En datos, mientras el 5,6% de los empleados padecía depresión, en los desempleados era el 12,4% y en los que llevaban más de 6 meses y medio asciende hasta 18%.

Economía

Estar desempleado por mucho tiempo puede cambiar la personalidad

Diversos estudios confirman los efectos negativos del desempleo por un tiempo extendido no solo en la salud mental si no en el propio comportamiento.

27 de septiembre de 2015

Estar desempleado suele estar asociado a una condición negativa. Pues a pesar del tiempo libre que se pudiera tener durante el tiempo en el que no se trabaja, la falta de ingreso y las constantes necesidades de dinero pueden llegar a afectar el comportamiento de formas insospechadas.

El cambio en la personalidad


Investigaciones como “Psychological and physical well-being during unemployment: a meta-analytic study” revelan que el desempleo, especialmente el de amplia duración puede cambiar ciertos aspectos de la personalidad.

Con el tiempo se puede ser menos amable, menos productivo e inclusive mucho más cerrado a nuevas experiencias. También parece ser que los efectos son diferentes según el sexo.

Por ejemplo, en otro estudio realizado Christoper J. Boyce, Ph.D. de la Universidad de Stirling en el que se analizó a un grupo de 6769 empleados en 2005. Luego de 4 años, en 2009, 251 habían perdido el empleo pero fueron recontratados y 210 llevaban el cuatrienio sin empleo.

Los resultados expusieron que tanto hombres como mujeres se mostraron significativamente menos amables si habían durado los 4 años desempleados que aquellos que estaban empleados o sin empleo durante menos tiempo.

Sin embargo, en aquellos desempleados y luego reinsertados al mercado laboral, mientras duraron sin trabajar durante 2 años los hombres se mostraron mucho más amables que las mujeres. Se cree que es porque los hombres intentan ser agradables para controlar la situación y aplacar a quienes les rodean.

Además, el estudio demostró que la tendencia a ser ordenado disminuyo de igual forma entre hombres y mujeres de manera circunstancial. Boyce argumenta este comportamiento a un círculo vicioso en el cual al estar sin empleo las personas se vuelven menos conscientes, lo que hace más difícil que encuentren trabajo.

Un arma de doble filo

Este es un factor particularmente riesgoso. Si se pasa demasiado tiempo desempleado pueden surgir dos posibilidades producto del desánimo y la necesidad; o se trabaja en un empleo de baja calidad y remuneración o se hace menos productivo y aumenta la inestabilidad en futuros empleos.

Aunque el desempleo puede ser un factor motivador para expandir las posibilidades de empleo y la velocidad de búsqueda “se debe tener un especial cuidado con las personas con las que se trata mientras se realiza la búsqueda”, explica Boyce.

Estigmatizar a los desempleados es un factor muy desalentador. Por ello, es importante alejarse de las personas que hacen fuertes observaciones desfavorables en la personalidad de los que buscan trabajo. La presión y la opinión social son temas que pueden agravar la situación.

La buena noticia es que parecer ser que todos los efectos negativos sobre la personalidad y el comportamiento desapareceran gradualmente tan pronto se encuentre trabajo.

Problemas psicológicos

Para desarrollar el Índice de Bienestar, Gallup-Healthways, realizó una encuesta para estudiar los impactos en la salud mental del desempleo a largo plazo.

Entre sus principales hallazgos se resalta el que los desempleados son 3 veces más propensos a estar deprimidos por tiempo completo o sufrir depresión. En datos, mientras el 5,6% de los empleados padecía depresión, en los desempleados era el 12,4% y en los que llevaban más de 6 meses y medio asciende hasta 18%.

También se pudo concluir que un tiempo prolongado sin trabajo hace más propensa a la persona a aislarse de sus amigos y familiares. Aproximadamente 1 de cada 3 de estas personas, pasa menos de 2 horas al día con sus allegados.

El pesimismo extremo también puede presentarse. No solo puede afectar la esperanza de encontrar un nuevo empleo, también las proyecciones sobre el futuro de sus relaciones, estudios u otras actividades puede verse seriamente afectada.

“No hay que sorprenderse si una persona desempleada de un momento a otro comienza a beber, fumar, tener trastornos del sueño o alimenticios”, resalta el estudio.

¿Cómo mantenerse en buen estado?

La PsyD en psicología clínica y terapia familiar, Denise Glassmoyer, cree que el apoyo social puede ser la clave para mantener los índices de salud en positivo de las personas desempleadas por extensos periodos de tiempo.

Este tiempo puede ser la oportunidad perfecta para replantear las metas profesionales y buscar nuevas experiencias. Evidentemente, “tomará tiempo encontrar un nuevo empleo pero mientras mantenerse en constante actividad ayuda”, explica Glassmoyer.

Mantenerse en constante aprendizaje, buscar nuevas oportunidades, evitar pasar el tiempo haciendo “nada”, e inclusive servir de voluntario en distintos trabajos son algunos de los consejos que pueden marcar la diferencia entre un desempleado de corto y uno de largo plazo.