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BALANZA COMERCIAL

Balanza comercial: el dolor del crecimiento

El Dane reveló los datos de importaciones de 2018, que dejaron ver un incremento del déficit comercial coincidente con el mayor crecimiento de la economía. El dato se conoció justo cuando inician las voces de preocupación por las cuentas externas del país.

15 de febrero de 2019

De acuerdo con la información del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), las importaciones de Colombia durante 2018 alcanzaron los US$4.183 millones durante el 2018, mientras que las exportaciones llegaron apenas a US$3.401 millones.

La consecuencia fue el crecimiento del déficit de la balanza comercial, pues aunque las exportaciones del país lograron crecer por encima de su registro de 2017, la actividad no alcanzó para compensar las compras en el exterior.

Las cifras del Dane revelan que dicho déficit pasó de US$6.092 millones en el 2017 hasta US$7.113 millones, revirtiendo la tendencia de los años anteriores en los que el faltante había disminuido a grandes pasos luego de alcanzar los US$15.581 millones en 2015, en medio del choque que vivía el país por la caída de los precios del petróleo y el Fenómeno de El Niño.

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Un análisis de Investigaciones Económicas del Grupo Bancolombia destacó además que, durante 2018, el déficit de la balanza comercial creció especialmente en el segundo semestre del año, justo cuando la economía nacional empezó a demostrar con mayor fuerza su recuperación.

La razón es que durante el segundo semestre del año las importaciones crecieron casi el doble que las exportaciones. Según el análisis, la primeras “crecieron a un ritmo promedio de 15,5% en el segundo semestre, lo cual contrasta con un crecimiento de 7,5% de las exportaciones en este mismo periodo”.

De hecho, el documento destaca también que en parte el incremento de las importaciones estaría motivado por una mayor demanda interna tanto del lado del consumo como de la inversión, así como la realización de eventos anuales en los que se promueve el gasto en artículos como vehículos.

Y aunque todavía no aplicaba el descuento del IVA a la importación de bienes de capital para las empresas, esta actividad tuvo un crecimiento destacado, así como la compra de materia prima y bienes intermedios, demostrando un mayor crecimiento de la industria nacional.

La actividad coincide, precisamente, con un crecimiento del Producto Interno Bruto de 2,7% durante el tercer trimestre del año y de 2,9% en el último cuarto del año, según la proyección del BBVA Research.

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Esta señal de recuperación en la actividad nacional se conoció justo en el momento en el que el déficit de cuenta corriente, influenciado en parte por la balanza comercial, vuelve a ser una señal de preocupación para algunos economistas.

Aunque el ministro de Hacienda, Alberto Carrasquilla, aseguró este jueves que la actividad comercial no es la única que debe evaluarse a la hora de revisar el déficit de la cuenta corriente, sino que también deben medirse los flujos de capital, para el Banco de la República la balanza comercial sí es una señal importante.

Esta semana el equipo técnico del Emisor modificó su pronóstico de déficit de cuenta corriente en 50 puntos básicos, al pasarlo de 3,4% hasta 3,9% para este año.

El gerente del Banco de la República, Juan José Echavarría, advirtió que esa modificación preocupa pues “dejó de cerrarse (el déficit) y son números altos frente a los demás países, necesitamos exportar mucho más de lo que importamos”.

El incremento del pronóstico de déficit de cuenta corriente contrasta con el cálculo del “déficit ideal” que tiene el mismo Banco de la República, que es cercano a entre 2,5% y 3% de déficit.

La solución del gerente Echavarría no parece tan sencilla: aumentar las exportaciones.

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