Juzgando el nivel de deuda actual de las economías emergentes que no suele superar el 40% según el Banco Mundial, acceder a nuevos préstamos puede no sonar tan complicado como se esperaría.

Economía

¿Qué les espera a los países en desarrollo?

Nuevos mercados, presiones financieras internacionales y ajustes fiscales son solo algunos de los elementos que serán la nueva “normalidad” en los próximos años.

22 de septiembre de 2015

Lejos de ser el más prometedor, 2015 se ha convertido en uno de los años que más ha dejado de qué hablar sobre el futuro de las economías en desarrollo.

La incertidumbre mundial y el lento crecimiento de la economía global paulatinamente han diezmado no solo a las economías de los países emergentes, sino que además está marcando nuevos caminos que tarde o temprano las naciones en desarrollo deberán adoptar.

Si, se puede ser aún más frágil

Para el Banco Mundial, en su reciente informe Perspectivas Económicas Mundiales 2016, la situación se traduciría en un cuarto año consecutivo de lento crecimiento económico.

En conjunto, las problemáticas actuales, especialmente la dependencia de las regiones hacia las materias primas y la debilidad de su consumo interno se traducen en proyecciones en las cuales las economías en desarrollo crecen en 4,4% este año, con un probable aumento a 5,2% en 2016 y 5,4% en 2017.

Quienes fueran el motor de la economía mundial durante la crisis financiera, ahora están en un momento difícil.

A pesar de todo, el panorama se muestra alentador como afirma el presidente del Grupo Banco Mundial, Jim Yong Kim, “creemos que los países que invierten en la educación, la salud de su población, mejoran el entorno para hacer negocios y crean empleos modernizando su infraestructura saldrán muy fortalecidos de esta crisis en los años venideros”.

Una costosa vía de recuperación

Aunque la Reserva Federal (FED) de los Estados Unidos optó por mantener la tasa de interés, difícilmente esto será duradero. La decisión dio un respiro a las economías emergentes y les permite prepararse mejor, ya que una inminente alza reducirá los flujos de capital hacia las economías emergentes en hasta 1,8 puntos porcentuales del Producto Interno Bruto (PIB), señala el informe.

Esto resulta particularmente peligroso para los países en desarrollo y aún más riesgoso para América Latina, como se observa en la siguiente gráfica que muestra el índice de riesgo ante una eventual subida de tasas por parte de la FED.

La razón es que ante un menor ingreso de las materias primas, el endeudamiento será una de las primeras opciones a tenerse en cuenta para financiarse.

Indice de riesgo ante la subida de la tasa de interés por parte de la FED 2015


Fuente Banco Mundial

Juzgando el nivel de deuda actual de las economías emergentes que no suele superar el 40%
según el Banco Mundial, acceder a nuevos préstamos puede no sonar tan complicado como se esperaría. El problema es que una eventual alza de la tasa de Estados Unidos encarecería el crédito internacional.

Si se le añade que muchas naciones sufren de una persistente falta de infraestructura para servicios de electricidad, transporte, riego, incertidumbre política y graves inundaciones y sequías causadas por condiciones meteorológicas adversas, el costo final podría ser aún mayor.

Un nuevo mundo como segunda opción


¿Sera momento de mirar a otro lado?
No necesariamente enfocarse en los países de ingresos altos para quienes el trago amargo ya está dejando sus efectos en el pasado.

Quizás sea hora de observar nuevos potenciales emergentes.

Aquellos países que lideraban las perspectivas en las potencias emergentes están en condiciones de fragilidad o desaceleración. Sin embargo, hay otras economías que si bien no tienen un peso significativo en el panorama mundial destacan por sus logros en materia de crecimiento y fortalecimiento de sus mercados.
 
Crecimiento de las economías en desarrollo 2013-2015



Fuente Banco Mundial


El resultado de un atractivo ecosistema macroeconómico, inflación controlada, crecimiento sostenido y una especial motivación por ser despensas de materias primas sin desproteger su crecimiento industrial colocan a estos países como los responsables junto a China del creciente avance en su participación global.

Participación de las economías emergentes en el crecimiento mundial


Fuente Banco Mundial


Las posibilidades ante la futura adversidad


Los países que se enfrentan a altos niveles de inflación deberían implementar políticas monetarias confiables para contener el problema. Las entidades de regulación deben supervisar de cerca a los bancos con grandes pasivos en moneda extranjera, aconseja el informe.

Las políticas fiscales pueden respaldar el crecimiento si los presupuestos lo permiten. Las reformas estructurales pueden tardar en generar beneficios, pero un programa de reforma sólido puede servir de señal para que los inversionistas vean que mejoran las perspectivas de crecimiento.

“Las economías de mercados emergentes deben mantener la esperanza durante el próximo ciclo de endurecimiento monetario, aun así no estaría mal que se ajustaran los cinturones por si el camino es irregular”, afirma el economista principal del Grupo de Análisis de las Perspectivas de Desarrollo del Banco Mundial, Carlos Arteta.