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INTERNACIONAL

¿Estamos listos para entrar a la Ocde?

Este miércoles Colombia presentará un nuevo informe de sus avances en materia comercial para recibir la aprobación de uno de los dos comités que le faltan para ingresar a la Ocde.

25 de abril de 2018

Luego de una ardua gestión del gobierno que termina, a Colombia le falta la aprobación de dos comités para entrar al llamado “Club de buenas prácticas”, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico que ya tiene otros 35 miembros. El comité que revisa la gestión de todos los demás 23 subgrupos está a la espera de las aprobaciones en materia comercial.

Hace menos de una semana Colombia recibió la carta del Comité de Trabajo, Empleo y Asuntos Sociales de la Ocde en la que le indicaba que finalmente el país había sido admitido en el mismo.

El país ha reportado una notable disminución de la informalidad en los últimos años al llevar el indicador de formalidad laboral en las 13 ciudades y áreas metropolitanas principales hasta 50,6%. Y de hecho, el Comité señaló en su carta que “reconoce el significativo esfuerzo que Colombia ha realizado desde el comienzo del proceso de adhesión para abordar los desafíos en el mercado laboral y la agenda de reforma para la política social”.

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Sin embargo el profesor Álvaro Zerda de la Universidad Nacional advierte que al país todavía le falta trabajar en la flexibilidad del mercado laboral y la protección a los líderes sindicales y trabajadores. El tema no es sencillo pues, explica Germán Nova -también de la Universidad Nacional- que el nivel de desarrollo de las empresas y de la misma economía en Colombia podría representar un riesgo si se exagera en la flexibilización de este campo.

Zerda agrega que muchas de estas nuevas normas para mejorar el entorno laboral en Colombia en teoría debieron aplicarse hace unos años, cuando finalmente se firmó el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Sin embargo “Colombia es muy dado a cumplir los requisitos solo en papel o apariencia pero no de fondo”, añade el profesor.

En el caso de los líderes sindicales, muchos de estos todavía no parecen tener las garantías necesarias en sus empresas e incluso son despedidos de sus empleos, bajo excusas que parecen especialmente creadas por sus empleadores, tras huelgas o negociaciones para mejorar sus condiciones.

Zerda destaca como otro ejemplo de los requisitos que se cumplen solo en el papel a la Ley de Conglomerados que se aprobó en el Congreso hace casi un año, era uno de los requisitos para ingresar a la Ocde y todavía no se ven mayores efectos de su implementación.

El otro comité restante es el comercial. Aquí el país espera obtener su aprobación este mismo miércoles, luego de varios inconvenientes por el proceso de chatarrización de vehículos de carga, la legislación sobre derechos de autor y el ya conocido debate sobre los precios de los medicamentos.

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Tanto Nova como Zerda advierten que a los países que están en la Ocde les preocupan decisiones que se han tomado en el país por parte del Ministerio de Salud para garantizar el debido acceso a los tratamientos necesarios, como la declaración de medicamentos de interés público y la determinación de precios para medicinas de alto costo.

Colombia se enfrenta entonces a la disyuntiva entre cumplir los requerimientos de la organización, y en particular de países como Estados Unidos que busca proteger a su industria, y garantizarle a los colombianos el derecho a la salud sin generarle mayores problemas de financiamiento al sistema.

Por otra parte está el que ha sido el discurso de Colombia desde la década de los 90: la diversificación de su industria. Y el desarrollo y uso de la ciencia, tecnología e innovación como eje transversal en todos los Planes de Desarrollo desde esa época para lograr por fin una economía que sea menos dependiente de las actividades extractivas y la producción de bienes primarios. Mientras Colombia realmente ha invertido cerca 0,2% del PIB al desarrollo de esta área, los países de la Ocde tienen un promedio del 3% del PIB anual para la misma causa.

Para Zerda, son muchos más los costos en los que ha incurrido y tendrá que seguir incurriendo el país para ingresar al “club de buenas prácticas” y mantenerse allí, que los beneficios. Zerda explica que el mayor beneficio para el país sería recibir mayor reputación que le representaría acceso a mejor financiación externa, pero a cambio tendrá que renunciar a parte de su soberanía pues decisiones sobre el mismo desarrollo de sus industrias tendrían que acogerse a los estándares de los otros 35 países.

Por el contrario, Nova considera que a esta altura del juego incluso es muy difícil pensar en que un presidente para 2018-2022 que sea de otra tendencia política revierta el proceso y al final sería en dicho gobierno que el país logre su acceso a la Ocde.

Eso sí, se necesita que el mismo Gobierno desde ya empiece a compartir información sobre qué significa pertenecer a la Ocde y cómo se ha dado ese proceso para sean los mismos colombianos quienes se empoderen del proceso y mediante control social obliguen a que Colombia pase “del dicho al hecho” en las buenas prácticas del grupo de países.

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Nova agrega que Colombia puede aprovechar su ingreso en el grupo de países para buscar alianzas y crear un bloque de países, por ejemplo por región, que tengan intereses similares y que puedan influir en las decisiones de la organización para su propio beneficio.

Y aunque también puede representar un riesgo para la industria nacional, la entrada al club de países le ofrecería a Colombia la posibilidad de abrir nuevos mercados de exportaciones, impulsando la creación de nuevas industrias e impulsando la competitividad de las mismas con el ánimo de “ganarse” el espacio en nuevos mercados y mantenerse allí.

De acuerdo con Nova, el desarrollo de estas nuevas industrias y mercados también puede impulsar la productividad del país en un ambiente que, si se sabe aprovechar, jalone consigo el desarrollo de la ciencia y tecnología para la innovación y el manejo ambiental adecuado para el país y que cumpla con los estándares internacionales de otros acuerdos que ya ha firmado Colombia como el COP21.

La tarea del próximo gobierno

Es posible que sea al próximo presidente del país a quien le corresponda decidir si Colombia, una vez dentro de la Ocde, opta por una postura pasiva sobre las decisiones que allí se tomen o toma el liderazgo del que podría ser un grupo de países con características similares, por ejemplo la región en que se ubican, y que puede empezar a incidir en la organización.

Para Nova, el siguiente gobierno “debe ser mucho más protagónico. Una adhesión simplemente para seguir las pautas de la Ocde traería mayores riesgos para el país pues si tenemos que acogernos a muchas de sus pautas, podrían poner en problemas a ciertos sectores de la economía nacional como ya pasa con el sector farmacéutico”.

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