Foto: David F Lafferty | Foto: David F Lafferty

ECONOMÍA

A las economías emergentes no les va a ir mal

Pese a los impactos negativos de la administración Trump y la de la salida del Reino Unido de la Unión Europea, 2017 puede ser un buen año para las economías en desarrollo

17 de febrero de 2017

Las políticas proteccionistas de la administración Trump han generado diferentes temores sobre lo que podría pasarles a las economías emergentes, que por un lado, se verían afectadas por una fuga de capitales que saldrían de sus mercados para refugiarse en los que consideran más seguros (como el mismo Estados Unidos) y, por el otro, podría tener graves problemas para fondear su deuda, que mayoritariamente están en dólares.

No obstante, David F. Lafferty, jefe estratega de mercados de Natixis Global Asset Management, considera que esas preocupaciones no tendrían por qué materializarse en el corto plazo, pues en cierta medida ya se dio el ajuste con altas devaluaciones y los mercados ya habrían descotando esa situación. Señaló que para los países emergentes también existían temores por una desaceleración de China, pero estima que el gigante asiático ya tocó fondo y es probable que de ahora en adelante siga creciendo entre 6% y 7%.

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En el corto plazo veo oportunidades de inversión en los países latinoamericanos, que además se benefician por una estabilización en los precios de las materias primas”, señala este experto, quien vino al país para dar una conferencia a inversionistas institucionales, que aspiran sean los nuevos clientes de Natixis, firma que se está estrenando en Colombia.

Lafferty considera también que la ventaja de la región, es que no tiene una gran amenaza como la que sufre Asia, por cuenta de una elevada acumulación de deuda de China y la estanflación de Japón. “No es claro que se venga una crisis en ese frente, pero es indudable que ese nivel de deuda chino no es sostenible, al tiempo que la demografía no les ayuda a los japoneses”, reitera.

En el frente del petróleo, este experto que se dedica a medirles el pulso a los mercados globales, considera que ahora que Estados Unidos se ha convertido en un jugador clave en la oferta mundial, es factible que los precios no suban demasiado, pero tampoco que bajen, pues los productores no convencionales lo hacen basados en consideraciones económicas (les sirve un precio del barril entre US$55 y US$65 en adelante), a diferencia de los grandes productores de la Opep, que no tienen más opción que bombear petróleo, así esté caro o barato.

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“Es muy probable que las políticas de Trump favorezcan una mayor producción de crudo, pero también es cierto que si el precio se reduce, los petroleros no convencionales no van a explotar más”, insiste, al tiempo que advierte que el peligro estaría en que el gobierno estadounidense permita la exportación de crudo, lo que podría afectar mucho más los precios globales.

Por el lado de la salida del Reino Unido de Europa, conocida como brexit, dice que pese a que los británicos no estaban preparados para este escenario, la libra esterlina es la que ha asumido la mayor parte del choque, así que en el corto plazo las cosas no lucen tan mal.

“Si los mercados se analizan con el ojo de la inversión y no de la especulación se pueden encontrar oportunidades, pero ahora, más que nunca, lo más importante es diversificar”, enfatiza Lafferty.

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