PROYECCIONES
Industria ya se resintió en marzo
El índice PMI, que calcula Davivienda, muestra una fuerte caída en el tercer mes del año y pronostica un comportamiento aún más bajo para abril.
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El Purchasing Managers‘ Index, (Índice de gestores de compras), que mide mensualmente Davivienda y que se da conocer el primer día hábil de cada mes, muestra que en marzo de 2020 la industria manufacturera tuvo un fuerte descenso.
El indicador busca reflejar la situación económica de una nación a partir de encuestas. A los encuestados les preguntan sobre producción, nuevos pedidos, precios y ocupación y ellos responden solamente si estas variables son mayores, menores o iguales que las del mes anterior. Con estos resultados se obtiene un índice que si es superior a los 50 puntos muestra un sector manufacturero en expansión, mientras que si está por debajo de los 50 puntos señala un descenso.
En marzo de 2020 el PMI registró un dato de 49,3 puntos, después de alcanzar 52,5 en febrero. Desde junio del año pasado este indicador no se ubicaba por debajo de 50 puntos.
El resultado del mes que acaba de terminar se debió a una marcada caída de nuevos pedidos por la actual pandemia de covid-19, que afectó de forma dramática la demanda de los clientes. Esto obligó a las empresas a recortar la producción y a limitar las compras de insumos.
Así mismo, el crecimiento del empleo también fue débil y las perspectivas relativas a la actividad futura se desplomaron hasta un mínimo histórico ante la creciente preocupación por la economía nacional e internacional. La apreciación del dólar estadounidense y la subida de los precios de los proveedores se tradujeron en una aceleración del incremento de los precios de insumos en marzo. En este contexto, las empresas respondieron aumentando de forma rápida, aunque moderada, sus precios de venta.
Andrés Langebaek Rueda, director ejecutivo de Estudios económicos del Grupo Bolívar, explicó que en marzo la producción decreció, así como los pedidos, que cayeron a su nivel más bajo en tres años. No obstante, los tiempos de entrega de los proveedores aumentaron en forma considerable. A consecuencia de esta situación, la expectativa de producción a doce meses cayó a su mínimo nivel desde la existencia de indicador para Colombia (abril 2012).
“Para rematar este panorama desfavorable, el aumento de la tasa de cambio frente al dólar a su nivel más alto registrado en la historia reaviva las presiones de costos. De esta manera la presión sobre los industriales es doble: menores pedidos y márgenes más bajos. En medio de este panorama difícil, cabe destacar el hecho de que los niveles de crecimiento del empleo se mantuvieron, aunque a niveles bajos”, sostiene Langebaek.
Dado que el índice PMI también busca ser un predictor de la economía a futuro, sin duda las cifras de marzo sugieren un deterioro industrial aún mayor para abril en la medida que las dificultades de movilización se han incrementado y las ventas de muchas ramas del comercio -con la notable excepción de alimentos- se han desplomado.