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REACTIVACIÓN

Largas filas porque las peluquerías vuelven a abrir en Europa

Hacía semanas que Helmut Wichter con su cabellera blanca rebelde esperaba con impaciencia este momento. "Me parecía a Robinson Crusoe", bromea este hombre de 87 años al salir de una barbería berlinesa.

4 de mayo de 2020

Es uno de los primeros que se ha beneficiado este lunes de las tijeras y navajas expertas en varios países europeos, como Alemania, España, Croacia, Grecia o Eslovenia.

Como Wichter, muchos de sus compatriotas han afluido en la mañana del lunes a los peluqueros en Alemania tras semanas de cierre para frenar la propagación de la covid-19. La federación del sector habla de una "avalancha".

"He venido aquí esta mañana y he visto que ya había gente esperando fuera", dice Wichter a la AFP, orgulloso de su nuevo corte de pelo ahora más clásico y ordenado.

Desde mediados de marzo, muchos alemanes se quejaban de que no habían podido cuidar su cabellera.

Algunos incluso recurrieron al mercado negro. La policía clausuró a finales de abril dos peluquerías clandestinas en el sótano de un barrio de la ciudad bávara de Miltenberg. Los infractores fueron acusados de violar las reglas del confinamiento.

Otros optaron por soluciones caseras: una de cada siete personas intentaron cortarse el pelo ellas mismas en las últimas semanas, según una encuesta del instituto YouGov para la agencia de prensa alemana DPA.

Además de las peluquerías, en Alemania este lunes también abrieron algunos colegios, museos, zoos, lugares de culto y terrenos de juego para niños.

Pero Alemania había sido un caso especial ya que desde el principio optó por un confinamiento ligero, en comparación con otros países.

Alemania ha registrado oficialmente 6.700 fallecidos y 163.175 contagiados con el nuevo coronavirus, por lo que su sistema hospitalario nunca ha estado desbordado.

Ramazan Uzun, de 27 años, se felicita de la apertura de su barbería en el barrio berlinés de Kreuzberg.

La agenda de la semana está prácticamente completa. "La gente está deseando cortarse el pelo", dice.

Pero tienen que respetar algunas medidas sanitarias. Tanto peluqueros como clientes deben llevar mascarilla y debe de haber al menos 1,5 metros de distancia entre clientes.

Esto no impide que Uzun siga preocupado ya que vive con sus padres y teme infectarlos.

"Aunque tenemos que ganarnos el pan de una u otra forma", reconoce.