Prácticamente, todas las regiones tienen o descensos en el tamaño de sus mercancías comercializadas o han experimentado desaceleración a excepción de África y Oriente Medio.

Economía

¿Llegó el comercio internacional a su límite?

Con un primer semestre para olvidar en el comercio internacional, las dudas sobre la efectividad de organizaciones como la OMC y la fortaleza de la economía mundial aumentan.

7 de octubre de 2015

El volumen del comercio mundial cayó 0,5% en el segundo trimestre de 2015 en comparación con el periodo anterior según la Oficina Holandesa para el Análisis de Política Económica.

Al mismo tiempo, los analistas del Monitor Mundial de Comercio revisaron a la baja los resultados del primer trimestre de este año hasta 1,5% adjudicando así al primer semestre de 2015 el título de peor periodo para el comercio mundial desde la crisis de 2009.

Aunque el comercio global repuntó 2% en junio, los expertos creen que la Organización Mundial del Comercio (OMC) deberá revisar su anterior estimación para finales de 2015 de 3,3% ya que los resultados del primer semestre dictan otro camino.

Pero, ¿realmente está el comercio internacional llegando a sus máximos?
Como se observa en la siguiente grafica de crecimiento a finales de 2014 se alcanzó el incremento máximo en los últimos años.



Fuente World Trade Monitor 2015, Cálculos Dinero

El peor semestre para el comercio mundial desde la crisis

En el último año, el volumen del comercio de mercancías en el mundo aumentó 2,6%, una de las cifras más bajas en las últimas décadas e incluso va en caída en el primer semestre (-0,1%) mostrando nuevas tendencias que pueden inducir a un estancamiento, afirman voceros del Banco Mundial.

Inclusive, en los últimos 3 años el crecimiento anual promedio del comercio en el mundo ha sido apenas de 0,2% y en el último año de 0,15%.



Fuente World Trade Monitor 2015, Cálculos Dinero

La caída más dramática del volumen del comercio la posee Europa central y del este. Esto se explica en gran parte por las sanciones económicas a Rusia (principal motor del comercio en esa zona) y deja en claro la debilidad de dichas economías para comerciar entre ellas.

Prácticamente, todas las regiones tienen o descensos en el tamaño de sus mercancías comercializadas o han experimentado desaceleración a excepción de África y Oriente Medio que como lo explica el Banco Mundial “su desarrollo e inversión ha motivado a los países de estas regiones a abrirse a los mercados internacionales”.

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América Latina también se ve afectada por la caída de sus exportaciones de materias primas, así como por sus compras extranjeras gracias a los fuertes procesos de devaluación que sus monedas están atravesando.

Cambios estructurales

En efecto, la desaceleración de Europa y especialmente China explican el pésimo rendimiento del comercio en los primeros 6 meses del año. Si el gigante asiático está pasando de una economía impulsada por las exportaciones a una por el consumo interno, tendrá implicaciones estructurales en el panorama global.

Estados Unidos (mayor importador del planeta) también tiene cierta responsabilidad. Las recientes políticas y reformas de la energía lo han convertido en un exportador neto de este insumo lo que motiva a las compañías a reducir sus cadenas de suministro y llevar la producción cerca a los consumidores norteamericanos.

Otro de los factores está en la tecnología. Como afirman analistas de la OMC, el simple uso de impresoras láser hace que los países sean en cierta medida autónomos y no depender tanto de partes o materiales extranjeros, por dar un ejemplo.

La crisis de la OMC

En el otro extremo de las causas que han diezmado el comercio internacional se encuentra el dudoso papel de la OMC.

Es conocido que la OMC está en una crisis desde el 2008 y para el investigador senior del Programa de Diplomacia Económica del Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés) Peter Draper, la eficacia en la resolución de conflictos y la generación de nuevos acuerdos de la máxima organización de comercio sigue estancada.

Tanto así que los países del mundo se han dividido en dos grupos. El primer grupo conformado por países pequeños y emergentes junto a India, Brasil y Sudáfrica apoya la “OMC 1.0” justificando que la OMC no debería imponer obligaciones excesivas a sus miembros.

Un segundo grupo liderado por las economías avanzadas y países emergentes que desean prosperar en el comercio internacional, aquellos que pertenecen a Alianza del Pacifico, apoyan la “OMC 2.0” para que las normas de este organismo se actualicen y se amplíen para garantizar una competencia más justa.

Para el investigador del WEF, los resultados de esta discusión son inciertos y si bien los nuevos acuerdos como la Asociación Transpacífica (TPP) incrementarán el comercio entre sus integrantes afectando al 40% del planeta, todavía es pronto afirmar que el comercio internacional se recuperará satisfactoriamente.