Kenneth Mendiwelson , fundador de Refinancia y CEO de Referencia | Foto: Archivo Particular

VISIÓN

El emprendimiento y las fintechs, actores importantes para combatir el covid-19

Las fintech van a estar presionadas por el coronavirus, pero pueden ser una herramienta relevante para apoyar la recuperación.

2 de abril de 2020

Primeras reacciones

Como fundador de una serie de compañías relacionadas con el crédito de consumo (Refinancia y Referencia), y miembro de la red de emprendimiento Endeavor, mi tendencia natural ha sido convivir con la incertidumbre, ejecutando planes de acción que se administren dentro de los escenarios posibles. Es así como, en esos primeros días del coronavirus, me concentré en tomar decisiones con mi equipo frente a cómo debíamos proceder para asegurar la sostenibilidad de nuestros negocios. Los primeros ejes de trabajo en esos días se enfocaron en habilitar el trabajo remoto para las cerca de 800 personas que empleamos, proteger nuestra liquidez y comunicar de manera ordenada nuestro proceder a nuestros clientes, a nuestros aliados corporativos y, sobre todo, a nuestra gente.

Logré reunir algo de criterio sentándome en webinars que organizó Endeavor y generando conversaciones con colegas, amigos y familiares. Claro, también leí prensa nacional e internacional y reportes sobre cómo se venía desenvolviendo la economía en lugares en donde se estaba logrando “aplanar la curva del coronavirus”; y no faltaron memes y mensajes de todo tipo en redes sociales… suficiente ilustración!

Como era de esperarse, las primeras reacciones de las empresas y de los emprendedores nacionales se volcó al corto plazo, buscando sobreaguar por el tiempo que fuera necesario, mientras se entendía cómo va a quedar el mundo el día que comience la recuperación. Ahora es tiempo de pensar en cómo nuestras empresas pueden contribuir a la emergencia económica y social que se está gestando.

Un crédito es un crédito

El crédito ha sido útil para la humanidad durante siglos. Los primeros mercaderes genoveses entendieron que permitir que un comprador pagara a plazos la mercancía era un buen negocio, siempre y cuando el cliente comprobara una buena capacidad de pago y un buen comportamiento crediticio. Los bancos se consolidaron para apoyar estas transacciones, y los avances tecnológicos permanentemente fueron habilitando cambios que modificaban la manera como las personas acceden y utilizan el crédito. Se entendió que el buen uso del crédito fomentaba el crecimiento económico, y que su masificación, especialmente representada a través de las tarjetas de crédito, venía en pleno proceso de transformación a raíz de las oportunidades que han aparecido con las fintech.

En nuestro país, las fintech se volvieron una realidad, dado que la adopción de nuevas tecnologías móviles y la inteligencia en el uso de los datos permitieron ofrecer servicios financieros más actuales y convenientes para el cliente final. Se diseñaron canales de distribución de crédito alternativos que venían en pleno proceso de adopción. En esas aguas estábamos navegando cuando llegó el coronavirus.

Al igual que para otras industrias, la crisis trae un impacto de fondo para las fintech. En el corto plazo se observa que un mayor número de personas no pueden pagar sus créditos porque su estructura de ingresos cambió. Igualmente se evidencia un menor valor de desembolsos porque la gente está consumiendo solo lo que le es estrictamente necesario. Además, muchas fintech que originan créditos venían utilizando fuentes de fondeo de corto plazo, y este fondeo ya empezó desaparecer. Son golpes duros, y no es claro por cuánto tiempo se presentará esta situación; y aquellas empresas que no estaban suficientemente capitalizadas para asumir este impacto por meses pueden naufragar.

Pero como toda crisis trae consigo oportunidades, las fintech pueden ser una alternativa útil para el país, dado que pueden ser un mecanismo de distribución de fondos de emergencia para los consumidores y las Pymes. En Brasil, por ejemplo, el jueves 26 de marzo la autoridad monetaria permitió que las fintech distribuyan fondos del BNDES, dada su capilaridad y capacidad de llegar rápidamente y a bajo costo a clientes con necesidades especiales, a través de sus plataformas digitales y canales alternativos. Algo parecido podríamos hacer en Colombia.

Los procesos de recuperación y cobranza también van a tener que contar con mecanismos flexibles e innovadores, que consideren la realidad del deudor. En este frente tendremos que utilizar datos para perfilar las soluciones que mejor se acomodan a cada caso. La especialidad que logremos los expertos en refinanciar casos en mora será fundamental para que la crisis económica no resulte en una crisis financiera; en esta dimensión también estamos llamados a actuar.

El país necesita crédito para reactivarse, y debemos coordinarnos para trabajar unidos (gobierno, banca, comercio y fintechs). Pero durante este proceso no podemos olvidar que un crédito es un crédito: hay que fondearlo bien, originarlo bien, administrarlo bien y recuperarlo bien. Esto será más demandante ahora, pues entramos a entender una nueva realidad.


Kenneth Mendiwelson 

Fundador de Refinancia y CEO de Referencia