Informe de Competitividad Departamental muestra las dos caras de Colombia

Aunque varios indicadores regionales han mejorado, el Índice Departamental de Competitividad 2017 mostró una clara disparidad a nivel nacional en materia de desarrollo.

El ranking de competitividad fue liderado este año por Bogotá con 8,22 puntos sobre diez, seguido de Antioquia (6,67), Santander (6,17), Caldas  (6,15) y Risaralda (5,81).

La capital del país lideró los tres factores analizados en el ranking nacional: condiciones básicas con 7,38 puntos, eficiencia del mercado con 8,21 y sofisticación e innovación (9,48).

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Este último punto es interesante ya que deja claro que a pesar de los esfuerzos de ciudades como Medellín en temas de innovación y emprendimiento, Bogotá sigue liderando este campo ampliamente.

Sin embargo, una de las principales conclusiones que se pueden sacar del informe es que la competitividad se sigue concentrando en unas pocas regiones y los esfuerzos no son suficientes.

En otras palabras, que departamentos como Chocó y La Guajira obtengan malos resultados se está convirtiendo en la regla sin que se genere mayor sorpresa.

Con lo cual, las advertencias pasan a segundo plano y la historia se repite cada año en estas empobrecidas zonas de Colombia.

Una vez más Sucre (3,88 puntos), Caquetá (3,31), La Guajira (2,82), Putumayo (2,77) y  Chocó (2,63) quedaron rezagados en los más profundo de la clasificación.

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Los departamentos que más avanzaron fueron Norte de Santander, que pasó del puesto 18 al 30, y Magdalena, que avanzó de la casilla 22 a la 18.

El Consejo Privado de Competitividad (CPC), autor del informe, también destaca el avance registrado por el departamento de Bolívar, el cual subió tres posiciones y se situó en la casilla número diez.

Mientras que Risaralda, por su parte, pasó del séptimo al quinto lugar. Del mismo modo, Santander y Atlántico ganaron una posición y se situaron en el tercero y octavo lugar, respectivamente.

Caso contrario fue el de Córdoba (21) y Quindío (22), los cuales descendieron cuatro posiciones frente a la edición anterior del informe.

Mientras que los departamentos de Caldas (4), Valle del Cauca (6), Cundinamarca (7), Boyacá (9), Tolima (17), y Sucre (22) cayeron una posición frente a la versión pasada.

Es importante señalar que este índice no incluye siete departamentos del país, debido a la falta de continuidad de información para la medición.

"No obstante, en esta versión se presenta un índice adicional que permite hacer un análisis de la competitividad en los 32 departamentos", dice el CPC.

Los que sacan la cara

A pesar de que las mejores calificaciones generales las tuvo Bogotá, hubo varios departamentos que se destacaron por sus avances en ciertos pilares específicos.

Boyacá por ejemplo logró la primera posición en el pilar que evalúa la educación básica y media con 8,52 puntos sobre diez, por encima de Santander (7,81) y Casanare (7,53).

Boyacá particularmente se destaca por tener la mayor calificación en el subpilar de calidad de la educación (9,08 puntos), gracias a las inversiones realizadas y los resultados obtenidos en las pruebas Saber 11 y Saber 5 11 en colegios oficiales.

A este punto se suman los buenos resultados obtenidos por Caldas en el pilar específico de educación superior y capacitación, en el que obtuvo el primer puesto con 8,05 puntos por encima de Bogotá (7,94).

El departamento de Caldas destaca por su buen desempeño en las variables de cobertura en instituciones de educación superior con acreditación de alta calidad y el puntaje de pruebas Saber Pro.

De otro lado hay que subrayar que Caquetá también ha realizado un esfuerzo importante en materia de sostenibilidad, al alcanzar la primera casilla del listado en este pilar con 7,22 puntos.

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El CPC analizó que este resultado se debe a la proporción de áreas protegidas y la superficie cubierta por bosque que está conservada.

A este departamento le siguen en materia de sostenibilidad Huila (6,74), Santander (6,71),  Cundinamarca (6,54), y Bogotá (6,54).

La presidenta del Consejo Privado de Competitividad, Rosario Córdoba, dijo a Dinero que estos resultados sirven de hoja de ruta para que el país avance más aceleradamente en su objetivo de ser la economía más competitiva de América Latina en el año 2032.

Si bien es consciente de las enormes brechas en materia de competitividad entre los departamentos, la directiva señaló que en las mismas regiones recae la responsabilidad de impulsar el desarrollo.

El fortalecimiento institucional, así como una mejor distribución de las regalías y la diversificación de más economías, son algunos de los retos que persisten para los próximos años en esas regiones.

En un escenario de posconflicto, el CPC visualiza grandes oportunidades de desarrollo. Por ello, invita a los alcaldes, gobernadores y al próximo presidente a que se enfoque en estos "frenos persistentes" en las regiones "más vulnerables" para que florezca la competitividad.