Los países de Occidente alegan que el yuan, al ser mantenido artificialmente barato, le otorga a los exportadores chinos una ventaja desleal. | Foto: Marcela Villamil Kiewu

Comercio

¿Cuál es el problema de los desequilibrios económicos globales?

El término desequilibrio se refiere a los déficit comerciales que han afectado las economías de muchos países, especialmente la americana, complementado con un enorme superávit comercial en los emergentes como China. Ahora la guerra de divisas no es el problema.

Marcela Villamil Kiewu
24 de noviembre de 2010

La mayoría de economistas están de acuerdo en que si los líderes del mundo no trabajan para reducir los desequilibrios económicos en globales, la probabilidad de una nueva crisis económica mundial aumenta.

Está claro que el aumento de los déficit en los EU y de los excedentes en China no puede continuar para siempre. Sin embargo, tampoco parece que se estén tomando las medidas correctas para corregir estos desequilibrios en el corto plazo.

¿Qué tiene de malo un superávit comercial?

Exportar más de lo que se importa se ve como una cosa buena para China. En efecto, el éxito económico de ese país ha sacado a millones de sus habitantes de la pobreza. Pero esos enormes excedentes están alimentando las presiones de inflación en China, sumado al riesgo de crear burbujas de activos, continúan generando incertidumbre sobre la estabilidad financiera mundial.

Uno de los problemas está en que el superávit de China, se basa principalmente en el consumo de Estados Unidos, que al contrario tiene un déficit comercial que debe financiar por medio de la venta de activos, en este caso bonos de deuda del Tesoro de EU.

Incluso si el país del norte no sufre una crisis de deuda, sus ciudadanos encontrarán que su dinero vale menos en los mercados mundiales si el déficit comercial sigue creciendo y sus productos importados y los básicos como el petróleo y alimentos terminarán aumentando de precio. Al tener problemas de inflación, la reserva federal se vería obligada a subir las tasas de interés, limitando el crecimiento económico.

Así entonces, la guerra de divisas no es más que el producto de estos desequilibrios comerciales. El exceso de consumo de los americanos y las bajas tasas de consumo interno de China. La prueba está en que Estados Unidos tiene un déficit comercial con la mayoría de sus socios comerciales, incluso los que tienen una tasa de cambio flotante.

Muchos economistas dicen que las reducciones en el gasto de los americanos son necesarias si se quiere obtener un nuevo equilibrio sin crisis.

Por su parte, el gobierno chino está trabajando en crear uno para que los ciudadanos aumenten el consumo y se disminuya el efecto de la baja en las exportaciones golpeadas por la disminución del consumo de los americanos, comentó el jefe de investigaciones económicas del HSBC en Asia, Frederic Neuman.

Así mismo, para la ex economista de la Reserva Federal, Marci Rossell, los ciudadanos norteamericanos ahora están ahorrando para su jubilación, para pagar gastos inesperados, ante la posibilidad de quedarse sin trabajo y para pagar cuentas médicas, por lo tanto están moderando su consumo.

En el mismo sentido, durante una mesa redonda de los bancos centrales la semana pasada, presidente de la Fed, Ben Bernanke, dijo que será muy difícil restablecer el equilibrio vía tasas de cambio. “Los cambios estructurales en ambos lados tienen que ser parte de eso”.