Banca digital e inclusión financiera. | Foto: Freepik

Inclusión financiera

Los créditos online buscan estimular la inclusión en el país

A veces las personas no tienen acceso al sistema financiero por los reportes negativos en las centrales de riesgo, por mencionar un ejemplo. No obstante, gracias a las nuevas tecnologías, hay entidades bancarias que ofrecen servicios a los que se puede acceder con facilidad e incluso tener beneficios.

14 de enero de 2020

Muchos usuarios sufren a la hora de encontrar la aprobación de un crédito, por medio de una entidad financiera, que les sirva como vehículo para alcanzar alguna meta. La razón principal es porque no tienen un perfil adecuado para acceder a estos préstamos. 

En el país existen varias entidades calificadas como centrales de riesgo que se encargan de monitorear el comportamiento financiero que tienen las personas con todas sus obligaciones financieras. Entre esas entidades se encuentran Datacrédito, TransUnion, CIFIN y Computec. 

Pero lo que hay que tener en cuenta es que, aunque una persona tenga reportes negativos en su historial crediticio, ésta no debería ser la única variable para determinar si una entidad financiera otorga un crédito o, por el contrario, lo rechaza, de acuerdo con lo que estipula la Ley 1266 de 2008 de Habeas Data. 

Por esta razón y en pro de la inclusión financiera en Colombia, además de responder a las nuevas alternativas que trae la banca digital, muchas entidades financieras (bancos, cooperativas, fintech y demás) han optado por crear productos y servicios ‘más flexibles’ que se ajusten a las necesidades y perfiles de este público determinado.

De esta manera, se les da una nueva oportunidad a los llamados ‘reportados’ con la adjudicación de créditos online. 

Para el Banco de la República la inclusión financiera es un proceso de integración entre los servicios financieros y las actividades cotidianas de la población. “Esa inclusión puede contribuir de manera importante al crecimiento económico en la medida en que permita reducir de manera efectiva los costos de financiación, aseguramiento y manejo de los recursos, tanto para las personas como para las empresas”, indica la autoridad monetaria colombiana. 

Sin embargo, pese a que estos productos online les permiten a las personas acceder a créditos de una forma rápida, aboliendo, en un alto porcentaje, la necesidad de presentar documentos en una sucursal física, hay que evaluar las tasas de interés de estos productos, que pueden ser más altas si se comparan con los créditos tradicionales. En promedio, estas tasas podrían estar oscilando entre un 12,89% y hasta un 51,28% (aproximadamente). 

Por esta razón, la Superintendencia Financiera de Colombia (SFC) hace énfasis en que para aceptar o rechazar este tipo de préstamos es necesario que las personas se aseguren de las condiciones en las que se adjudican estos dineros. 

“Asegúrese de conocer la información correspondiente a los créditos ofrecidos por las entidades en cuanto a condiciones generales de la operación, derechos y obligaciones; verifique si se adaptan a sus necesidades de financiación y tome decisiones con conocimiento de causa. Lea detenidamente antes de firmar y asegúrese, de que el contrato de crédito mediante el cual usted formalizará su relación con la entidad, se ciña a las condiciones solicitadas y discutidas, tales como tasa de interés, monto, plazo, valor de la cuota, fechas de corte y de pago, y sanción por pago anticipado. Una vez firmado, solicite y conserve las copias de todos los documentos suscritos”, sugiere la entidad de control financiero. 

Entre tanto, para el Banco Mundial “poder tener acceso a una cuenta de transacciones es un primer paso hacia una inclusión financiera más amplia, ya que permite a las personas guardar dinero, enviar y recibir pagos. Una cuenta de transacciones también puede servir como puerta de acceso a otros servicios financieros. Por ello, garantizar que las personas de todo el mundo puedan tener acceso a una cuenta de transacciones es el centro de atención de la Iniciativa de Acceso Universal a Servicios Financieros para 2020 (UFA2020) del Grupo Banco Mundial (GBM)”, resalta la entidad económica.

De acuerdo con la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria) “los últimos diez años han sido de importantes avances en materia tecnológica y el sector financiero no ha sido ajeno a esta dinámica. Las fintech han revolucionado la manera cómo se prestan y ofrecen servicios financieros en el mundo, facilitando el desarrollo de nuevos productos innovadores que antes estaban lejos de ser parte de nuestra cotidianidad, pero hoy son una realidad”.

Gracias a estos nuevos movimientos en la banca, “la inversión en innovación financiera en América ha crecido exponencialmente en la última década alcanzando un volumen de más de US$44 billones en 2017”, según lo reveló el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

Los productos

La banca colombiana ha entendido la necesidad de sus clientes. Por eso, ha venido transformándose de manera continua buscando digitalizar sus productos financieros tradicionales. Es por ello que diversas entidades financieras han hecho una gran apuesta a la transformación digital: el Banco de Bogotá ha invertido US$100 millones; Scotiabank, US$225 millones; BBVA, US$30 millones y Bancolombia, más de US$7 millones anuales. Así es como Colombia, conforme con el informe de Finnovista, ocupa el tercer lugar en el ecosistema de innovación financiera de la región, con un crecimiento de 45% en el número de fintech y startups, en año y medio.

