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CRECIMIENTO

Minas y petróleo: ¿una tendencia sin reversa?

Las cifras del PIB muestran que el petróleo y el carbón pasaron su peor momento, pero quedan las preguntas sobre el futuro de estas industrias. El oro es la sorpresa.

14 de agosto de 2020

Una década retrocedió el PIB del sector “Explotación de Minas y Canteras”. Según se desprende de las cifras de crecimiento al segundo trimestre, los $8,4 billones de valor agregado que se contabilizaron entre abril y junio de este año corresponden al mismo PIB del segundo trimestre de 2009.

Y todo indica que, si bien la pandemia agudizó la tendencia, el sector está enfrentando desafíos enormes que van más allá de la coyuntura de la recesión.

Por una parte, la caída más dramática estuvo por el lado del carbón, que se sumió en una recesión del 50% por cuenta de la demanda, no solo ocasionada por la pandemia y la crisis económica, sino por la tendencia del mundo hacia formas de generación de energía con menor impacto ambiental.

La situación en este sector es crítica: Cerrejón, una de las empresas más grandes de esta industria en Colombia, anunció que el primer semestre fue el de menores exportaciones durante los últimos 18 años. La compañía dejó pérdidas en el primer semestre por $368.000 millones. Ese es el mismo panorama en todas las otras compañías de este sector.

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Es claro que el país tiene que buscar definitivamente un cambio en su oferta de exportaciones para dejar de depender de productos que paulatinamente van a llevar su demanda a cero, por los cambios profundos en este mercado.

Si bien en Petróleo el diagnóstico es diferente, el desafío también queda en evidencia: la pandemia golpeó la demanda, pero el impacto se vio agudizado por la guerra de precios que llevó en algún momento del primer semestre a la cotización de los futuros de crudo a precios negativos.

Las cifras muestran que también los hidrocarburos presentaron un segundo trimestre crítico: petróleo cayó 15,7 y gas 7,8%.

El asunto es que el futuro de los hidrocarburos está lleno de desafíos: la posibilidad de ampliar la producción y aprovechar el último gran inventario de gas y petróleo del país (los yacimientos no convencionales del Magdalena Medio) depende de que se adelante una discusión seria y técnica sobre la posibilidad de hacer fracking responsablemente.

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En este frente es claro que Colombia tiene que ofrecer unas mejores garantías para los inversionistas que quieran meterle impulso a este sector. 

Así lo han entendido en la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH) que además de buscar salidas para enfrentar la coyuntura, flexibilizando inversiones y contratos, está diseñando un nuevo marco para las rondas de asignación de áreas que tendrán lugar el próximo año.

Pero el problema es que el ambiente político está bastante caldeado y probablemente esto aumente las tensiones con las comunidades. Así las cosas, el futuro de los hidrocarburos va a definirse también en escenarios políticos como las elecciones.

Se destaca el caso de dos sectores que mostraron crecimientos en medio de la pandemia: Minerales de oro y sus concentrados crecieron 23,8% explicada esta tendencia por el incremento en la cotización del mineral que se ha convertido en refugio en medio de la crisis. El otro sector destacado fue Minerales para la industria química y abonos minerales que tuvo un crecimiento de valor agregado de 28,8%.

El sector de Minas y Canteras ha representado enormes beneficios en valor agregado a lo largo de la historia de la economía colombiana. Es claro que va a seguir jugando un rol clave en las próximas vigencias. Sin embargo, los resultados del segundo trimestre muestran que es urgente que el país encuentre el camino para reducir su dependencia de estos sectores.