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TECNOLOGÍA Y ECONOMÍA

Un modelo económico del siglo XXI desafía al capitalismo: ¿Lo derrocará?

La economía colaborativa, el revolucionario modelo que inspiró a los creadores de empresas de base tecnológica como Wikipedia, Airbnb o incluso Uber, ha puesto en jaque al capitalismo tradicional ¿Cómo lo logró?

9 de octubre de 2016

Este modelo económico del siglo XXI se basa en la utilización efectiva de la tecnología para conectar a las personas que tienen determinada necesidad con aquellos que se dedican a generar soluciones.

Atrás parece quedar el tiempo en el que los empresarios ‘construían’ enormes barreras alrededor de sus negocios para sacar el máximo valor de un activo y blindar sus ideas, para dar paso a la revolución digital.

Y es que con la llegada del internet se han forjado las bases de la economía colaborativa, en donde “el mayor valor se extrae mediante la creación de activos de red compartidos y abiertos a personas”.

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La afirmación la hizo la líder y referente internacional en economía colaborativa, Robin Chase, quien además es la fundadora de una exitosa plataforma de alquiler de vehículos online llamada ZipCar.

La compañía, fundada a comienzos de siglo, cuenta en la actualidad con más de 1 millón de usuarios y más de 10,000 vehículos registrados en todo el mundo, según lo precisó la experta en una entrevista concedida a Dinero.

Chase es una convencida de que la economía colaborativa se impondrá como uno de los modelos predominantes en esta era, dado que los activos transados “se utilizan de manera más eficiente” e incluso el proceso se les puede dar “un nuevo valor”.

“Si se piensa en Wikipedia, Airbnb, Facebook, WhatsApp, Skype, LinkedIn, Google - para todas estas empresas-  tanto el contenido como el valor es creado por los que están fuera de la empresa, los que no trabajan en ella”, explicó.

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La directiva fue más allá al explicar que en este escenario las empresas que mayor éxito tendrán en los próximos años “serán aquellas que estén más abiertas a la participación exterior”.

De hecho, considera que este tipo de empresas “crecen más rápido que las compañías tradicionales, ya que pueden aprovechar los activos existentes y obtener inversión de los demás” por medio de estrategias nuevas de financiación como el crowdfunding.

“En pocas palabras, estas empresas crecen, aprenden y se adaptan más rápido. Es muy difícil para las empresas tradicionales competir o para ponerse al día”, lamentó la autora del bestseller (libro más vendido) Peers Inc.

En dicha obra la experta explica cómo las economías colaborativas están modificando el capitalismo como lo conocemos en la actualidad. Además, invita a compartir bienes y servicios con el fin de mitigar los impactos del cambio climático.

Colombia ha avanzado en dicha discusión y por ello han surgido iniciativas como la Semana del Carro Compartido, que se llevó a cabo en Bogotá en días pasados con el apoyo de la Cámara de Comercio (CCB) y distintas plataformas tecnológicas de carpooling.

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Robin Chase aplaude este tipo de iniciativas e insta precisamente a los gobiernos a insertarse a esta discusión, puesto que deben asegurarse de que lo que compren y construyan pueda ser “reutilizado por el mayor número posible de personas”.

Finalmente, la directiva comentó que Colombia, al igual que todos los pueblos en el mundo, está lista para la economía de colaboración pues tienen “gente inteligente, con talento, y ansiosos de buscar soluciones a los problemas”.

En este sentido dio algunas claves de cómo podría aplicarse la economía colaborativa en situaciones reales:

  • El gobierno debe construir escuelas y edificios gubernamentales de tal manera que los espacios puedan ser aprovechados muy bien los siete días a la semana.
  • Además deben comprar hardware y software de código abierto.
  • Fomentar "plataformas de participación" para impulsar la democracia, así como la creación de empresas y puestos de trabajo.
  • Modificar aquellas leyes que tenían sentido para la vieja economía industrial, pero que ya no son viables por la disrupción tecnológica.