Por esta razón, aunque los créditos en línea son mucho menos dispendiosos que los que se pueden gestionar en una oficina tradicional, los bancos sí han fijado algunos requisitos básicos y necesarios para determinar el perfil de la persona a la que se le va a prestar dinero. 

Algunos bancos ofrecen préstamos con una tasa de interés de 25,34% para un crédito de libranza digital; aquí es necesario que el cliente pueda demostrar que tiene ingresos iguales o superiores a un salario mínimo mensual legal vigente (SMMLV), también que tenga un vínculo laboral soportado en un contrato de trabajo indefinido, desde al menos seis meses. En cambio, para las personas que tienen un contrato a término fijo, el requisito pide que, al menos, se lleven 12 meses bajo esta modalidad.

Si se habla de los créditos de libre inversión o de consumo, que generalmente están entre los $2 millones y los $10 millones, es importante que el consumidor soporte ingresos iguales o superiores a 1,5 SMMLV y que las cuotas pactadas estén entre los 24 y los 72 meses, como plazo máximo. 

Por otra parte, hay otras entidades bancarias que han empezado a ofrecer esta modalidad de productos virtuales a  los clientes que han tenido un buen comportamiento de pagos. Dependiendo de su perfil y movimientos, las entidades aprueban préstamos o tarjetas de crédito desde $200.000 hasta los $7’000.000 con un solo clic. 

Por el lado de las fintech, hay muchas que también se dedican a ofrecer esta modalidad de crédito. Varias de ellas reportan más de un millón de solicitudes de crédito por medio de sus plataformas 100% digitales y con cero costos para la persona que los solicita. 

En este caso también es necesario cumplir con algunos requisitos simples como: mayoría de edad, residencia en Colombia, una cuenta de ahorros o corriente a nombre del titular del crédito, un número de celular y una dirección de correo electrónico. 

En la mayoría de las ocasiones estas empresas digitales otorgan microcréditos que van desde los $150.000 hasta un máximo de $2.000.000. Y sus plazos también varían a una duración de máximo seis meses con una tasa de interés efectiva anual del 25%.

La ventaja de estas alternativas es que el tiempo de respuesta es corto y, en el caso de que la solicitud sea aprobada, el dinero es consignado en la cuenta del titular que hizo la solicitud del crédito, que generalmente es de máximo un día hábil.

También hay otras entidades que ofrecen dos tipos de crédito con una de las tasas más bajas, 12,89% en promedio para este segmento. Así el usuario puede solicitar hasta $850.000 para pagarlos en máximo 30 días o solicitar entre $300.000 y $2.000.000 para pagarlos entre tres y doce meses. En este caso es imperativo que, para que la solicitud resulte viable, el cliente no sea menor de 21 años, tenga cédula de ciudadanía vigente y demostrar que tiene ingresos. Hay que decir que la postulación, que se hace por medio de un portal web, incluye un estudio gratuito que no requiere de intermediarios. 

Erick Rincón, presidente ejecutivo de Colombia Fintech, destacó que “las fintech no suponen una sustitución de la banca en general, la complementan, le traen innovación. Ahora bien, hay segmentos como el crédito digital para empresas donde la transformación digital supone nuevos jugadores que entran a competir con las entidades financieras tradicionales; por lo tanto, es posible aceptar que la banca tradicional tendrá nuevos competidores los cuales entran a suplir las dificultades a las que tienen que enfrentarse los usuarios en la banca tradicional”. 

Y agregó que “lo que realmente se viene como competencia directa son las bigtech. En otras jurisdicciones comienza en 2020 la apertura de cuentas corrientes”.

Para Asobancaria, en el futuro cercano seguirán existiendo oficinas bancarias, que para el gremio bancario tienen un papel muy importante dentro del ecosistema financiero “por ser uno de los principales canales de contacto directo con el cliente. El país, al tercer trimestre del 2019 contaba con 5.600 sucursales bancarias, dentro de las cuales el Banco Agrario tiene una enorme participación con casi 800. La presencia regional del sector financiero se mantendrá y según el caso, esta se consolidará”.

La agremiación de los bancos que operan en el país asegura que “ya estamos viviendo esta transformación. Gracias a la modificación de la circular 093 de 2010, a partir del primero de enero de este año, en las oficinas bancarias de Colombia, se estará permitido el uso de dispositivos móviles (celulares, tabletas, entre otros) con el fin de incrementar las transacciones digitales con el acompañamiento del personal en las mismas oficinas. De esta manera, las sedes bancarias se van a transformar para prestar servicios digitales a los clientes y para ayudarlos a realizar sus operaciones mediante dispositivos móviles”.

El impulso de las nuevas tecnologías ha aportado a que los usuarios financieros ya no solo se acerquen a los bancos a para hacer una consignación bancaria o una transacción tradicional, sino que, gracias a los cambios digitales, empezarán a buscar soluciones por medio de las nuevas plataformas que ayuden a mejorar su calidad de vida, como en este caso, los préstamos y créditos digitales para personas que, en algún momento, tuvieron un reporte negativo en las centrales de riesgo.