Alimentos

Cinco desafíos para el futuro alimentario global

¿Cómo podrá una población total de 9.000 millones de personas alimentarse de forma sostenible y equitativa? Un proyecto liderado por el Reino Unido, ha identificado y analizado cinco desafíos claves para alivianar las presiones en el sistema alimentario de aquí al 2050.

26 de enero de 2011

Según el documento Foresight. The Future of Food and Farming (2011), que hace parte del proyecto liderado por el Reino Unido y en el cual participa la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) y 400 expertos de más de 35 países, el sistema alimentario mundial experimentará una serie de presiones sin precedentes en los próximos 40 años.

Por el lado de la demanda, el tamaño de la población mundial pasará de casi 7.000 millones en la actualidad, a 8.000 millones en 2030, y probablemente a más de 9.000 millones en 2050.

Por el lado de la producción, la competencia por la tierra, el agua y la energía se intensificará, mientras que los efectos del cambio climático serán cada vez más evidentes. La necesidad de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y adaptarse al cambio climático se convertirá en imprescindible.

Por lo tanto, durante este período, la globalización continuará exponiendo el sistema alimentario a nuevas presiones económicas y políticas.

El estudio se realizó, para generar lineamientos de políticas públicas para enfrentar la grave amenaza que constituyen para las economías estas presiones y que por lo tanto requieren una evaluación estratégica en conjunto de cómo el mundo se alimenta.

El documento insta a hacer frente a estos de una manera pragmática, en donde hacer frente al cambio climático y lograr la sostenibilidad en el sistema mundial de alimentos es imperativo. El proyecto plantea cinco desafíos que enfrentan el sector de alimentos y agrícola para lograr sostenibilidad en los próximos años.

1. Equilibrio sostenible de la demanda y la oferta futura de alimentos, para garantizar que los suministros de alimentos sean asequibles. El proyecto propone mejorar la productividad de todas las regiones del mundo utilizando los conocimientos existentes, capitalización de la nueva ciencia y tecnología hacia toda la población, la reducción de residuos, y mejorar la gobernabilidad sobre los alimentos e influenciar la demanda por medio del cambio en la dieta y en las rutinas alimenticias de los habitantes.


2. Dirigir la amenaza de la volatilidad futura en los suministros de alimentos y la protección de las personas más vulnerables. Los efectos adversos sobre los consumidores y productores por la perturbación que causa la volatilidad al sistema alimentario mundial, es uno de los desafíos debido a la inestabilidad económica mundial que genera y el efecto aún mayor sobre los países de bajos ingresos.


3. Lograr acceso mundial a los alimentos y acabar con el hambre. Hoy en día hay 925 millones de personas que sufren de hambre en el mundo y alrededor de un billón adicional que aunque tiene acceso a algunos macronutrientes, sufren de “hambre escondida”, es decir, que no tienen suficientes vitaminas y minerales. El desafío se piensa incrementando la agricultura en los países en donde hay más niveles de hambre y desnutrición y reducir los niveles de pobreza y desigualdad.


4. Gestionar los desafíos de un mundo con bajas emisiones de CO2 para la mitigación del cambio climático.


5. Mantener la biodiversidad y servicios de los ecosistemas, así como la alimentación del mundo. Muchos de los sistemas de producción de alimentos son insostenibles. Sin cambios, el sistema mundial de alimentos seguirá deteriorando el medio ambiente y poner en peligro la capacidad del mundo para producir alimentos en el futuro, así como contribuir al cambio climático y la destrucción de la biodiversidad.

Finalmente, el proyecto busca que al reconocer la necesidad de adoptar medidas urgentes para hacer frente a estos retos de futuro, los responsables políticos no pierdan de vista las principales deficiencias en el sistema de alimentos que existen en la actualidad y que dentro de las prioridades claves para la acción este:

1. Difundir las mejores prácticas alimentarias.
2. Invertir en nuevos conocimientos.
3. Hacer que la producción sostenible de alimentos esté en el eje central del desarrollo.
4. Trabajar bajo el supuesto de que hay poca tierra para la agricultura.
5. Garantizar a largo plazo la sostenibilidad de las poblaciones de peces.
6. Promover la intensificación sostenible.
7. Incluir el medio ambiente en la economía del sistema de alimentos.
8. Reducir los residuos – en los países de ingresos altos y bajos.
9. Mejorar la base de evidencia sobre la cual se toman las decisiones y desarrollar indicadores para evaluar progreso.
10. Anticipar los principales problemas con la disponibilidad de agua para la producción de alimentos.
11. Trabajar para cambiar los patrones de consumo de los habitantes.
12. Capacitar a los ciudadanos.