Un mayor porcentaje de alemanes se permiten trabajar menos sin comprometer su bienestar económico. | Foto: Bloomberg

Economía

No por mucho trabajar hay mayor bienestar económico

Si los griegos trabajan más que los alemanes, ¿por qué no son más ricos? La cuestión está en el centro de la agenda de competitividad, productividad y eficiencia que domina la discusión económica y empresarial moderna. ¿Qué puede aprender Colombia?

12 de julio de 2015

Si los griegos trabajan más que los alemanes, ¿por qué no son más ricos? La cuestión está en el centro de la agenda de competitividad, productividad y eficiencia que domina la discusión económica y empresarial moderna. ¿Qué puede aprender Colombia?

El título de este artículo es tal vez una mala copia de “no por mucho madrugar amanece más temprano”. Y es que ambas son ciertas.

El asunto es que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha revelado que entre sus miembros México es el país en que las personas trabajan más horas al año. Sin embargo, los datos más polémicos los ha rescatado el diario El País de España, señalando con ironía que los griegos están dentro de los países en los cuales trabajan más horas y Alemania es el país de Europa donde menos horas se labora.

Es importante destacar que la diferencia no es de poca monta. En Grecia se trabaja casi el doble de horas que en Alemania. Esto sirve para desmitificar la sabiduría popular según la cual el problema en Grecia es su baja disposición a trabajar duro y parejo.

Sin embargo, la explicación va por otro lado. La cantidad de personas con empleo parcial en Alemania generan en promedio una menor cantidad de horas de trabajo al año. Si, en Alemania hay más empleo parcial que en Grecia. Esto no quiere decir que en Alemania haya subempleo. Dados los altos salarios un mayor porcentaje de alemanes se permiten trabajar menos sin comprometer su bienestar económico.

Por lo anterior, las diferencias laborales entre Grecia y Alemania tienen una explicación económica muy interesante y no siempre fácil de comprender. Las claves están en que en “Grecia conviven unas jornadas laborales extendidas, una alta tasa de paro y una baja productividad” o que en Alemania conviven mayor productividad, más bajo desempleo y menores jornadas extendidas.

La misma paradoja se reflejaría entre el sector rural y el urbano en un país. La baja tecnificación y la forma de producir con poca automatización o en forma más manual y artesanal harían que la inversión rural sea menos productiva, tenga menor valor agregado, y se paguen salarios más bajos al tiempo que podrían presentarse mayores tasas de desempleo que en los centros urbanos.

Que no queden dudas, la información de la OCDE refleja que los cinco países donde se “trabaja menos de 1.500 horas al año de media son Francia, Dinamarca, Noruega, Holanda y Alemania”. Países con mayor presencia de la industria en la economía y un mayor ingreso por habitante.

El espinoso dilema laboral ya ha aparecido en la campaña presidencial de Estados Unidos, mostrando que no siempre el asunto es bien comprendido. Es contraintuitivo y será uno de los grandes temas de la campaña presidencial por la creciente preocupación entre economistas por el bajo crecimiento de la productividad americana.

Jeb Bush ha dicho la semana que termina que “la gente tiene que trabajar horas más extensas”. Para alcanzar crecimientos económicos de 4% ha reseñado que “hay que ser más productivos, aumentar la participación de la población en el mercado laboral, trabajar más horas para generar mayores ingresos familiares”. A lo que Hillary Clinton ha respondido que “los americanos ya trabajan extensas horas”. Las cifras de la OCDE confirman que Estados Unidos tiene más horas anuales de trabajo que el promedio de los países miembros de la OCDE, dándole la razón a Clinton.
 
La discusión de fondo es qué tan inteligente es el esfuerzo de un país o de una empresa para generar sus ingresos. Lo que nos llevaría a pensar que los colombianos deberíamos revaluar si sentirnos tan orgullosos por ser tan esmerados y esforzados trabajadores sin preguntarnos si ese esfuerzo es inteligente y racional, si se puede hacer  con mayor efectividad y eficiencia.

La baja competitividad empresarial es el resultado de la baja productividad laboral. La baja productividad laboral determina los bajos salarios de nuestra economía y por lo mismo, el modelo de trabajar, trabajar y trabajar se debe orientar a racionalizar, invertir e innovar para luego producir.