los registros de marca en México.

Luego de toda esta disputa, la Ompi obligó a la mexicana a transferir el nombre a la compañía de Bezos.