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CORRUPCIÓN

Estudio revela que los contratos adjudicados con soborno aumentan su costo final 71%

Un análisis a una muestra de 90 proyectos adjudicados a Odebrecht en 8 países de Latinoamérica muestra que la corrupción le sale muy cara a las sociedades, pues se termina pagando mucho más por las obras adjudicadas

8 de noviembre de 2019

En esa muestra de contratos, se descubrió que al menos 50% de ellos había sido adjudicado con el pago de sobornos, mientras que la otra mitad no.

El dato fue entregado por Eduardo Engel, catedrático de la Universidad de Chile y quien participó del equipo investigador que realizó el análisis de estos contratos de Odebrecht. Engel participó como expositor durante la conferencia CAF "Gobernanza, integridad y transparencia para el desarrollo", que tuvo lugar este jueves en Quito, Ecuador.

Los datos muestran que mientras en los contratos sin sobornos el valor final de las obras apenas creció 6%, en la otra mitad de contratos adjudicados bajo soborno, los costos aumentaron 71%.

Engel citó el caso de a Ruta del Sol tramo 2 en Colombia, que sufrió adiciones importantes.

Justamente, ese fue el mecanismo que en general se usó para aumentar el valor del contrato, pues las nuevas obras que se contrataron se adjudicaron sin la licitación respectiva y en una negociación directa entre el Estado y Odebrecht. Eso implicó unos costos mayores a los que se habrían pagado con licitación.

Para Engel, es claro que una de las formas de impedir esta modalidad es señalar que ninguna adición se puede hacer directamente entre el gobierno y el concesionario, sino que tiene que ser adjudicada por licitación y sin la participación del contratista que ganó el proceso inicial.

Recordó el caso de Chile, donde gracias a una reforma legislativa se impuso este principio y esto llevó a que hubiera una caída en los montos renegociados de los contratos: antes de la norma se adicionaban contratos hasta 20% del valor inicial y ese indicador cayó a 1% después de la entrada en vigencia de la ley.

Por su parte, Daniel Kaufmann, presidente del Instituto de Gobernanza de los Recursos Naturales volvió a poner sobre la mesa el enorme impacto de la corrupción y su poder, pues al año se estima, se entregan US$2 billones (millones de millones) en sobornos a lo largo del mundo.

Por eso destacó que lograr una buena gobernanza que impida la corrupción tiene impactos muy importantes en las economías. Reveló que lograr una mejor gobernanza triplica el ingreso per cápita, aumenta los niveles de educación de la sociedad, libera recursos para salud y otros rubros y aumenta y facilita el acceso de los países al financiamiento internacional.

Para él, el enfoque de la lucha contra la corrupción tiene que hacerse desde la perspectiva de "captura del Estado", porque sin lugar a dudas la corrupción no es un hecho aislado ni una decisión personal de un funcionario: se trata de todo un sistema.

"La corrupción se mueve en un sistema de reglas de juego y en muchos casos alguna élite incide en la fijación de esas reglas y todo ello es legal", comentó.

Dijo que hay muchos sectores vulnerables frente a esta situación como las industrias extractivas, el sector energético y el de infraestructura, donde las normas de adjudicación de contratos, autorización de licencias, y en general los marcos de contratación y subcontratación tienen un sesgo en favor de los actores mismos de ese sector.

Dentro de las salidas planteadas está la de una mayor participación de la sociedad civil en la auditoría de lo proyectos y unas reglas más firmes de rendición de cuentas.

En ese sentido, Evelyn Hernández, en representación de Infraestructure Transparency Initiative–COsT, explicó que este proyecto consiste en un programa internacional basado en un enfoque de gobernanza multisectorial que permite, a través de mesas de diálogo entre la sociedad civil, el sector privado y el gobierno, hacerle seguimiento a proyectos claves. Hasta el momento el enfoque ha estado centrado en la divulgación de la información de los proyectos, el aseguramiento de los mismos y al fortalecimiento de la auditoría social.

Daniel Kaufmann por su parte hizo un llamado a los gremios empresariales, pues es claro que si bien hay unos que tienen disposición para encontrar salidas que ofrezcan mayor transparencia a en la contratación pública, hay otros que no muestran disposición como el sector petrolero.

Eduardo Engel dijo que también es necesario fortalecer las medidas para impedir que la puerta giratoria se convierta en una fuente de opacidades en la contratación pública. Para él es claro que las personas que dirigen las instituciones deben tener experticia en los temas, pero también es claro que deben tener unas normas que impidan que lleguen a los cargos con sesgos a favor de los empresarios del sector.