| Foto: León Darío Peláez

ECONOMÍA

El día que Belisario impulsó un aumento extraordinario del salario mínimo

Son varios los capítulos clave que ayudó a escribir el expresidente Belisario Betancur en la historia económica de Colombia.

9 de diciembre de 2018

Pero hay uno muy importante por el que vale la pena recordarlo hoy, para hacer memoria de su importancia en el acontecer colombiano; además, por el debate que se está adelantando a propósito de un incremento extraordinario de salario para todos los empleados colombianos.

Se trata de cuando siendo ministro de Trabajo del entonces presidente Guillermo León Valencia, jugó un rol clave en el plan de ajuste impulsado por esa administración.

Por cuenta de la crisis fiscal y externa que enfrentaba el país en ese momento, el Presidente Valencia se vio en la necesidad de llevar al Congreso un paquete de medidas extraordinarias que incluían más impuestos y devaluación de la moneda. Ese era claramente un plan completamente impopular, porque significaba reducir la capacidad de gasto de todos los actores económicos, para consolidar la posición de pago del sector público.

Cerraba el año 1962 y el ministro de Hacienda, Carlos Sanz de Santamaría, presentó ante el Legislativo ese plan de recortes e impuestos que consistía, entre otras cosas, en devaluar la moneda al subir el precio del dólar de $6,7 hasta $9, además de la creación de una sobretasa a la gasolina, impuestos a los viajes al exterior, al consumo de cerveza y a los juegos de suerte y azar. Igualmente era necesario pedir permiso al Congreso para contratar más deuda que permitiera tapar definitivamente el abultado hueco fiscal y externo que enfrentaba la nación.

Sin embargo, la presión política era enorme y un plan draconiano como ese, impulsado especialmente por el beligerante senador Álvaro Gómez Hurtado, era impensable sin una reacción airada de la población.

Tal como lo relató en una crónica sobre este tema el entonces periodista del Diario El Siglo, Alberto Giraldo, desde el Congreso se empezó a hablar de complementar el paquete de ajuste con otras medidas de alivio a la población.

Especialmente el senador Castor Jaramillo señaló con toda claridad que el ajuste fiscal y externo solo era posible con un incremento extraordinario de salarios. Esa bandera fue asumida por el ministro de Trabajo de entonces, Belisario Betancur, que apenas su colega de gabinete, Sanz de Santamaría, anunció el ajuste, presentó una proyecto de ley también al Congreso para pedir una autorización con el objetivo de incrementar extraordinariamente los salarios de los trabajadores. La medida fue aprobada a través de la ley 1 de 1963 y ejecutada a través del decreto 240 de 1963, que llevaba la firma, además del Presidente de la República, del Ministro de Trabajo del momento. Por obra y gracia de estas decisiones, el salario mínimo en Colombia pasó de $300 a $420 de un año a otro, es decir, un incremento de 40%.

De esta forma el plan de ajuste logró un apoyo social importante, pero los efectos esperados nunca se dieron. La inflación se disparó desde 6,9% en 1962 a 32,41% en 1963 y con ello se diluyó prácticamente todo el ajuste esperado.

La mayoría de economistas considera que claramente este episodio muestra un estudio de caso sobre cómo no se deben hacer los ajustes macro-económicos.

Además deja una lección clave sobre la manera en que el populismo económico puede generar efectos devastadores sino se atienden los principios básicos de la economía.

A propósito del debate sobre la necesidad de aumentar por decreto el ingreso a los colombianos que ahora mismo se está adelantando en Colombia vale la pena recordar este episodio, que es uno apenas de los muchos en los que el ex presidente Belisario Betancur jugó un rol protagónico en la historia económica de Colombia.