Las propuestas del Banco Mundial para recuperar la productividad

De acuerdo con el multilateral, los países necesitan aplicar respuestas “polifacéticas” y urgentes para recuperar su productividad. Además, deben tener en cuenta el objetivo de disminución de la pobreza, de modo que su recuperación además permita un incremento de los ingresos que sea más equitativo, sostenible y equilibrado.

Sin embargo, el Banco Mundial advierte que la crisis generada por la pandemia podría debilitar mucho más la capacidad de generar productividad de los países, que parecía haber alcanzado su límite en 2007.

“Tras la crisis financiera mundial de 2007-2009, las economías de mercados emergentes y en desarrollo sufrieron el desplome del aumento de productividad más abrupto, prolongado y sincronizado en décadas, que puso en peligro los avances conseguidos con tanto esfuerzo para recuperar terreno frente las economías avanzadas”, señala en su nueva publicación.

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Además, la pandemia podría deteriorar más el acceso a formación para los jóvenes y retrasar el paso de recursos entre sectores desde los menos hacia los más productivos, como usualmente se ha aumentado la productividad.

En ese sentido, el multilateral señaló que si bien la necesidad inmediata de todos los países es atender los efectos sanitario y económico de la covid-19, cuando las autoridades piensen la recuperación de sus países, “la reactivación de la productividad debería ocupar uno de los primeros lugares en su lista de tareas por emprender para recobrar el terreno perdido”.

Y para lograrlo, será necesario que cada país evalúe la evolución de su productividad, para así entender qué la impulsa y esto a su vez les ayude a decidir qué políticas tiene a mano para volver recuperarla.

Por ejemplo, el multilateral destaca que los países podrían aumentar su productividad impulsando la creación de soluciones a la crisis actual.

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“La aceleración de la adopción de tecnologías; la incorporación de tecnologías digitales en las manufacturas, las finanzas y la educación, y una mayor resiliencia en las cadenas de suministro se cuentan entre las formas en que, paradójicamente, la productividad puede haber recibido un fuerte impulso a raíz de las perturbaciones provocadas por la pandemia”, señala.

Pero esta reasignación de fuerzas e inversiones debe tener en cuenta, de nuevo, que la provisión de herramientas, como el acceso a la tecnología, sea equitativa para que, al mismo tiempo, se reduzca el efecto de la pandemia sobre la pobreza.

En ese sentido, el Banco Mundial señaló que los cambios en el mercado laboral deben acompañarse de una adecuada capacitación y apoyo de la seguridad social, así como “la inversión pública destinada a generalizar el acceso a Internet podría ampliar la disponibilidad de escolarización y formación virtuales de buena calidad. Una fuerza de trabajo mejor educada tiene menos probabilidades de ser reemplazada por la automatización”.

En el caso de los países de menores ingresos, el multilateral sugiere en cambio mayores inversiones en la agricultura, tanto en maquinaria e infraestructura como en la promoción de la propiedad de la tierra. Esto puede aumentar su productividad y generar beneficios adicionales en el progreso de los mismos, así como en sus condiciones económicas y sociales.

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