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INFLACIÓN

Así será el nuevo cálculo de los precios al consumidor

Cada 10 años, los países cambian la base para calcular el Índice de Precios al Consumidor en el que se basa la medición de la inflación. El director del Dane le explicó a Dinero cómo se calculará el indicador desde 2019.

22 de octubre de 2018

Solo hay dos proyectos estadísticos que los países realizan cada 10 años: un censo y una encuesta de ingresos y gastos de los hogares. La segunda toma 14 días en su realización por cada hogar.

Entre julio de 2006 y julio de 2007 el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane) inició el cálculo de su nuevo Índice de Precios al Consumidor (IPC), que empezó a regir desde 2009 y debe ser reemplazado en 2019.

Entre febrero y marzo del próximo año, el Dane anunciará el nuevo IPC con base 2018, que incluye una canasta en la que los hogares colombianos están gastando más.

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Juan Daniel Oviedo, director del Dane, explicó que hace 10 años el hogar promedio colombiano tenía a 2,5 de sus miembros trabajando y estos acumulaban ingresos por $1,9 millones al mes. Ahora trabajan 2 integrantes del hogar, que suman $2,3 millones.

“El hogar aumentó su poder adquisitivo, esa es una prueba del boom de los commodities porque el ingreso aumentó”, destacó Oviedo.

Y dicho progreso económico llevó a nuevos patrones de consumo. El patrón de consumo que más cambió fue el porcentaje del gasto en vivienda.

Hace 10 años los hogares tenían ingresos por $1,9 millones en promedio y gastaban $1,8 millones, dejando apenas $100.000 para el ahorro. Hoy, de los $2,3 millones que reciben se gastan $1,9 millones y dejan para posibilidad de ahorro $400.000.

De ese gasto, “se creció demasiado la participación de los gastos de vivienda, es decir de arrendamiento, servicios públicos domiciliarios, etc”, destacó el director del Dane y agregó que este rubro aumentó de 23% a 29%.

Eso significa que los precios de los llamados bienes regulados son más altos que hace una década, que el desarrollo inmobiliario llevó al encarecimiento del mismo sector.

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Así las cosas, ese hogar se gasta hoy 1,9 millones al mes distribuidos en $550.000 en gastos de vivienda, $310.000 en alimentos y bebidas no alcohólicas, $220.000 en transporte, $180.000 en restaurantes y hoteles, mientras en telecomunicaciones gasta $81.000.

La recomposición del IPC hará que la canasta familiar sea más sensible a los cambios de los precios en vivienda, restaurantes y telecomunicaciones e información. La razón es que este último se espera que aumente su participación como ponderador del indicador en un punto porcentual.

Por su parte, alimentos podría caer entre 3 y 4 puntos dentro de la canasta, los gastos en vivienda aumentarían 6 puntos porcentuales y el gasto en restaurantes lo haría en un punto.

Como novedad, esta es la primera encuesta de ingresos y gastos que le pregunta cuánto se gastó en almuerzos por fuera del hogar. “Eso significa que el corrientazo ya es un elemento que ya entra visible a la canasta”, concluyó Oviedo.

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