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IMPUESTOS

Al monotributo le faltan voluntarios

La reforma tributaria del 2016 aprobó la creación de una nueva figura que buscaba simplificar el pago de impuestos de los pequeños comerciantes y promover su formalización.

12 de marzo de 2018

Aunque la reforma tributaria era clara en señalar que el monotributo aplicará desde el momento en el que los pequeños comerciantes tengan que declarar el año gravable 2017, es decir en este 2018, el año pasado debían inscribirse aquellos que querían participar en el piloto y las entidades involucradas esperaban que pese a su condición voluntaria, numerosos comerciantes se presentaran.

La realidad fue diferente. Durante el 2017 se presentaron al monotributo 84 pequeños comerciantes, de los cuales apenas 12 realmente calificaban para acogerse al impuesto simplificado y solo uno de ellos continuó el proceso.

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El 2018 promete ser diferente. El director de la Dian, Santiago Rojas, señalaba hace pocos días que en este momento hay inscritos menos de 50 comerciantes” por lo que durante marzo, mes en el que se vence el plazo de inscripción para este año, la Dian y el Ministerio de Comercio trabajan en jornadas de capacitación en varias ciudades.

Fuente: Dian

Rojas también le pidió “a las agremiaciones a que revisen el tema porque es una figura importante, sé que a veces la entidad menos indicada para inscribirse es la Dian, esta debe ser una campaña liderada por las entidades y agremiaciones interesadas en la formalización para mostrar las bondades”.

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Tal como lo hizo el año pasado Fenalco, con ocho talleres cada miércoles en un barrio distinto de Bogotá para hacer formación con entre 80 y 100 comerciantes en cada espacio. De acuerdo con la agremiación, la conclusión de los tenderos frente al monotributo es que no es mecanismo voluntario pues sus beneficios, entre los que se encuentra la simplificación de la declaración y pago del impuesto de renta, lo hacen obligatorio. Sin embargo, como eso es del día a día y había tan poco plazo, muy pocos lograr ir hasta la Dian y hacer la actualización del RUT.

La reforma tributaria se aprobó el 28 de diciembre del 2016 y establecía los plazos para que el Ministerio de Hacienda y la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) reglamentaran el nuevo impuesto para que este iniciara su aplicación y que en 2018 iniciara formalmente su aplicación.

Dado que la misma reforma tributaria estableció que los comerciantes tendrían desde el primero de enero hasta el 31 de marzo de cada año para inscribirse en el impuesto y en el 2017 la reglamentación ni los instrumentos en la Dian para que registraran ni el formulario para que pasaran a ser monotributista no estarían listos antes de que se venciera el plazo formal, la Dian y el Minhacienda aplazaron la fecha final de inscripciones hasta mayo 31.

El problema, según el gremio de tenderos, es que las autoridades avisaron del nuevo plazo en marzo dejándoles poco margen para planear y realizar una estrategia de divulgación. Además, dos semanas antes del nuevo vencimiento se hizo la presentación oficial del monotributo en un evento público, que nuevamente les dejó a las entidades interesadas apenas dos semanas para sus campañas de pedagogía sobre el impuesto.

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Cumplido el plazo, el Ministerio de Hacienda y la Dian dieron una nueva prórroga, esta vez hasta agosto, que anunciaron apenas en los primeros días de julio y advirtieron que no tenían ni recursos ni apropiaciones para hacer campañas de divulgación, lo que resultó en los dos meses de talleres de Fenalco.

Fenaltiendas añadió que también intentaron vincular a la Dian en el día del tendero en todas las ciudades pero por temas logísticos, pues dichos eventos son al aire libre y no tienen puntos de internet, la Dian no asistió argumentando que sin conexión no podía hacer la vinculación de los tenderos asistentes y así se perdió la oportunidad de inscripción de cerca de 85.000 tenderos en las entre 15 y 20 ciudades en las que se realiza el evento.

Monohistoria

El monotributo es producto de un proceso que inició en el 2010 entre el Ministerio de Hacienda y Fenalco para la formalización de los comerciantes y pequeños empresarios, que terminó en una lista de 17 pasos.

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La lista se amplió a una lista de 200 trámites que requerían ser simplificados, gracias a un estudio de casi tres años que además contó con la participación del Ministerio de Comercio para la realización de brigadas de formalización empresarial.

Ya para el 2014, se unió el Ministerio de Trabajo. Con esta entidad se construyó un nuevo documento de formalización laboral y con todos los documentos listos, el debate pasó a la Unidad de Regulación Financiera, nuevamente el Minhacienda, y los legisladores para promover las modificaciones de la reforma tributaria.

El modelo inicial de este impuesto proponía destinar parte de su recaudo para apoyar centros de desarrollo empresarial, con los que se fortalecerían esos mismos monotributistas y eso les da un círculo virtuoso de mejoramiento y beneficios a corto plazo que estimularan su aporte a dicho impuesto.

Lo que sí se logró fue la simplificación de los aportes a pensiones, Aseguradora de Riesgos Laborales o Caja de Compensación. El monotributo terminó segmentado en tres categorías dependiendo de los ingresos de los comerciantes: el primer nivel aporta al impuesto de renta y el Programa de Beneficios Periódicos (Beps) para la vejez, el segundo cambia el aporte a pensión por el pago de ARL y el tercero cambia dicho elemento por un aporte a Caja de Compensación.

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