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Crisis

Grecia afronta una batalla épica para cumplir sus compromisos

Los últimos compromisos fiscales y reformistas de Grecia podrían ser suficientes para convencer a los prestamistas internacionales, cautos tras años de promesas rotas, de mantener a Atenas atado a un salvavidas de 130.000 millones de euros, pero la batalla para llevarlos a cabo será épica.

5 de agosto de 2012

Pocos cuestionan la determinación del nuevo Gobierno de coalición pero muchos dudan de si el irascible sector público podrá o querrá aplicar las medidas o si la población griega, que apenas intenta recuperarse de años de austeridad, puede asumir mucho más sin pelear.

"La voluntad política es fuerte pero también lo son los obstáculos: la burocracia, una administración pública desmoralizada y cada vez peor pagada son dos de los principales", dijo Georgios Pagoulatos, profesor de Economía en la Universidad de Atenas.

Los funcionarios griegos dicen que los 11.500 millones de euros en medidas fiscales acordados esta semana - aunque son más dolorosas para el pueblo - serán más fáciles de aplicar que los cambios estructurales.

Las reformas relativas a liberalizar profesiones y mercados, como la abogacía y la farmacia, se han topado con fuertes protestas sindicales. Otras, como reducir la burocracia para abrir un negocio, han encallado en una administración pública hinchada e ineficaz, incapaz de cambiar.

Desde que fuera rescatada hace dos años, Grecia se ha retrasado repetidamente en sus compromisos de reformas con sus socios, que han amenazado con cortar la financiación a riesgo de desestabilizar el euro.

Atenas, que recibió un segundo rescate este año, culpa de sus fracasos a una recesión más profunda de lo previsto y quiere otros dos años para alcanzar los objetivos en su nuevo acuerdo de rescate.

Los prestamistas dicen que las lentas reformas no han dado al programa una oportunidad de funcionar y quieren ver más acción antes de considerar cambios.

Las autoridades griegas han dejado a un lado temporalmente las peticiones de renegociación, mientras aprueban medidas fiscales para el 2013 y el 2014 con la troika - compuesta por el Fondo Monetario Internacional, la Unión Europea y el Banco Central Europeo - la mayoría recortes en salarios, pensiones y bienestar social.

El Gobierno griego, encabezado por el primer ministro conservador Antonis Samaras, también anunció la recuperación de una serie de reformas estructurales para dar a la economía - estancada en su quinto año de recesión - un muy necesario impulso si Grecia quiere salir de la crisis de deuda que sacude a la moneda única.

Grecia está tratando de pagar 3.200 millones de euros en bonos que vencen en agosto y funcionarios dicen que el Estado se quedará sin efectivo en unas semanas, lo que hace que la decisión de la troika sea crucial para su supervivencia.            Reuters