El Gobierno sabe que debe incrementar las exportaciones. En febrero lanzará un programa para impulsar las ventas externas. | Foto: Pilar Mejía

COMERCIO

Por qué no crecen las exportaciones de Colombia

El balance comercial de Colombia se deterioró drásticamente el año pasado. El país ya tiene un hueco de más de US$10.000 millones. Las alarmas están encendidas.

6 de febrero de 2020

El año pasado no cerró bien en materia de comercio exterior. Según informó el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), a noviembre de 2019, Colombia acumuló un déficit comercial de US$10.283 millones. La tendencia preocupa, porque en el mismo periodo de 2018 el déficit solo alcanzó US$6.460 millones.

Al mirar las cifras al detalle aparece en noviembre un incremento importante de 61,9% en la importación de combustibles.

La cifra se explica por la mayor demanda de combustibles ya que el ritmo de crecimiento ha representado en general un mayor número de vehículos, más tráfico aéreo y más actividad minera. Si no se tienen en cuenta los datos de combustibles, las importaciones se comportaron dentro de lo esperado. Es decir, el país está importando lo que realmente necesita.

Sin embargo, todavía genera cuestionamientos el comportamiento de las exportaciones, especialmente las no minero-energéticas, porque no parecen reaccionar. A noviembre del año pasado, las ventas externas del país habían caído 13,6%. Hay un sesgo marcado también por combustibles, porque en los primeros once meses cayeron 11,4%. Sin embargo, agro no creció, manufacturas cayó 0,1% y otras exportaciones crecieron 19,3%, pero justamente las que menos participan en el agregado total.

El asunto es crítico, pues el desbalance externo podría plantear el riesgo más importante para la economía colombiana hoy: que el país no cuente con las divisas que necesita. Por ahora, el financiamiento externo y la inversión extranjera han venido cubriendo ese hueco.

En otras palabras, hay que hacer algo para que Colombia mejore su posición en el comercio mundial.

Según la viceministra de Comercio Exterior, Laura Valdivieso, entre otros factores ha incidido la evidente caída en los niveles de comercio exterior en el planeta, provocada por la guerra comercial.

Las cifras muestran esta realidad. En los primeros 10 meses de 2018, las importaciones de Europa y China crecían alrededor de 12%. Y en el mismo periodo de 2019, las importaciones chinas caían 5,1% y las de Europa 0,7%.

A esto se suma la caída en los precios internacionales de las materias primas. En el mismo periodo de 2018 crecían al 14,9% y en 2019 caían a 9,2%. Este último hecho afectó al país de manera importante, pues la oferta exportadora de Colombia está concentrada en productos primarios.

El Gobierno ha señalado tres prioridades para atacar ese problema del déficit externo: aprovechar mejor los tratados de libre comercio (TLC) vigentes, facilitar el comercio e impulsar la inversión extranjera directa. Además, el Gobierno lanzará a mediados de febrero el programa "Colombia Exporta Más", para impulsar las ventas externas, no solo a partir de estos principios de política, sino también con un enfoque regional para ampliar la oferta exportable de los departamentos.

Colombia debe exportar cada vez más bienes no minero-energéticos. Y es claro que el país también tiene una enorme posibilidad por el lado de servicios, como el turismo. Este sector viene mostrando crecimientos importantes muy por encima del promedio mundial. De hecho, el sector turístico debería generar casi US$6.000 millones en ingresos.

El país importó más combustibles durante noviembre y dejó en evidencia el riesgo de perder la autosuficiencia energética. Si sucede, Colombia tendría que destinar $30 billones anuales en ese frente.

El Banco de la República señaló recientemente que las autoridades económicas proyectan un déficit en cuenta corriente superior al 4,5%. Cuando los países muestran déficit pemanentes superiores a 5%, los ajustes a las economías resultan muy drásticos e incluyen la posibilidad de recesiones. O sea que el país estaría al borde de una situación muy complicada en este tema.

Ante la inminencia de un cambio paulatino en la canasta energética mundial, tener éxito en este frente es un asunto que nos "importa" a todos.