Peso colombiano se ha desvalorizado 14,9% en lo que va del año

La volatilidad internacional que ha generado el coronavirus en los distintos mercados del mundo ha hecho que el dólar de Estados Unidos gane fortaleza frente a la mayoría de monedas emergentes, y el peso colombiano no ha sido la excepción.

Durante los primeros meses de la pandemia en Colombia y gracias la caída en los precios del petróleo, entre marzo y abril, el dólar alcanzó máximos históricos por encima de los $4.000, pero la apertura económica y los avances en las vacunas contra el coronavirus han otorgado cierta “estabilidad” a la moneda. 

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Después de alcanzar máximos históricos, el dólar en Colombia ha oscilado entre los $3.600 y $3.800. De hecho, la moneda terminó agosto en $3.740,95, cifra 0,7% inferior a la registrada al inicio de mes, que fue de $3.769,10.

Según la encuesta de expectativas económicas realizada por el Banco de la República, los encuestados creen que el dólar en Colombia terminará el año en $3.691. Los analistas del mercado han indicado que va a ser muy difícil ver el dólar por debajo de su nuevo piso, que es de $3.600.

El mercado colombiano cree que el piso del dólar en el país ahora es de $3.600, cuando antes del coronavirus se hablaba de un dólar oscilando entre los $3.200 y $3.300.

Durante los primeros ocho meses del presente año (enero a agosto), el peso colombiano ha perdido el 14,9% de su valor en relación con el dólar de Estados Unidos, pues había iniciado el 2020 en $3.254.

Otro de los factores que ha influido en la depreciación del peso colombiano en relación con el dólar de Estados Unidos ha sido la caída de los precios del petróleo. Históricamente, la relación entre el petróleo y el dólar en Colombia ha sido inversa: si los precios del petróleo suben, la moneda baja. El hundimiento en los precios del combustible que causó el coronavirus hizo que la divisa alcanzara valores nunca antes vistos.

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La falta de demanda mundial de petróleo hizo que los precios del dólar cayeran y que el de referencia WTI llegara a terrenos negativos, un hecho que nunca antes había sucedido.

Para intentar hacer frente a la baja demanda de crudo, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep), junto con sus aliados, decidió hacer un acuerdo para recortar la producción mundial de petróleo y así impulsar un poco los precios de los combustibles.