Diego Fernando Gómez, director del Centro de Estudios en Economía Sistémica, Ecsim.

El valor de hacer reformas valientes

No hacer reformas económicas profundas le cuesta al país 3 puntos de crecimiento al año. En 20 años significa que Colombia solo crecería 20% de su potencial. El populismo es un desastre. Estimación de Ecsim, la empresa especializada en pronósticos económicos de largo plazo.

12 de febrero de 2010

En su camioneta, en una de las Transversales de Medellín, suena el celular. Es una llamada de uno de los economistas más importantes de Colombia. Vive en el exterior y quiere saber qué opina Diego Fernando Gómez sobre lo que está pasando en economía en el país.

 

No hay duda, la visión de este ingeniero y economista tiene un ingrediente tremendamente importante para añadir a los diagnósticos de cualquier persona que piense con seriedad en temas de crecimiento y el desarrollo. La empresa que dirige, el Centro de Estudios en Economía Sistémica, Ecsim, trabaja las veinticuatro horas del día en elaborar proyecciones a 20 y 30 años de la economía nacional.

 

Para lectores agobiados por los volúmenes de información sobre la coyuntura, la mirada al largo plazo de Ecsim es refrescante. Pero, más importante, para empresas como ISA, EPM o el municipio de Medellín, es casi la única forma de ver el mundo, porque sus decisiones empresariales tienen efectos que en muchos casos solo se ven en el largo plazo. “Lo que hoy hacen en ISA es el resultado de las decisiones que tomaron hace diez años y las decisiones que toman hoy definirá su futuro otros diez”, explica Diego Gómez.

 

Por eso estas empresas aprecian tanto los modelos de más de 5.000 ecuaciones diferenciales y más de 50 variables de control, 15 sectores productivos y 10 deciles de población, con los que simulan el comportamiento del PIB, la inflación, la tasa de cambio, el empleo y otra gran cantidad de resultados macroeconómicos y sectoriales.

 

El modelo Ecsim es bastante preciso. Predijo adecuadamente una desaceleración en la producción local del año pasado, pero por una razón diferente a la crisis financiera mundial. “Ya venía una desaceleración por un ciclo de inversión”, señala. Esto quiere decir que la caída del PIB de todas maneras hubiera ocurrido, y posiblemente sucederá de nuevo en 2020, año en el cual la firma pronostica una nueva baja en el ciclo de inversión.

 

El valor de una reforma fuerte
Las previsiones de Ecsim son muy interesantes. En el escenario que consideran más probable para el país, que bautizaron como “Todo va bien, todo va bien”, la economía crecerá entre 4,5% y 5% hasta 2018, reducirá su ritmo de expansión dos años por la baja en la inversión y lo recuperaría de nuevo hasta 5% 2030.

 

El escenario se basa en que quién sea el próximo presidente adopte un paquete de reformas económicas no muy fuertes. “Hay reformas pero no todas las requeridas”, explica Diego Gómez. Habría un ajuste tímido en el mercado laboral y en salud, habría alguna promoción de la innovación y se superará ligeramente la actitud asistencialista del estado que se traduce en hacer esfuerzos por mantener las empresas y los empresarios actuales, aún a costa de la aparición de firmas nuevas más eficientes. “Es la decisión de defender a los arroceros frente a las empresas de base tecnológica”, añade.

 

Otro escenario, uno que llaman “Qué bonita es esta vida” es menos probable, pero más interesante para Colombia. Ecsim supone en esta proyección, que se hace una reforma laboral profunda que reduzca la informalidad del empleo; que se construye una economía incluyente en la que, por ejemplo, los pensionados del país no sean solo el 40% de los colombianos; que haya una reforma a la justicia que permita subir en la clasificación que nos mantiene a la par con los países de África en calidad de la justicia y que haya una reforma tributaria drástica que simplifique y haga más eficiente el sistema impositivo nacional.

 

En ese caso, Colombia crecería en promedio 3 puntos porcentuales más que en el “Todo va bien, todo va bien”. La diferencia no es para nada pequeña. Esto al final de 20 años significaría que Colombia habría crecido 80% más que en el primer escenario.

 

El populismo salvaje

Otro escenario más, que Ecsim llama “El deschavete”, supone que ante una situación de pobreza y falta de inclusión, los electores resuelven atender todos los problemas con una fuerte inyección de gasto público a la usanza de los regímenes populistas latinoamericanos. Con esto, el crecimiento colombiano aumentaría muy rápido a tasas de 6% hasta 2014-2016, pero tras ese envión insostenible de pagos del presupuesto, la economía se destuerce y cae el resto del período hasta tasas de negativas de 5% 2019-2020.