El Niño no amainará en los próximos meses.

El Niño será más fuerte al inicio del año

Para los primeros meses de 2010 El Niño se fortalecerá. “Sin importar cuál sea la fortaleza máxima, se espera que El Niño continúe ejerciendo una influencia significativa en el tiempo y el clima global durante los próximos meses”: NOAA.

24 de diciembre de 2009

En 2010 el fenómeno El Niño seguirá presente, por lo menos hasta el final de la primavera del hemisferio Norte. Así lo informó la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de los Estados Unidos (NOAA por su siglas en inglés), una subdivisión del Departamento de Comercio de ese país.

 

El Niño, llamado así por los pescadores peruanos porque se presenta en época navideña, es un síndrome climático que se manifiesta por el calentamiento de las aguas ecuatoriales del Pacífico, en especial en las aguas de Suramérica. El calentamiento del agua es resultado del cambio en los movimientos de masas de aire que originan, a su vez, cambios en las corrientes marinas. Este fenómeno cambia las características del clima y en muchas ocasiones es determinante para el comercio, la agricultura y la pesca.

 

El fenómeno, que causó un grave impacto en 1997 y 1998 en Perú y Chile ocasionando grandes precipitaciones y graves inundaciones, genera estragos cada vez que aparece. Aunque es un fenómeno muy variable, los investigadores de NOAA aseguran que para los primeros meses de 2010 El Niño se fortalecerá. “Sin importar cuál sea la fortaleza máxima, se espera que El Niño continúe ejerciendo una influencia significativa en el tiempo y el clima global durante los próximos meses”, asegura el último de los reportes de NOAA.

 

Las industrias pesqueras estadounidenses se han visto fuertemente afectadas por El Niño. Otras sectores económicos afectados suelen ser el sector agricultor, el de generación de energía y el comercio. Por eso el Departamento de Comercio de Estados Unidos no ha ahorrado en inversión para la investigación de El Niño. Según NOAA, el costo total de las observaciones oceánicas es de US$4,9 millones cada año.

 

La inversión ha arrojado buenos resultados. Por ejemplo, NOAA predijo El Niño de 1997-1998 (que se presentó de noviembre a abril) con seis meses de anticipación. Las predicciones sirven para reducir el impacto del clima en los sectores productivos. De acuerdo al Space Daily News, a 2003 el impacto climático era del 10% del PIB en Estados Unidos. Para algunos analistas la cifra hoy podría ser US$2,7 billones, casi el 25%. En El Niño de 1997-1998, el impacto en la economía estadounidense fue del US$25.000 millones. Sólo en agricultura las pérdidas en ese país fueron de US$2.600 millones.

 

Según un estudio del Departamento de Comercio para la UNESCO dirigido por Rodney Weiher, el valor de las pérdidas (en condiciones óptimas) en el sector agrícola sería de US$300 millones al año debido a la optimización por el almacenaje de cultivos y de US$1 millón para la industria pesquera.

 

El impacto del fortalecimiento de El Niño para 2010 implica el aumento en las lluvias en el Océano Pacífico central tropical y una temporada de tiempo muy seco en la región de Indonesia. En Perú y Ecuador, así como en los estados sureños de Estados Unidos, se espera un aumento en las precipitaciones, junto con una disminución en la temperatura. En los estados del norte, de otro lado, se pronostica aumento en las temperaturas y decrecimiento de la nieve.

 

La adecuada predicción de El Niño y las consecuentes labores preventivas han demostrado ser necesarias para el cuidado de la economía de un país. Bien le serviría a Colombia invertir más en este tipo de investigaciones para que evitar que cada vez que llueva de más se inunden los pueblos y cada vez que hay sequías se pierdan los cultivos y se cierren los acueductos.

 

En el último boletín informativo sobre El Niño de el IDEAM de 17 de diciembre, se registra también el fortalecimiento del fenómeno para 2010, lo que implica un aumento en las temperatura y disminución en precipitaciones. El IDEAM hace recomendaciones pertinentes pero poco agresivas a los sectores agropecuario y energético. Por lo pronto, es necesario tener en cuenta a NOAA y al IDEAM y entender que El Niño no va a ceder.