Roberto Steiner, director de Fedesarrollo.

Colombia crecerá 2,1% este año

Fedesarrollo pronostica un crecimiento lento para 2010 y 2011. El consumo y la inversión privadas y las exportaciones no despegarán en este año. No habrá devaluación del tipo de cambio. Los hogares están muy endeudados.

5 de abril de 2010

El centro de investigación económica Fedesarrollo estima que el crecimiento de la economía colombiana será de 2,1% en 2010, ligeramente inferior al consenso de los analistas y a la proyección del gobierno en su Marco Fiscal de Mediano Plazo (2,5%). Así lo reveló en su publicación periódica Tendencia Económica.

“Pensamos que el proceso de recuperación a partir de este año va a ser lento, debido a que no se vislumbran como dinámicas las principales fuentes de demanda”, señala. De hecho espera que la recuperación plena solo se alcance en dos años. Para el año entrante espera una tasa de crecimiento de 3,6%, que aumentará a 4,5% en 2012.

Fedesarrollo explica que el año pasado el gasto público en obras de infraestructura fue la principal fuente de crecimiento de la economía, pero que en enero de 2010 el gobierno anunció un recorte en el gasto público de 1,1% del PIB, “con lo cual el estímulo fiscal de 2009 no se repetirá durante
el año en curso”, señala.

En esas circunstancias la economía solo se podría dinamizar si aumentan el consumo de los hogares, la inversión privada y las exportaciones. “Infortunadamente, hay motivos que llevan a pensar que la dinámica de estos componentes no será lo suficientemente buena como para que el proceso de recuperación de nuestro país sea tan fuerte como el que experimentarán otras economías de la región”, añade el informe.

Esa así como la proyecciones del Fondo Monetario Internacional muestran que este año Chile crecerá 4%, Brasil 4,7%, México 5 y Perú un sorprendente 5,8%.

Los hogares, muy endeudados
Fedesarrollo espera que el consumo de los hogares aumente 1,4% en el año, más que el 0,1% de 2009, pero todavía insuficiente para conseguir un despegue de la economía nacional. El consumo será beneficiado por la reducción de tasas de interés, pero este efecto podría ser contrarrestado por la situación de desempleo y por el hecho de que los hogares tienen un alto nivel de endeudamiento.

El Banco de la República calcula que la carga financiera de los hogares fue de 22,4% en 2009, mientras que era de 13% en 2002. “Esta elevada carga financiera quizás sea la razón por la cual
el lento aumento del crédito de consumo (que al mes de enero crecía tan solo 2,8% en términos reales) se deba primordialmente a problemas de demanda por parte de los hogares, no a restricciones de oferta por parte del sistema financiero”, explica.

Muestran que las encuestas de opinión reflejan la cautela con la que los hogares se enfrentan al hecho de comprar bienes durables, que generalmente requieren crédito. En febrero la disposición a
comprar vehículo se ubicó en -6,9% frente a un máximo de 22,4% en octubre de 2006 y un mínimo de -17,6% en abril de 2009. La disposición a comprar vivienda fue 25,8%, frente a un máximo de 50,6% en mayo de 2006 y un mínimo de -1,7% en noviembre de 2008.

Exceso de capacidad instalada
En cuanto a la inversión privada, Fedesarrollo espera que aumente 2,6%. Estima que la inversión pública se contraiga 0,8% y con ello la inversión total aumentará 2,1%.

Advierte que la inversión privada no aumentará mucho más porque viene de un largo periodo de expansión, en el que aumentó en promedio de 12,2% durante el período de 2001 a2008. Por efecto de la desaceleración de la econmía, la utilización de la capacidad instalada se encuentra en niveles históricamente bajos – 68% en noviembre -. “En razón a ello, no hay motivos para pensar que en el futuro inmediato el sector privado esté ávido de aumentar su capacidad instalada a través de mayores inversiones”, dijo.

Los mercados equivocados
Finalmente el centro de investigación en economía espera que las exportaciones totales aumenten 1,7% en el año. Esto es, de nuevo, mejor que el balance de 2009, cuando éstas se contrajeron 8,2%.

No obstante, las ventas al exterior crecerán menos de lo que podrían hacerlo por el hecho de que nuestros principales mercados como Estados Unidos y la Unión Europea crecerán de manera muy lenta y que no comerciamos con economías más dinámicas como las de China e India. Pronostica que las exportaciones hacia Venezuela continuarán “muy deprimidas” y que la entrada de inversión extranjera directa al sector minero-energético y la monetización de recursos externos por parte del gobierno para financiar su desbalance fiscal, “no se vislumbra una devaluación de la tasa de cambio que pueda compensar, así sea parcialmente, el escaso dinamismo de nuestros principales socios comerciales”.

Adicionalmente, muestra alguna cautela frente a lo que puede ocurrir con la economía mundial, que puede recibir un nuevo golpe de la crisis de Grecia, Portugal, Irlanda y España.