La salud es uno de los principales temas dentro de los objetivos globales de la Asamblea General de las Naciones Unidas

Salud

¿Cómo una mejor cobertura de salud hace más próspero un país?

El contar con buena salud, teniendo al mismo tiempo una estabilidad económica podría ser un punto clave en la prosperidad y fortaleza de la economía de las naciones

8 de enero de 2016

La cobertura de salud universal, en principio, podría ser posible no solo en países ricos, sino en todos los países en cualquier nivel de desarrollo, afirmaron Kenneth Arrow, profesor emérito de economía y de investigación de operaciones en la Universidad de Stanford y Apurva Sanghi, economista principal del Banco Mundial en Kenia.

Uno de los principales problemas con respecto a la salud en la actualidad, radica en las dificultades financieras que tienen las personas para acceder de manera adecuada a los servicios de salud.

El argumento de establecer un sistema sólido de salud sin afectar las finanzas personales a gran escala y permitiendo el acceso a todos los grupos de personas, podría significar grandes beneficios económicos para cada nación.

Adicionalmente, en el reporte Salud Global 2035, El mundo convergerá en una generación, se afirma que las personas con buena salud gozan de mayor productividad, lo que repercute directamente en el nivel de ingresos de un país, porque si se tiene una estabilidad económica y a eso se le suma los años de vida ganados por buena salud, el resultado se plasmará en el cambio en el ingreso total de un país durante cierto periodo de tiempo.

Por estos motivos, se asegura que cuando las personas cuentan con un buen estado de salud y tienen una situación económica estable, sus economías se vuelven más prósperas y fuertes.

Las muertes evitables siguen siendo comunes en países de ingresos bajos y medios. La causa principal no solo radica en una falta de capacitación y conocimiento de los médicos, sino básicamente en los fallos que pueden presentar los sistemas de salud, según Arrow y Sanghi. Ellos afirman que la tecnología tiene un papel fundamental para lograr los objetivos en salud planteados y especialmente en los países en desarrollo.

Según un mapa sobre la puntuación de eficiencia en los sistemas de salud, publicado en el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés), se observa que en una escala de 1 a 100, solo países como Australia, Japón e Italia se encuentran en un rango medio (entre 60 y 80). Países como Argentina, Reino Unido y México se encuentran en un rango bajo (entre 40 y 60). Sin embargo, países como Brasil, China y Colombia se encuentran en un rango muy bajo (entre 0 y 40).

En términos generales, según Arrow y Sanghi, el impulsar y mejorar la cobertura sanitaria universal requiere de tres elementos clave: incentivos, inversiones y tecnología.

Un dato interesante es que, en Kenia a través de la fundación m-PESA se está incurriendo en el mejor aprovechamiento de la tecnología en el sector de la salud. En dicho país, se está logrando incrementar cada vez más la interacción entre pacientes del sector rural y los profesionales de la salud a través de videoconferencias. Con esto, se podría al menos facilitar los servicios de salud a pacientes que tengan dificultades de traslado y necesiten atención inmediata.

Por otro lado, hay otros factores que influyen directamente en el mejoramiento de la salud humana y que ayudan a construir un mejor sistema de salud. Lo anterior, hace referencia básicamente a mejorar bienes de carácter público que incidan en la salud de las personas, por ejemplo, agua potable, saneamiento o mejor infraestructura. Estos factores pueden ayudar a generar una mejor atención y un mejor suministro del servicio.

Es por esto que la salud es uno de los principales temas dentro de los objetivos globales de la Asamblea General de las Naciones Unidas, no solo por la importancia de la preservación de la vida que conlleva mejorar la cobertura en salud, sino además por la incidencia que esta tiene en la economía mundial.