La industria aseguradora tuvo que pagar US$8.000 millones en seguros por los daños del terremoto presentado en Chile a principios del año pasado.

Desastres naturales no afectan la economía a largo plazo

Un estudio del Banco Interamericano de Desarrollo , BID estima que es poco probable que los desastres naturales afecten al crecimiento económico de los países a largo plazo, aunque sí los que son de proporciones desmesuradas.

20 de junio de 2010

La investigación analizó los datos de desastres naturales e indicadores económicos de más de 100 países entre 1970 y 2000, y definió como desastre una tasa de mortandad que supere las siete personas fallecidas por millón habitantes.

Ese índice es aproximadamente la relación de muertes ocurridas en 2005 en Estados Unidos, como consecuencia del huracán Katrina en el sur del país, y que superaron otros recientes como los terremotos de Haití y Chile de este año, o el tsunami del océano Índico en 2004.

Los investigadores compararon el desarrollo económico en ausencia de desastres de esos países y crearon grupos de comparación basados en datos de otros no afectados por este tipo de catástrofes.

El estudio muestra que sólo los acontecimientos "sumamente catastróficos", como aquellos con tasas de mortalidad superiores a 230 muertes por un millón de habitantes, parecen tener un impacto duradero en el crecimiento económico.

De la muestra estudiada, sólo cuatro hechos superaron esa máxima, que fueron los terremotos ocurridos en Nicaragua en 1972 y en Irán en 1978, y los huracanes de Honduras en 1974 y República Dominicana en 1979.

Diez años después de estos desastres, el promedio del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de los cuatro países de esa muestra fue un 10% menos de lo que era en el momento del desastre.

En el grupo de países que se usó como comparativo, el PIB per cápita fue un 18%más alto de lo que fue en el momento de la catástrofe.

Sin embargo, cuando los investigadores evaluaron los casos individuales de los países afectados, encontraron que los resultados sólo tienen una significación estadística en los casos de Irán y Nicaragua, países que sufrieron radicales revoluciones políticas tras los desastres naturales.

"Los resultados indican que las economías se recuperan de la conmoción, a menos que los desastres naturales aumenten la probabilidad de una revolución política radical que altere la organización institucional", dijo Eduardo Cavallo, economista del BID que dirige el estudio.

Pese a estos resultados, los autores destacan que no descartan la necesidad de proveer asistencia internacional después de un gran desastre natural y que es fundamental para aliviar el sufrimiento humano y fomentar la confianza en la capacidad de recuperación del país.

 

 

 

 

 

 EFE